viernes, 5 de julio de 2013

UNA EXPERIENCIA INOLVIDABLE

Praça de Touros Palha Blanco
Pasarán los años y los que ahí estuvimos seguiremos recordando un viaje que ha sido especial. Por todo, por la experiencia vivida, por las emociones en la arena y por las sensaciones que quedan después de exportar la tradición taurina del festejo popular de la ribera por excelencia. 
Tres días de compartir vivencias y de ir a la aventura. De muchos kilómetros de carretera y de horas y horas de convivencia. 
Fuerte apuesta por parte de Toropasión. Con la empresa, compromiso de los participantes, porque el reto no era nada sencillo. Vacas exigentes y toros imponentes. Con verdad y con categoría es como se potencia algo. Con alivios y medias tintas, no. Si se va, se va con la verdad por delante. Las anillas son emoción y la emoción la dan las reses fuertes.

Preciosa la plaza
Metidos en faena, se llegó a la noche del 28 de Junio, a las diez y media, hora portuguesa. Una preciosidad la plaza de Palha Blanco de Vila Franca de Xira. Un marco  que se adaptaba a la perfección a las anillas. Aunque apareció un hándicap, los burladeros interiores eran más bajos que la barrera, por lo que no los verían al saltar y los golpes contra ellos podían ser fuertes.
Poca gente en los tendidos, no hay que mentir. Si no funcionó en taquilla, pues no funcionó. Se había hecho todo bien y la respuesta era una incógnita. Salió cruz. Malo para todos. Pero bueno, el compromiso con los que habían pagado su entrada iba a ser el máximo. Si se había ido a enseñar las anillas, que fuera en su máxima expresión.
Cuatro parejas, ocho recortadores. Lo iban a dar todo, aunque no se jugaran un premio. Demostración de raza, de orgullo y de querer que las anillas tiren para delante. Con esfuerzos y sacrificios es como se levanta esto.
Mario en la cara del de Palha

Cada pareja lidió el lote que más se podía adaptar a sus características, a fin de poder lucirse todos. Pero sin que dejara de haber compromiso. Se buscó el espectáculo de lucir a los animales, las vacas y los toros. Y es que en la arena estaban los dos número uno, el de toros para recortes y el de vacas para anillas.
Entró muy pronto el público en el festejo. Gustaron mucho las acciones que se realizaban ante las reses, se cantaba el ¡uy! cuando la anilla estaba cerca de entrar y se celebraban con alborozo los aros introducidos. Se aplaudió a rabiar la consecución de las anillas, pero además también se vibró con los remates en tablas y la emoción del hilo de las reses.


"Sardina" rematando

Las vacas hicieron lo que tenían que hacer. Aportar emoción. Las cuatro remataron en tablas y eso es lo que hace importante meter anillas. Si no hay peligro, todo queda descafeinado. En Vila Franca hubo peligro y los recortadores se la jugaron de verdad. Se entregaron y fueron a ganar todos. Y así empezaron a llegar las actuaciones espectaculares.
"Foro" y "Glandu" rayaron a gran nivel ante "Aspirante II" al que le metieron 5 anillas. De cara y andándole para acabar parándose en la cara y metiéndole las anillas hasta la cepa. Jaume Orenga y José Manuel González le metieron cuatro a su vaca y estuvieron bien con el toro. Esta pareja se está haciendo un hueco en el circuito por méritos propios. Tienen ganas y además valen para esto. Cinco anillas cada pareja que les iba a hacer ganar el festejo, acompañados de otra pareja más.

Anilla de "Foro"

Jaume y José Manuel con el berrendo en jabonero
Héctor Colás y Mario "Gonçalves" pecharon con el Palha de peor cornamenta para las anillas, pero le entendió bien el recorte el turiasonense y poniendo la palma de lado estuvo a punto de conseguir alguna anilla. Lo mejor quedaba con "Sardina". Sí, a una exhibición con una vaca que se tira en tablas. Así, así. La raza de Mario es increíble. Se tiró a por ella con todo y le dio recortes de un mérito increíble. Caídas al callejón fuertes y vuelta a la plaza sin mirarse. Y hasta que al final, se dio un fuerte golpe en la mano en una caída que le llevó a la enfermería. Pedazo de anilla que le metió y la plaza volcada. 
Rodrigo en la cara del mejor toro de la noche
Cerraban el concurso Manolo Pérez y Rodrigo Puértolas, siendo la mejor pareja de la noche. Cómo estuvieron con "Lareiro" y cómo estuvo el de Palha con ellos. Qué gusto volver a ver a un toro que nunca se olvidará. Le dieron de lo lindo y el toro a todo. Al final de uno en uno, cada vez se cruzaba más. Qué casta. Pedazo de anilla de Manolo para el recuerdo. 


"Lareiro" con la anilla de Manolo puesta
Anilla colosal de Manolo
El broche de la noche iba a ser la actuación de esta pareja ante "Fugitiva". Que sí, que sí, para una exhibición una de las más fuertes del panorama. Los esfuerzos que están pidiendo las anillas para enganchar a gente que se fue aburrida. Épica, colosal y con emoción de poner los pelos de punta la actuación. A flor de piel los nervios. Ellos jugándosela y la vaca respondiendo. Arriba con ellos y todo apurado. Cuatro anillas como cuatro soles. Y entonces llegó el turno de que Portugal conociera los cojones de Manolo Pérez. Se los presentó a todo el respetable.
En un inoportuno resbalón queriendo colocar a la vaca, lo vio y le pegó una paliza de campeonato. Pitonazos muy feos y golpes hasta en el carnet de identidad. Cómo fue la cogida que Félix Ozcoz y Germán Villar se tiraron a la cabeza de la vaca. Para quitarse el sombrero con ambos. Y Manolo pasó al callejón aturdido y noqueado. Pero cuando iba siendo trasladado, sus atributos masculinos dijeron que quería volver al ruedo. Qué gordos los tiene. Y eso que no podía ni con su alma. Ni para tenerse en pie le daba. Y cayó a la arena otra vez. Hubo que retirarlo a la fuerza. La plaza en pie con él. Grandioso lo vivido. Eso es lo que hace grande a un recortador, ser superior al resto de los mortales.
Así se ponía fin a las anillas, en una noche para el recuerdo. El público se volcó con las anillas, y parece que todos los que fueron, repetirían. Ojalá se pueda repetir. Será difícil porque esta apuesta de Toropasión no ha dado beneficios precisamente. Cuando se hacen las cosas bien, son caras. Ha sido una aventura, que desde el punto de vista del aficionado ha sido preciosa y que se agradece enormemente por el intento de apostar por las anillas.
Quedaba, antes de emprender el viaje de vuelta, ir al hospital. Ahí estaban Mario y Jaume, haciéndose pruebas. Lo del primero quedó en fuerte golpe y lo del segundo en fractura de una costilla. El palizón de Manolo, alguna secuela ha dejado también. Esto los hace más grandes aún. Los que quieren que esto vuelva al sitio que nunca debió perder, dan la cara así. 


La expedición zaragozano-riojana, a falta de Mario que se encontraba en el hospital
Siempre será recordado este viaje por ser la primera vez que las anillas se exportaban a Portugal. Se enseñaron con vacas fuertes y toros de gran categoría. Orgullosos pueden estar los ocho recortadores, los dos ganaderos y la empresa Toropasión de haber hecho historia para las anillas. 

1 comentario:

  1. Grandes todos los que llevaron alli nuestro arte, grande Manolo demostrando por qué es de los mejores, y grande el chaval Mario que se está comiendo este arte. Gran artículo Victor, pone los pelos de punta.

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