jueves, 20 de febrero de 2025

LA BATALLA DE LAS BATALLAS

La batalla de las batallas es como ha denominado Toropasión al Concurso de Recortadores de Castellón. Organizativamente, podría llamarse la madre de todos los concursos. Lo que se ha programado para las fiestas de La Magdalena es algo nunca visto. Las cosas han cambiado totalmente este invierno por parte de los recortadores. Y no es de boquilla. El movimiento se demuestra andando, en este caso no es andando, es corriendo. Histórico lo programado en Castellón.

Con solo una de las cosas que se van a enumerar, ya sería algo novedoso e ilusionante. Nunca antes había habido nueve hierros en un Concurso de Recortadores. Nunca antes había habido vacas de seis provincias diferentes en un Concurso de Recortadores. Nunca antes había habido un concurso con un plantel de vacas con tanto nombre. Nunca antes había habido un concurso con ronda, semifinales y final. Y nunca antes había saltado a un concurso de relevancia una vaca con un solo cuerno. 


Aquí hay tres pilares que sustentan la culpa. Empresa, ganaderos y, sobre todo, recortadores. Toropasión ha tenido el valor de tirar para delante con un concurso muy caro. Podían haber vuelto las anillas a Castellón con alguna fórmula clásica y yendo a algo cotidiano en cuanto a ganado. Les hubiera salido mucho más barato. Han apostado muy fuerte. Los ganaderos han tenido la generosidad de llevar a sus mejores vacas a una cita con mucha repercusión. Las vacas de la ronda van a enfrentarse a un festejo que es muy diferente a lo que suelen hacer. Ninguna de ellas ha hecho un Concurso de Recortadores. (Solo "Morena" hizo un concurso, pero no nacional, si no provincial en Teruel). Las de semifinales y final, tendrán la presión de, como vacas contrastadas, tener que estar al nivel que se espera de ellas. Y cómo no, los recortadores. Sin su apuesta, nada de esto sería posible. Están muy unidos, para bien. Este formato, apareció por primera vez en la pandemia, en el concurso virtual de recortadores. Virtualmente, se podían haber hecho las fases y formatos de competición que se quisiera. Lo difícil y loable es que los recortadores hayan trasladado una ida de cabeza virtual a la realidad (que ya no es paralela).

Se presentó el concurso en la Gala de las Anillas. Nunca se había hecho algo así en la gala, pero la ocasión lo merecía. No se recuerda que un concurso se haya dado a conocer así con tanta antelación. Esta fue la presentación:


Con más de un mes de tiempo se ha presentado el festejo. Va a tener una campaña publicitaria nunca antes vista. Se explicará bien el formato y los porqués de la cita. Aunque hay algo que ya se conoce. Si todo esto es posible y como ha sido programado es, fundamentalmente, gracias a los recortadores. Ellos han querido un formato así y ellos han aceptado que sea con las vacas que son. Son los mayores culpables. Ellos han elegido a las vacas. Porque nunca ha sido un problema que elijan las vacas. El problema es si eligen las que no aprietan. Ahora han elegido las que les van a hacer sudar. Es la mejor manera de que vuelvan a una capital de provincia las anillas. A una plaza como Castellón, con gran tradición en el pasado en este festejo y con, además, una grandísima afición al ganado de corro, que debería acudir al reclamo de un festejo histórico, con la disciplina más dura que existe con el ganado corrido. Ojalá sea la primera edición de muchas.

A nivel ganadero, la cita tiene un hándicap importante: las fechas. No han podido ir todas las vacas que se pretendía. Se quiso que estuvieran "Rapiña", "Cierva", "Pijotera", "Saltilla", "Luna" y "Santanita". También se tantearon otras sin éxito. Se contó con todas las nombradas y se les ofreció estar. Hay dos ganaderos que hubieran querido estar. Arriazu hubiera querido llevar a sus dos vacas, pero no estarán en condiciones para esa fecha. De igual manera que Germán Vidal quería ir con "Pijotera", pero la vaca no estará en condiciones. Salvo las excepciones antes mencionadas, están los que han querido estar. Todas ellas las han pedido los recortadores. Todo esto se explica para que se sepa con quiénes quisieron contar recortadores y la empresa.

Los ganaderos de la ronda clasificatoria han sido muy generosos. Llevan a sus vacas estrella a una especialidad que no es la suya. Se les desea a todos que queden lo mejor posible. Ilusiona ver vacas nuevas que además son la flor y la nata de la Comunidad Valenciana. Y pase lo que pase, esas vacas seguirán siendo igual de buenas para lo suyo. Ojalá funcionen y se pueda contar con ellas para más concursos.

Además será muy especial volver a ver en un concurso a "Milana II". Va a salir una vaca curra, sí. Pero es la vaca que es. Y además han querido los recortadores que esté. Será la despedida de las anillas que no pudo tener al perder el cuerno izquierdo, tras ganar el Trofeo Avispada 2022. Estando curra, ya no va a estar la opción de darle al izquierdo, por lo que el compromiso es máximo. La vaca más dura de los últimos años. Es la guinda del cartel.

Las catorce vacas competirán en la mañana del día 23. Después de muchísimos años, volverá a haber premio a la mejor vaca en un Concurso de Recortadores. Eso es muy bueno. Que las vacas puedan tener también palmarés. Ojalá se haga en más citas.

