lunes, 9 de noviembre de 2015

LO RESEÑABLE DEL CAMPEONATO NACIONAL

La cita más importante de las anillas. Foto: Sonia y Marta
Muchas cosas a reseñar en el Campeonato Nacional. Muchas más que en ediciones más "normales". Para bien y para mal. Cada año, se escudriña con más ahínco todo lo que sucede. Nunca se ha hilado tan fino en la historia de las anillas. Eso es muy bueno.

Hubo más gente que el año anterior. Será la fecha, será el regusto de los momentos históricos vividos el año pasado, será casualidad. Pero más gente, hecho indiscutible, y siendo televisado, cosa que el año pasado no. Hecho público no, cierto es, sabido en el mundillo, sí. Dos años al alza la asistencia es algo muy bueno.

"Estornina" de Maylín, una de las alegrías. Foto: Sonia y Marta
El lote de vacas con un menor nivel desde hace muchísimos años en Zaragoza, eso hubo. Que era lógico, también sea dicho, por todas las circunstancias. Pero que, entrando por la vía de la sustitución, sirvió para ver a vacas muy interesantes y que fueron una alegría. Con lo difícil que era solventar que no iban a estar, por decisión del propietario unas y otras por restricción sanitaria, muchas de las mejores vacas de las anillas, se solucionó la papeleta de manera digna. 

Las 44 anillas metidas son una barbaridad a todas luces. No se debiera volver a repetir. Nunca Zaragoza ha sido plaza para meter tantas anillas. Cierto es que ha habido vacas sueltas casi todos los años que han sido bombones. Pero lo que no puede ser el Campeonato Nacional es una pastelería. El público aplaudió las anillas de mérito y las que fueron a vacas que se dejaron, no. Al igual que con las vacas, se supo ver lo que eran las reses y se las trató conforme a lo que se dejó ver en la arena.

Otro año más, el público más entendido de la feria, el de las anillas. Se enfada pronto, eso es cierto, pero eso lo hace más exigente. Ganas de pitar de algunos a la mínima contagian. Pero si no hay fundamento, la cosa no va a más. Es un público muy entendido en vacas, en recortadores y en anillas. Es una alegría.

Sigue siendo el festejo popular el hermano pobre. Por ahorrar focos, primero se deja la plaza abierta, con el inconveniente de los extraños que hacen las vacas en las rayas de sol y sombra. Pero además, es que echa a llover en la octava pareja y estando ya la vaca en la plaza, se cierra la capota y se dan los focos después. Muy pocos, por cierto. Héctor y Rodrigo recortaron con mucha menos luz que sus rivales. ¿Tanto pedir es que esté la capota echada y que se enciendan todos los focos? Para las novilladas con menos gente en el tendido se hace. Lo agradecerán los fotógrafos.

El formato por eliminación volvió a salvar el concurso. Si se deja con esas doce vacas y doce parejas, la desigualdad era de las de nota. Pero el formato lo que no hace es magia. No se inventa vacas, ni hace que se puedan igualar los lotes tanto como sería deseable. 

Reseñable en el post-concurso es cómo los había que sabían antes lo que iba a pasar con las vacas que iban a salir. Lo saben después de verlo, claro. Antes no lo dijeron, o si lo dijeron, no aportaron una solución mejor. Después de verle los... Se que es macho. Un aplauso.

Cuairán y Mario, con la mejor actuación de la mañana, se quedaron fuera de la final. Les concedieron seis anillas. Las metidas por Mario en los siguientes tiempos - 0:14, 0:19, 1:12, 2:21 y 2:30 y la metida por Cuairán en 3:03, válida por arrancar dentro del tiempo la acción. Además de esas seis anillas, las siguientes fotos demuestran lo que pasó en alguna acción más.

