miércoles, 10 de junio de 2015

LA FRAGUA

Mañana en Alagón, si el tiempo lo permite, se va a celebrar la Fragua de las Anillas. Un concurso para gente nueva. Solo dos de los participantes han salido alguna vez en el circuito de verdad. Arruga y Tacheli quieren así, dar un impulso a las anillas. Por delante, buena idea. Necesitan las anillas un empujón. Ellos, como una de las mejores parejas de la historia, ahora como empresa, tienen el deber moral de volcarse con sus raíces.

Contará con un plantel de lujo para asesorar a las parejas. Más de 20 Campeonatos Nacionales aconsejarán a los chavales. Vacas apropiadas para el festejo que se trata, e intento de darle seriedad. Por delante, no parece que sea un "jóvenes promesas", con todo lo dañino que ha sido para el festejo popular esa nomenclatura. Al acabar, se podrá decir si ha sido otra cosa o no. Se espera que sí. De alabar también que la entrada no valga como si fuera un festejo de primera categoría. Otros han aprovechado para cobrar al mismo precio, algo con chavales nuevos, que algo con los recortadores buenos. Eso era trampa. Aquí no la hay, esto vale menos. Como un partido de categorías inferiores, no vale lo mismo que los de primera división. Y otro aspecto positivo, en la feria hay un concurso de verdad. Porque sería muy malo que una Fragua sustituyera en alguna feria al concurso de verdad. Eso ya ha pasado con exhibiciones y es engañar. Al público se le ofrecen anillas, pero lógicamente de una calidad sensiblemente inferior a un concurso de primer nivel.

La pareja ganadora tendrá el privilegio de disputar el Domingo uno de los concursos de mayor solera de la temporada, el XXVII Memorial Mariano Ruiz Elipe. Así pues, en la parte organizativa previa a la cita, la cosa es digna de alabar. La selección de actuantes no se discute, porque no se puede opinar sin ponerle cara a la mayoría de participantes.



Dos apellidos con historia en las anillas: Ezquerro y Moral. Hijos de recortadores de la década de los 80. El tiempo pasa y los hijos de aquellos recortadores, ya tienen edad para salir. Es una de las curiosidades de la cita. Además de ellos, hasta 24 chavales van a probar suerte. Por edad, los tiene que haber, a la fuerza, con experiencia delante de las vacas. Otros, alumnos de escuela, se ha de suponer que algo habrán aprendido. Veremos cada cuál lo que puede dar de sí.

Al ser un festejo de promoción, no procederá la crítica con ninguno. Pero ello no quita, para que deban saber la verdad. Por estadística, la mayoría no valdrán. Son así de duras las anillas. Valen muy pocos. Será malo bailarles el agua a los que demuestren claramente que no valen. Esto es así, si no se vale, se debe asumir. El valor ni se compra, ni se entrena. Se tiene o no se tiene. El valor aquí es no pensárselo para recortar y luego quedarse en la cara. Fallos de colocación o de mano serán lo más natural. Pero con el valor no se puede mentir ni progresar.

Durarán poco los que no tengan aspiraciones serias en las anillas. Los que solo salen por decir que van a salir en Alagón. Los que por ponerse un pantalón blanco se crean recortador. Los que lo hacen por subir las fotos a su Facebook o Tuenti. Esos tendrán corta carrera. Salir por salir, por pasar la tarde, por fardar, no interesa al mundillo de las anillas. 

Para empezar, tendrán que tomárselo como algo serio, pero ya no solo en lo que hagan ante la vaca, si no en cómo comportarse y estar en la plaza. Cómo salir a la presentación y la actitud en el callejón, son también parte de ser recortador. Después de ello, destacarán los que quieran ser alguien en las anillas, pero de verdad, no de boquilla, y además, sus cualidades, valor y capacidad de sacrificio, se lo permitan. Porque, como en toda actividad o disciplina, se puede llegar a la élite por dos caminos, el talento innato o el trabajo. Con la primera vía se llega rápido, con la segunda no tanto, requiere constancia. Si se hacen los dos caminos, se puede llegar a ser el mejor.

Firme defensa se ha hecho siempre de que el que vale, sale a las anillas, sin necesidad de promoción. Este festejo puede servir para enterrar de una vez por todas la teoría de que no se dan oportunidades y hay gente buena fuera de los concursos, que no salen porque no se les llama. Postura plañidera. Si después de que parece que este año va a haber oportunidades en forma de Fragua, no se sale en los concursos de verdad, ¿cuál será la excusa? Recurrir al tópico de mediocres de que existe una "mafia", será más ridículo aún si cabe.

Lo dicho antes, la aspiración tiene que ser la de estar en el circuito de verdad. Estar lo que dure la gasolina. Es muy digno estar arriba tres o cuatro años. Estar más, ya es para alabarlo. Y si son muchos años con éxito, se pasa a la historia de las anillas. Ojalá salgan unas cuántas parejas que vayan a tener hueco en el circuito en un futuro próximo. Y tiene que ser futuro próximo, porque lo que no vale es acomodarse en la Fragua. Ésta debe ser un trampolín, no un circuito de serie B. No puede ser una papelera de recogida de los que no les llega el nivel, ni nunca les llegará. 

Y ojalá salgan parejas válidas, porque hacen falta. Hacen falta en todos los estratos, de las punteras, de las de media tabla y de las de completar concursos. Será bueno que salgan porque ahora hay escasamente 14 parejas. Si se suman varias parejas más, habrá que luchar por estar en los concursos. Ahora se está porque no hay más. Sería bueno que alguna pareja viera las orejas al lobo. Habrá que recortar y meter anillas. Se acabarían los recortadores que nunca han hecho nada, pero han estado en el pasado o están ahora porque no tienen competencia.

Así pues, desde aquí, como siempre se ha hecho con los que quieren empezar en serio en las anillas, máximo apoyo. Pero diciéndoles la verdad siempre. Se les anima y se les ayudará en lo que se pueda. Que rompan estadísticas y sean una grata sorpresa. Que la Fragua funcione, será buena noticia para las anillas.

2 comentarios:

  1. Que bonito es animar a crios a que se jueguen la vida a cambio de nada, para que los listos de siempre se forren a su costa viendo la fiesta desde la barrera (o detras de un microfono).
    Parece que de los circos de Roma hasta aqui no hemos aprendido nada.

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  2. Que yo sepa, en las anillas nunca ha muerto un recortador. Y cornadas en los últimos diez años, creo que no llegan a cinco. Quizá sea exagerar lo de jugarse la vida. Lo de forrarse, pues cuando se vea hoy el número de gente que va a ver lo de hoy, se podrá decir. A nadie le obligan a salir, así que... De todas maneras, si hay algo tan grave que nadie se ha dado cuenta, yo no dudaría en ir a una comisaría a poner denuncia para que se investigue.
    Un saludo.

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