Las anillas tocaron fondo en 2024 y Castellón tiene que ser un punto de inflexión. Para que en 2025 las cosas cambien, todo el mundo tiene que remar. Ha remado Toropasión, han remado los ganaderos que están y, sobre todo, reman los recortadores, porque de ellos depende. Castellón quieren que marque un antes y un después en las anillas. Con todos estos ingredientes, como no puede ser de otra manera, desde aquí también se remará en lo que se pueda, porque el que gana es el aficionado. 

El sorteo se realizará con una semana de antelación. Cada pareja sabrá una semana antes a qué vaca se enfrentará. Pueden pensar durante siete días la lidia. Estudiar cómo es la vaca e intuir lo que podrá hacer en el concurso. Será bueno poder hablar toda la semana antes del concurso sobre lo que podrá hacer cada pareja con su vaca.

Este concurso de Castellón es una gesta del colectivo. Están con unas ganas que no se recordaban hace mucho tiempo. Quieren salir a morder. Hablando de esto con Alberto Cebollada, recordó algo que tiene cierto paralelismo. El puñetazo en la mesa, el aquí estoy yo. La gesta de Iván Fandiño en Las Ventas el Domingo de Ramos de 2015. Aquella no salió bien. En todo festejo taurino, nada está asegurado, es parte de su magia. Y Castellón puede no salir bien. Aún así, pase lo que pase, todos los implicados en el concurso, como Fandiño aquella tarde, ya habrán hecho historia. 

lunes, 30 de diciembre de 2024

OZCOZ

El año pasado se escribía un artículo sobre la desaparición de la ganadería de los Hermanos Ozcoz. Fue un artículo general. Si en global, puede haber debate en si ha sido la mejor ganadería de la historia del festejo popular, en las anillas, siendo más fácil de evaluar y con datos concretos, ese debate no se sustenta. Ha sido la mejor ganadería de la historia de los Concursos de Recortadores. Por cantidad, calidad y longevidad. En cuarenta años, no ha habido época mala en toda su trayectoria, siempre en la élite. Fue el hierro número uno durante prácticamente dos décadas. Por todo ello se decía que la historia de Ozcoz en las anillas, merecía una entrada especial en este Diario de las Anillas. Y aquí está.


Los Concursos de Recortadores comenzaron a principios de los 80. No se va a cometer el atrevimiento hablar de las décadas de los 80 y 90. No se vivieron y no se puede hacer un juicio de valor en profundidad. Lo único que se puede apuntar es que, sin ser el número uno de esos primeros años, Ozcoz estuvo en la élite. Hacía abundantes concursos y pisó plazas de gran importancia. Una época en la que no había vacas exclusivas para las anillas. A todas, en todas las ganaderías, les tocaba hacer de todo. Por ello no tenían un comportamiento específico para los tres minutos del concurso.

Es a finales de los 90 cuando Ozcoz se consolida en el Campeonato Nacional de Recortadores. Empieza a llevar la mitad de los concursos. Aquí comienza el repaso a las vacas que han destacado en los concursos.

En aquellos años, finalizando el siglo pasado, la Nº 88 tuvo mucho nombre. La Nº 38 "Manzanera" era temida y acabaría convirtiéndose en una vaca histórica que aún hoy es recordada. Ambas vacas podrían haber optado al premio de mejor vaca de la temporada. La Nº 333 y la Nº 163, con su cambio de ritmo, destacaban. Recordadas también la Nº 39, aunque su última salida en las anillas fue un petardo monumental en La Misericordia. La Nº 306 que se tiraba arriba. La Nº 45, que se quedaría curra en Zaragoza. La Nº 560, forastera procedencia de Los Bayones. Trayectoria de ida y vuelta tuvo la Nº 67 "Ratilla". Y la Nº 379, que iba a ser la matriarca de una gran familia de vacas.


Fotografías: www.hermanosozcoz.com y David Cordero

Cuando se llegó a la primera década del siglo, el hierro de la estrella ya era el número uno. Los guarismos 94 y 96 estaban dando sus mejores años. E irrumpían con fuerza los guarismos 97 y 98. Cuando se consolidaron todas esas vacas, Ozcoz tenía para hacer el Campeonato Nacional en solitario. Hacerlo de verdad, con el nivel que exige La Misericordia. 

Dos vacas por encima encima de todas en ese momento. La Nº 420 "Escapularia" y la Nº 718 "Mogoncilla". La Nº 420 estuvo varias temporadas siendo la vaca más fuerte del circuito. Podría haber optado al premio de Mejor vaca de la temporada en los años 2002, 2003, 2004 y 2005. La Nº 718 ganó el premio en la primera temporada que se concedía, la de 2006 y fue la vaca que más veces ha estado en la historia en el Campeonato Nacional, de 2001 a 2013. Es decir, un total de trece ocasiones. Es probablemente la vaca que mejor carrera hizo en la historia de las anillas. Retirada a los 16 años aguantando en la élite hasta su último concurso.


Por aquel entonces, ya se multiplicaron las vacas de gran nivel. Eran los últimos coletazos de la Nº 424 "Clarines". De las setecientos, hicieron buena carrera en las anillas la Nº 708 "Cecilia", la Nº 717 "Bayonera" y mientras fue joven lo hizo bien la Nº 723 "Corbata". Pero llegaría el guarismo 98, que seguramente fue el mejor de la historia de la casa. La Nº 1 "Limoncita", completaba los concursos fuertes, la N 6 "Maleanta" duró poco por lo complicada que era, la Nº 20 se cruzaba mucho, la Sin número que era difícil de entender y que echaba la cara al callejón, la Nº 34 era brava y dura, la Nº 38 "Liebre" hizo una gran carrera siendo una de las vacas más complicadas de entonces, la Nº 52 "Virada" una todoterreno que valía para todo y lo hacía bien en las anillas, la Nº 65 "Sarda" que era de capea, pero cumplía con creces en las anillas, y fue madre de "Avispada". Después estaban a caballo del 8 y el 9, la Nº 77 "Maltratada", que volvió a los concursos cuando había escasez de efectivos, después de una dura vida laboral y la Nº 86 "Burraquilla" que murió joven pero dejó grandes actuaciones. Se sumaba también la Nº 42 "Escolástica", forastera con el hierro de Manuel Escolar, que entraba en los concursos fuertes sin desentonar.