Acción de Mario a los 1:07. Foto: Sonia y Marta
Acción de Cuairán a los 2:15. Foto: Sonia y Marta
Acción de Cuairán a los 2:21. Foto: Sonia y Marta
Y esta acción, por la foto se podría decir que es anilla. Foto: Sonia y Marta
Pero sería mentir, y eso no se debe hacer nunca. Foto: Sonia y Marta
O esta otra acción en la que la anilla va a entrar. Foto: Sonia y Marta
Pero que sale volando, y que en la retransmisión no pareció ni puntera. Foto: Sonia y Marta

A juicio del lector quedará si las seis anillas concedidas por el jurado, fueron un veredicto correcto. No se va a decir que el jurado quitara anillas, porque las teorías de la conspiración rara vez tienen fundamento. Y cierto es que el público no protestó el resultado. Simplemente, hay que pedir un mayor compromiso a los recortadores cuando son jurado. Mayor atención. Hay que estar dando vueltas siguiendo a la pareja, como sí hicieron los organizadores el año pasado en el que no fueron jurado los recortadores. Se reconoce que fueron acciones muy difíciles de apreciar, pero si se le quiere dar seriedad a esto, hay que estar a la altura. Y si se cree que esas anillas no deben ser concedidas por "punteras", se ha sentado precedente. ¿Ninguna de las acciones entró lo suficiente? Al año que viene, que no se conceda ni una de esas. Y sobre todo, que otros con mucho menos motivo, pidan la concesión de anillas, les hará quedar en evidencia. Ah, y si quieren, se podría en Zaragoza, ver las repeticiones en un monitor en las anillas que sean dudosas, si alguien reclama el resultado. Poderse se puede. ¿Querrán?

Hay que quitarse el sombrero con Cuairán y Mario. Además de, por su brutal actuación, con el único pero del fallo de la mano, por su saber estar. Ni lloraron por tocarles una de las vacas más fuertes de la ronda (más que otras que se vieron como "imposibles"), ni se han quejado después, viendo las fotos y vídeo de su actuación. ¿Actuarían todos de igual manera? La actitud a imitar debe ser esa. Ser el mejor, también se demuestra así, dentro y fuera de la arena.


Sensacional actuación de los navarros en la ronda. Foto: Sonia y Marta
También a imitar la actitud de Morella y Roberto en su primera vaca. Eso es salir a por todas. Actuación de las que compensa el precio de la entrada. Tres minutos colosales de los navarros. Raza, poderío y ganas de ganar. Enormes estuvieron logrando un resultado, ante la res que tenían delante, muy difícil de conseguir. Ciento ochenta segundos para enmarcar. Con lo que demostraron, no les faltaría mucho para intentar el asalto al trono de las anillas.

Raza navarra también la mostrada por Asier, que pese a caer feo al callejón varias veces, siguió en la batalla y dejó la épica del recortador. La de seguir en la arena sangrando. La de superar el dolor. Modelo a imitar por una sociedad que, en cambio, idolatra a quienes fingen lesiones. 
Demostración de coraje. Foto: Sonia y Marta

Segunda anilla de Dani. Foto: Sonia y Marta
Los castellonenses a gran nivel. "Poca"-Jaume metiéndose por segundo año consecutivo en la final. Aunque fue la fácil de la ronda, salieron como hay que salir. Y Quique-Dani que tuvieron orgullo para ir a por una vaca con la que sabían que no iban a poder pasar a la final. La segunda anilla del de Alquerías, resultó de las más jaleadas de la mañana por el mérito que tuvo. Dani fue uno de los recortadores destacados de la mañana, siendo su debut en La Misericordia.



Anilla de Imanol en la final. Foto: Sonia y Marta
Y cómo no, los hermanos Henares que fueron unos dignos campeones. Dos actuaciones buenas de verdad. Compitieron muy bien en ambas rondas. A su primera le metieron las que había que meterle para saber que iban a pasar. Y en la final, con la que a priori podía ser la más asequible, le sacaron el partido que tenía. A destacar las anillas metidas en los segundos finales de ambas actuaciones. Las que sentencian concursos, esas, las metieron. 
Hacen historia porque por primera vez dos hermanos ganan el Campeonato Nacional. Es el segundo título para Imanol, pero está claro, que como ganarlo con la sangre de su sangre, no puede haber triunfo igual. Una pareja que cae bien y que alegra su victoria. 


Imanol y Alain, Campeones. Foto: Sonia y Marta
Quedará por desmenuzar cada actuación y cada momento del concurso. Hay que analizar parejas, vacas y todo lo que rodea con mayor detalle.

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