Del guarismo 99, dos vacas. Una que no tuvo una mejor carrera por una lesión en las ancas, la Nº 96 "Ibanesa" fue una gran vaca. Pero sobre todo la Nº 89 "Rompecoches", que tuvo una trayectoria sensacional. Ganó el premio de Mejor Vaca en 2010, pudiéndolo haber ganado algún año más, pero que no se la vio porque no le plantaron cara en los concursos que hizo. En Ejea 2012 hizo uno de los concursos más fuertes que se le recuerdan a una vaca. En sus mejores momentos, entraba con gran fuerza al embroque. Se pasaba de él y cuando volvía enfilaba hasta tablas. De joven saltó al callejón en un par de ocasiones. Una en Fuentes de Ebro y otra en Tarazona. En el coso turiasonense, estando en el callejón, citada desde la arena, saltó del callejón de vuelta a la arena.


El siguiente guarismo en tener reses destacadas fue el 2001. Ahí, sin tener vacas del nivel de guarismos anteriores, sí que hubo un número alto de reses válidas para las anillas. La Nº 111 "Endiosada", que se cruzaba mucho. La Nº 115 "Langosta", que tenía mucho corazón. La Nº 118 "Perdonada", que volvió a las anillas cuando ya estuvo asentada en comportamiento. La Nº 122 "Madrileña", una vaca muy complicada y dura, vaca de verdad. La Nº 123, que se revolvía en un palmo. La Nº 128 "Calzona" que hizo muchos concursos en su vida, siempre cumpliendo siendo brava y repetidora. La Nº 146 "Malacara", en la temporada 2011, recuperada de festejos de guerra, hizo dos concursos sensacionales, pero falló en Zaragoza. La Nº 154 "Santanera", que fue la que mejor carrera acabó haciendo, llegando a un nivel muy alto. La Nº 160 "Langostera", que funcionó, aunque luego fue más para capea. Se perdieron, muriendo jóvenes, dos que venían muy bien de ese guarismo, las Nº 148 y Nº 166, ambas coloradas. Completaron concursos, haciéndolo bien, las Nº 121, Nº 114 y Nº 18, forastera con el hierro de Hermanos Fraile Mazas. 

Se saltaría ya al guarismo 2003, en el que apareció la Nº 305 "Cartujana", que le costó hacerse pero acabó siendo vaca de Zaragoza. Con el tiempo, entró en los concursos, por necesidad, la Nº 323 "Cubanita", otra de esas recuperadas de hacer calles y capeas, aburrida de la vida, pero que daba la talla en las anillas. Al igual que la Nº 362, que con muchos kilómetros encima, hizo varias temporadas. 

El de 2004 volvía a aportar un número interesante de reses. La Nº 402 "Fuentera", que fue una de las de segunda fila que nadie quería, aunque nunca se le dio papel protagonista. La Nº 403 "Crucera", que con la vida que llevó, tuvo un mérito enorme. La Nº 404, que cumplía en los muchos concursos que hizo, siendo complicada hasta que se quedó curra. La Nº 454 "Mogoncica" que de joven tuvo un nivel tremendo, pero que duró poco y acabó muriendo joven. La Nº 461 "Escapularia II", que hizo una gran carrera en las anillas, estando muchos años entre las mejores. La Nº 468 "Entregada, que con su embestida se hacía complicada e incluso hacía hilo y tenía cierto peligro. Se podría añadir a la Nº 476 "Yesada", por el mérito que tuvo que se repusiera de una dislocación de una pata, para acabar haciendo bastantes concursos durante años.

Y capítulo a parte merece la Nº 472 "Avispada". Una vaca que empezó muy bien en las anillas, tuvo un par de temporadas en las que aparecía y desaparecía, porque hacía alguna cosa fea, y al final se consolidó. La única vaca que ha ganado dos veces el premio de Mejor Vaca. Se dejó la vida en Zaragoza cuando mejor estaba. Vaca muy dura, muy fuerte y muy peligrosa. El cambio de ritmo más salvaje de la historia de las anillas.



Del guarismo 2005, dos reses. La Nº 506 "Timbalera", que aunque tenía algún defecto para las anillas, con sus virtudes lo compensaba. Y la Nº 511 "Manzanerita" que hizo una buena carrera en los concursos. Fue vaca de final de Zaragoza. 

Del guarismo 2006, otras dos, representando a las dos mejores familias de la casa. La Nº 636 "Barrenerita", que era una vaca brava y que hizo buenas temporadas con abundantes concursos, hasta que fue camino del matadero en 2015. 

Y en ese guarismo nació la vaca que más cualidades reunió en la casa Ozcoz y más potenciadas las tenía. La Nº 628 "Fugitiva" fue un compendio de todo lo que tiene que tener una vaca para las anillas. Brava a rabiar. Se tiraba con todo al callejón. De utrera, sin estar preparada aún, ya fue a Zaragoza. Se cuajó y acabó siendo una de las mejores vacas que se recuerdan. Su mejor temporada fue la de 2014, un año difícil de superar. Fue su último año completo. En 2015 iría al matadero, cuando mejor estaba. Iba camino de ser la mejor vaca de todos los tiempos.


Del guarismo 2008, otras dos. La Nº 813 "Sardina", que de novilla apuntaba altísimo, pero que luego se quedó en una vaca muy difícil que si no se metían con ella no lucía. Y la Nº 819 "Disculpada" que completaba concursos con cierta eficiencia, aunque le costó hacerse y permitía muchas anillas. La Nº 804 venía bien, pero murió joven. Aquí ya empieza a evidenciarse que el ciclo de Ozcoz iba de bajada. De cada guarismo salían menos y de menor nivel.

De 2010 son la Nº 12 "Molinera", que apuntaba alto, pero que se la llevó el saneamiento. Y la Nº 30 "Quitasueños", que llegó a estar nominada cuatro temporadas entre las mejores.

De los guarismos 2011 y 2012, una de cada uno. Pero ambas con el mismo final en las anillas. Se quedaron curras en un concurso. La Nº 112 "Testaruda" y la Nº 206 "Garcilla". Ambas venían muy bien.

El último guarismo del que salió alguna vaca destacable fue el 2013. La Nº 312 "Fugitiva II", que de utrera ya fue a Zaragoza y los primeros años apuntaba en la línea de su madre o incluso un punto por encima, pero que luego no llegó a ese nivel. Y la Nº 329 "Escapularia III", que tardó más en llegar, pero que se consolidó y fue la más complicada de los últimos años de Ozcoz.

En las últimas temporadas, han sido habituales la Nº 228 "Sevillana", la Nº 517 "Princesa", que moría este año embistiendo al roscadero y la que ahora mejor apunta, la Nº 519 "Ribereña", pero ya en otra casa. 

Este es el repaso, en el que seguramente alguna se queda en el tintero, de las vacas destacadas en la historia que se conoce de Ozcoz en las anillas. A todo eso hay que sumarle las vacas que completaban los concursos. Vacas que pasaban entonces desapercibidas, pero que conseguían no desentonar en los concursos. Conformaban un bloque amplio. Muchas vacas bravas muy buenas, como nadie ha tenido en cantidad, calidad y duración.

En 16 temporadas en la Liga de las Anillas (la 2020, en plana pandemia no cuenta), ha sido la ganadería con más nominaciones de largo. 21 reses distintas que han acumulado 70 nominaciones. En 10 de esas temporadas fue la ganadería con más vacas nominadas. De las siete veces que se ha concedido el premio de Mejor Vaca (qué adquirió el nombre de Trofeo Avispada en recuerdo a la vaca del mismo nombre), cinco veces lo ganaron ellos. Cuatro vacas distintas se alzaron con el premio: 718, 89, 472 (en dos ocasiones) y 628. En once temporadas fue la ganadería que más concursos hizo. De 2006 a 2013, ninguna otra ganadería tuvo más de dos vacas nominadas, mientras que Ozcoz estuvo en todos esos años entre cinco y siete. 

Aquí se pueden consultar todas las estadísticas de las ganaderías:
https://www.festejospopulares.net/concursos_recortadores/clasificaciones/historico/vacas_ganaderias.htm 

En el Campeonato Nacional, desde que hay datos en esta web, estas fueron las reses que actuaron:
En 2002: 718, 38, 34, 711, 723 y 420.
En 2003: 86, 38, S.N., 89, 718 y 420.
En 2004: 118, 708, 723, 89, 718 y 38.
En 2005: 38, 39, S.N., 89, 67, 718 y 420.
En 2006: 38, 52, 89, 67, 718 y 420.
En 2007: 122, 52, 708, 89, 96, 718 y 420.
En 2008: 122, 154, 89, 472, 420, 454 y 718.
En 2009: 122, 305, 38, 89, 718 y 454.
En 2010: 122, 154, 506, 89, 628 y 718.
En 2011: 122, 154, 146, 89, 628 y 718.
En 2012: 461, 636, 628 y 718 en la ronda. 154 y 472 en la final.
En 2013: 636, 154, 718 y 628 en la ronda. 89 y 472 en la final.
En 2014: 403, 154 y 636 en la ronda. 461, 628 y 511 en la final.
En 2016: 30 y 312 en la ronda. 511 y 723 en la final.
En 2017: 461, 30 y 312 en la ronda. 723 en la final.

Los lotes que llevó a Calatayud cada temporada:
En 2003: 52, Sin número, 89, 112, 59, 111, 1, 42, 20 y 34. 
En 2004: 20, 99, 148, 42, 128, 1, 160, 89, 38, y 166.
En 2005: 128, 96, 166, 90, 708, 20, 42, 89, 155, 52, 114 y 160.
En 2006: 128, 38, 708, 52, 20, 67, 42, 123, 1, 89, 718 y 420.
En 2007: 122, 128, 121, 1, 42, 89, 38, 154, 718 y 420.
En 2008: 122, 404, 305, 89, 459, 718, 472, 454, 128 y 420.
En 2009: 122, 154, 305, 38, 472, 89, 461, 718, 506 y 454.
En 2010: 122, 472, 402, 154, 305, 89, 454, 718, 506 y 461, 
En 2011: 404, 305, 506, 154, 628, 461, 636, 89, 718 y 122.
En 2012: 122, 77, 461, 472, 511, 305, 636, 154, 404, 813 y 718.
En 2013: 122, 403, 154, 461, 468, 511, 472, 89, 628, 636, 813 y 718
En 2014: 305, 468, 403, 362, 154, 511, 636, 461, 814, 813, 476 y 628. 
En 2015: 468, 723, 323, 819, 461 y 30. (Solo medio concurso)
En 2016: 723, 511, 468 y 461 en la ronda. 323 y 30 en la final. (Solo medio concurso)

Y este es un repaso numérico. Son los datos objetivos. Queda todavía hacer el análisis de lo que ha sido Ozcoz para las anillas.

Nuevamente se incide en que de los años 80 y 90, no se puede opinar. El análisis va a ser de este siglo. Se conoce cuál fue su trayectoria, pero a grandes rasgos, no en profundidad. 

Comenzó el siglo siendo la ganadería que más concursos realizaba. Eran empresa u organizadores en unas cuantas localidades y, además, eran reclamados para los concursos más fuertes de la temporada. No se estilaban entonces los concursos con variedad de hierros. Como mucho mitad y mitad. 

A mediados de la década ya estaba consolidado el reinado, dejando lejos a todos los demás hierros. De aquellos tiempos hay que recordar, por lo que significó, el concurso de seis de Ozcoz y seis de Victorino Martín en Zaragoza en 2004. También por aquellos años, desde 2002 hasta 2007, fueron los impulsores del Concurso de Recortadores con Vacas de Casta Navarra, que se celebraría en Alagón y Pina de Ebro. 

Por aquel entonces Sergio Ozcoz, llevaba ya años reservando vacas solo para los concursos. Algo que nadie hacía. Él estaba convencido de que eso hacía que las vacas dieran un mejor juego. Según él mismo, le costó discusiones años atrás con su padre. Fue un pionero y ha marcado tendencia. Obviamente lo pudo hacer por dos razones. La primera es que hacían un número suficiente de concursos como para tener animales exclusivos para las anillas. La segunda es que las vacas arreaban lo suficiente como para no necesitar del aprendizaje que dan las capeas y viceversa, tenían tan buenas vacas de obstáculos y capea, que no era necesario echar mano de las que iban a las anillas.

Tal era el dominio de Ozcoz entonces que los recortadores le pidieron que hiciera el Campeonato Nacional entero para que estuviera igualado. Aunque podía, no quiso quitar a su matrimonio de conveniencia. Quizá se arrepintieran, con el tiempo, de no haber hecho el Pilar en solitario cuando pudieron. De sobra tenían entonces vacas, para poder hacerlo con el nivel que exigía Zaragoza, el nivel de verdad. Y las tenían sin echar mano de las de la capea. No recurrían a vacas muy complicadas, que las había en la casa. 

Ese matrimonio de conveniencia duró unas cuantas temporadas y acabó perjudicando a la imagen de Ozcoz. Claro, era más cómodo, se aliviaba en número de vacas y casi siempre quedaba muy por encima de su compañero de cartel. Al compañero le sirvió para entrar en plazas donde difícilmente hubiera podido entrar entonces por méritos ganaderos. Afortunadamente para el aficionado ese matrimonio se rompió en 2011. Cada uno por su lado y el que más chifle...

Es en ese 2011 cuando llega algo a lo que nadie más ha podido aspirar hasta el momento. Un todos contra Ozcoz en la cita más importante del año. Seis vacas de la Estrella y seis de seis hierros diferentes. Un cambio de formato ganadero en el que quien más ganó fue el que paga la entrada. Ese 2011 es el que marcaría, por fin, el cambio del formato ganadero del Campeonato Nacional. De 2011 a 2017, las mejores vacas posibles, sean de quien sean. de 2012 a 2014 llevaron la mitad del concurso, estuvieron ausentes en el de 2015 y en los de 2016 y 2017 llevaron cuatro vacas. Aceptaron lo que se les requería. Cuando eran seis, seis, cuando fueron cuatro, pues cuatro.

Antes de ese cambio de formato ganadero en Zaragoza, Calatayud fue varias temporadas el concurso más fuerte del año. De 2006 a 2010, sin duda, el coso de La Margarita tenía más nivel ganadero que cualquier otra cita, La Misericordia incluida. Seguían haciendo los concursos más importantes del año. Los hacían en solitario. 

Eran los años dorados. Eran tantas y tan buenas... Las mejores, en sus años buenos, hicieron historia. 420, 718, 89, 472 y 628. Las que estaban un escalón por debajo, hicieron carreras de un nivel altísimo. Y las que hacían el grueso de la temporada, estaban eclipsadas por todas las que había por encima. En cualquier otra casa serían las mejores o en los tiempos actuales serían vacas del Pilar. Ganaron muchos premios, cuando en los concursos había premios a la mejor vaca o al mejor lote. Ojalá volviera aquello, por cierto.

Esos años dorados tocaron a su fin en 2015. Ya en 2013 fue un palo duro perder a "Avispada". Pero que en 2015 se fueran al matadero por el saneamiento una vaca de Zaragoza, la 636, y una en proyecto de serlo, la 12, amén de la joya de la corona que era "Fugitiva", fue un mazazo que les hizo un daño tremendo. A cualquier otro lo hubiera borrado del mapa. A Ozcoz, aunque lo dejó muy debilitado, no lo tiró a la lona. Ahí comenzaría el descenso acelerado y forzado del ciclo.

Lo cierto es que ni entonces rehuyeron el enfrentamiento. No tuvieron problemas en comparecer en concursos de varios ganaderos o medirse a competidores directos yendo a medias. Incluso en su peor momento, en 2015, accedieron a ir a medias en una plaza importante con su antiguo matrimonio de conveniencia con el que hacía varias temporadas que no compartía cartel (oferta envenenada que era ir a una derrota cantada), en una temporada negra. 

En 2016 aún mantuvieron el tipo, pero ya desde 2017 en adelante, las que venían por detrás no reponían a las que se iban. Dejaron de ser los que más concursos hacían y dejaron de llevar vacas al Campeonato Nacional. Bueno Ozcoz y todos menos uno, claro. Eso sí, mientras estuvieron en activo, no dejaron de tener al menos una vaca nominada entre las mejores. Algo que ningún otro hierro puede decir. 

Haciendo un ejercicio de imaginación, podemos jugar a qué hubiera pasado sí... En lo que a méritos puramente ganaderos de selección se refiere no tuvieron culpa alguna en las vacas que perdieron. ¿Hasta cuándo hubieran durado en condiciones normales? "Avispada" murió con 9 años, podría haber estado 4/6 años más, llegando a 2017-2019. "Fugitiva" en 2015 tenía 9 años también, por lo que estando 4/6 años más, hubiera llegado a 2019-2021. Lo mismo hubiera ocurrido con "Barrenerita" y la Nº 12 "Molinera" que tenía 5 años, estando 8/10 años más hubiera llegado a 2023-2025. Pero aún hay más. La Nº 206 "Garcilla", que en 2016 iba a ir al Pilar, se queda curra ese año de cuatreña. Una vaca que podría haber durado 9/11 años más, plantándose en 2025-2027. La Nº 112 "Testaruda" también se quedó curra en 2018, con 7 años. Venía muy bien. Hubiera podido aguantar 6/8 años más, llegando a 2024-2026. Entonces, si todas esas hubieran seguido vivas y además hubieran tenido una cría cada año... No es muy descabellado pensar, que Ozcoz se hubiera mantenido como número uno, hasta la pandemia, cuando menos. Pero claro eso es ficción y los hechos fueron los que fueron y la historia es la que es.

Después de la pandemia, ya solo hicieron dos temporadas. En 2021 fue la tercera ganadería que más concursos hizo y en 2022 ya la cuarta. En 2023 y 2024, ya en su nueva casa, las reses de la Estrella fueron las terceras que más concursos hicieron.

Antes se ha dicho que Sergio Ozcoz fue el pionero en reservar vacas para las anillas, pero también han sentado las bases en otras cosas. Por ejemplo el orden para echar las vacas en un concurso. Era clásico. Por delante una dura y complicada. Después ir intercalando las más seguras con las que, o bien no estaban preparadas, o bien podían fallar. Para cerrar, si había alguna novilla poco andada, dejarla para el final, y cómo no, la más brava que hubiera en el lote y más del gusto de sus propietarios, la última. 

También fue particular su manera de probar a las reses. Ya se explicó el rigor con el que se hacían esas pruebas en el artículo del año pasado. De la prueba, a los concursos. Si una novilla gustaba mucho, directamente a concurso fuerte, aunque lo desigualara por completo. Así fue siempre. Como lo fue ponerse a probar vacas con la temporada ya iniciada, lo que muchas veces llevaba a que para cuando salía una novilla que podía funcionar, ya no quedaban citas para echarla y se le perdía un año. Ellos sabrían el por qué. 

En la casa lo que nunca fueron partidarios es de hacerles rodaje o pretemporada a las vacas. Rara vez se tocó a las vacas para ponerlas a punto para la temporada o para alguna cita en concreto. También ellos sabrían el por qué.

La manera de repartirse el trabajo en los concursos solía seguir el mismo patrón. Cuando iban las mejores, solía estar Sergio. Él era el que decidía cuáles iban. En las portátiles con otro tipo de vacas, novillas para probar y alguna repescada, iba Félix. Que como él era el que les hacía el seguimiento en las capeas, sabía lo que había. Sergio se sorprendía de alguna cuando le tocaba verla, mientras Félix sonreía por dentro. 

Porque esa fue otra cosa que se repitió unas cuantas veces. Vaca veterana muy curtida que se probaba en las anillas y funcionaba. Le sumaba seriedad y dureza al concurso. "Malacara" y "Cubanita", por ejemplo. O vaca que en las anillas empezaba a tontear y hasta se piraba (teniendo que quitarla de los concurso a la fuerza) y se la llevaba Félix a conocer las capeas. Luego volvía a las anillas ya centrada y funcionaba. Pasó en su día con la Nº 67 "Ratilla". Y el máximo exponente de eso es "Avispada". 

Otra curiosidad de la casa es que las vacas, pocas de ellas tenían nombre, se las conocía solo por el número. Algo que encerraba cierto romanticismo. Pero llegaron los primeros años de crónicas y reseñas. Al final, por respeto al espectador, sobre todo cuando se empezaron a televisar concursos, se hacía necesario que tuvieran un nombre. Fueron muchas las que llegaban a su primer concurso televisado sin él. Fue un honor bautizar a muchas de ellas. Siempre buscando que el nombre les encajara, bien por su linaje, bien por lo que apuntaban.

Sin embargo las dos familias más conocidas, dentro de las anillas, sí que tenían nombre. Fueron las Mogonas y las Escapularias/Fugitivas. De las Mogonas, la primera fue la Nº 379 "Mogona", madre de la Nº 718 "Mogoncilla" y abuela de las Nº 454 "Mogoncica" y Nº 636 "Barrenerita". Venía con muy buena pinta, la que fue su última hija, la Nº 12 "Molinera". De las Escapularias la primera fue la Nº 420 "Escapularia", madre de la Nº 461 "Escapularia II", la Nº 628 "Fugitiva" y la Nº 329 "Escapularia III". Abuela de la Nº 312 "Fugitiva II". Quedan algunas descendientes de la familia.

"Siempre las mismas" se decía para criticarlos. Y aquello tenía su gracia, porque a la hora de la verdad, tenían más número de vacas buenas de verdad para las anillas, que las que ha tenido nadie en este siglo. Y lo lógico es que si hacían prácticamente todos los concursos fuertes, ahí llevaran a las mejores posibles. Lo de siempre las mismas, no hacía si no hablar bien de esas reses. Salían a muchos concursos, lo hacían siempre bien y encima aguantaban hasta la vejez arreando. Solo pueden estar en el circuito muchos años las que aguantan. Cuando se tienen vacas tan buenas y que duran tanto, los reemplazos son poco a poco. Incluso pasa desapercibido que falle algún guarismo.

La vaca de Ozcoz ha sido la mejor y más brava que ha habido para las anillas. Con sus matices cada una pero con el denominador común de la raza y la bravura. La manera de embestir con verdad es la clave. Tener fijeza, ir fuerte al recorte, con picante, con miga, no dejarse ganar la cara fácil, irse luego hasta el final y hacer todo con chispa y transmitiendo. Crecerse a la pelea. No venirse abajo cuando hay batalla. La que exige valor. La vaca de verdad de toda la vida. 

Son los mayores culpables de que el listón para juzgar al ganado de las anillas esté donde está. Porque si se han vivido los años de gloria de Ozcoz, es muy complicado que satisfaga lo que se ve ahora. Quienes los vivimos, no nos queda otra que, visto lo visto, reconocer que han sido los mejores ganaderos de las anillas.

Por todo esto, en la última Gala de las Anillas, se les reconoció como tal, como los mejores. Se les entregaron dos detalles con una calavera con la réplica de los cuernos de "Fugitiva", y grabadas en las tablas sus caras, los dos hierros de la casa en pelo colorado y negro, la silueta de las cuatro vacas que ganaron el premio de Mejor Vaca y el listado de todas las nominadas, además de una inscripción que rezaba: Ozcoz Mejor Ganadería de la historia. 


La Estrella marcada a fuego seguirá unos cuantos años más en los Concursos de Recortadores. Pero ya no a nombre de Ozcoz. Son muchas las casas que han adquirido becerras que quizá en un futuro veamos en los concursos. Eso sí, todas las actuales de las anillas están en casa de Brian Oliva. Tiene un tesoro. Sigue en contacto estrecho con sus antiguos propietarios. Tendrá que saber administrarlo dentro y fuera de la plaza. Parece que el ciclo ahora es ascendente. Quién sabe si la sangre Ozcoz volverá a donde estuvo.

Todo esto ha sido Ozcoz en las anillas. Honor para Sergio y Félix Ozcoz Gracia.

lunes, 18 de noviembre de 2024

LA REALIDAD PARALELA

Este año el Campeonato Nacional ya no merece un artículo. Con leer lo de los últimos años, vale. Quien quiera, que lea lo de 2018, 2019, 2022 y 2023. Sigue todo igual. Quien quiera saber el resultado lo puede ver en la web. Segundo concurso de la temporada con más anillas (y las que se podían haber metido más). Alegría por los ganadores porque se lo merecieron. Es lo mismo de las cuatro últimas ediciones pero siguiendo con la cuesta abajo ganadera. Una pareja menos, un euro más. Solo tres reses dignas de Zaragoza (según la lista hecha por los propios recortadores solo había cuatro vacas fuertes). Ni parejas ni vacas anunciadas. Concurso de portátil con jabón. El daño ya está hecho.

Ahora, entramos en materia. Por delante, por si alguien recién llegado al festejo popular en general y a las anillas en particular, lee este artículo, se va a decir lo que siempre se ha dicho desde estas líneas. Las anillas son la disciplina más dura del festejo popular con animales corridos. Es la más exigente y la que mayor verdad tiene. Por eso, los que salen a los concursos de esta disciplina, son los mejores recortadores que hay. De aquí a Lima. Recuérdese, recortan por el derecho, tienen que ganar la cara sin cambios de dirección, quedarse en ella, están solos dos en la arena y tienen un tiempo limitado para lidiar a la vaca. Además tienen una temporada con entre 20 y 40 fechas. Aquí no se va a picar con otras disciplinas con más trampas que una película de chinos. Se tiene muy claro que el de las anillas, es el mejor recortador. Por ello se hace un especial seguimiento a esta modalidad. Otros sacan pecho de concursazos, con tostones de pónmelo aquí, pónmelo allá hasta que lo ven claro y no llevan ni mil personas en alguna capital de provincia. Aquí no hay una megafonía jaleando machaconamente en cada acción, obligando al público a aplaudir e incluso censurando y mandando callar a los que protestan (ay si otros tuvieran tiempo limitado para ejecutar las suertes...) Aquí si das la cara te aplauden, si no, no. Haremos la excepción de las cada vez más exageradas y excesivas salidas a saludar al acabar las actuaciones, pedidas por el micrófono. Empieza a ser peligroso dar tanto jabón a quien no lo merece.

Esto último enlaza con el titular del artículo. La realidad paralela. Actuación mediocre y que, con el micro, se pide salir a saludar... Que no es que se le diga al público si quiere aplaudirles, es que se les manda salir al tercio para que se les aplauda. Una persona (sea cual sea) decide a quién se aplaude. Les hace creer lo que no es. Ese aplauso forzado es mentira. Que se salga a los concursos porque no hay más, también les hace creer que valen, cuando no es cierto. El panorama actual, lo quieran ver o no, es el peor de la historia. Y oye, que si no dan más de sí (cada cual sabrá si da el máximo cada vez que pisa la arena), pues qué le vamos a hacer. No son profesionales, por lo que se les puede exigir en ese aspecto, hasta cierto punto. Aunque claro, de la misma manera que se usa la excusa de que no viven esto, pueden cruzar la red de vuelta los argumentos de que tampoco nadie les obliga a salir y que se paga por verlos. Hay muchas capeas y festejos de participación libre en los que pueden salir a la vaca que quieran y cuando quieran, sin ningún compromiso. Aunque sin la golosa fama que dan los concursos, claro.

Las anillas, toda la vida han sido como han sido. No se puede cambiar su esencia porque entonces no tienen interés. Si a alguien no le da para meter gol, no puede pedir agrandar la portería. Si no se llega a machacar, no se puede pedir bajar la canasta. Las anillas tienen gracia con vacas fuertes. Que no se pide que todos los concursos sean así, que ya se entiende dónde hay que echarlas, pero que ahora, son escasos los concursos donde se pueden ver el tipo de vacas que hacen que los aficionados hagan kilómetros. Y se queda escaso que solo sean fuertes las tres de la final. Se puede demostrar claramente cómo la gente se desplaza en función de las vacas anunciadas, no por las parejas. Es una realidad.

Los tiempos cambian, está claro. Pero si se les dice a los de ahora que en los años 80-90, se llegó a la centena de fechas y que se hacían cuatro o cinco concursos en un fin de semana, igual les explota la cabeza. Por cierto, por aquel entonces las vacas iban en puntas y las carreteras eran como eran. Que sí, que abultaban la mitad que las de ahora, eso está claro. Y que también había cabras, que aún lo eran más porque comían menos que en esta época. Pero que las de ahora son las vacas más fáciles al recorte de la historia, también. Ahora entran al embroque con fuerza muy pocas vacas. Meterse de verdad, contadísimas. Ser vacas con verdad, escasas. Vacas muy normales se están intentando hacer pasar por fuertes. Si es que hasta las que ellos perciben como fuertes, cuando les dan de verdad, hacen aguas por todos los lados. Recortándolas bien no rematarían ni la cuarta parte de las que ahora lo hacen. Si probaran a ir en corto, estar los dos juntos y cerrarse en los recortes... Cuando salen a morder, ¿cuántas vacas actuales aguantan?

El de las anillas, por regla general, es el público más entendido en vacas del festejo popular. Por eso no se traga milongas. Como sabe ver la vaca, va a exigir que se le haga lo que posibilita. Es que la gente quiere ver anillas. Miau. La gente quiere ver las anillas que tiene la vaca. Si metes cinco pero la vaca tiene quince, el espectáculo no vale. Si a la que tiene dos o tres, ni se la recorta, tampoco vale el espectáculo. Las anillas son así de crudas, se ve claramente lo que hay, tanto en vacas como en parejas. Tampoco va a colar que vacas muy normales, se quieran hacer pasar como vacas fuertes. Ese tipo de vacas a las que ahora no se les meten ni cinco, son vacas de exhibición para meterles ocho o diez. De vez en cuando, cambian el chip, hacen las cosas bien y se ve claramente lo que son realmente algunas vacas.

Cuando hay enfrentamientos entre hierros punteros, no se le puede pedir a ninguno que rebaje nada, ni mucho menos “hacerles” la lista de las que deben llevar. Tienen que ir con todo lo que puedan, que para eso están compitiendo también. No se le puede pedir a uno que rebaje, al otro no y que luego el que va con lo que quiera, quede mejor que el otro. No hombre, no. Si comparten cartel dos o más ganaderos, con lo que quieran. Luego se piden los dineros acordes y punto. El que paga, si ve anunciados a dos de los de arriba, quiere ver a sus mejores vacas. Nadie se imagina anunciar un Madrid - Barcelona sin que pudieran llevar sus mejores jugadores. Y, a poder ser, que se vean más enfrentamientos entre los ganaderos que tienen las mejores vacas. Al menos entre los que no tienen problema en enfrentarse a sus colegas. Y que se vean más veces vacas sueltas que se sabe que son buenas para las anillas. En las últimas tres temporadas solo 12 concursos han sido con dos o más ganaderos. Los demás, con solo un hierro. Eso no despierta el interés del aficionado. Ricla, por ejemplo, aunque luego no saliera como se esperaba, que verdad es, lo despertó. Alagón, también. Ojalá ponerle el mismo rasero al análisis de Zaragoza.

La realidad paralela viene por una manifiesta endogamia. Siempre se ha alabado que haya unión en los recortadores, pero si no se cae en el corporativismo. No es buena la homogeneidad para todo (porque luego hablando uno por uno, son muchos los que discrepan, pero no quieren alzar la voz por comodidad o por miedo a quedar fuera del grupo). No es bueno tampoco que solo se piense en el colectivo y no en el interés del aficionado que paga la entrada. Nunca se les va a discutir un euro de sus peticiones. Ahora bien, si se les da lo que piden, luego hay que dar la cara. Si no se da un espectáculo acorde, es cuando chirrían las exigencias. Si se les da lo que piden, luego hay que tener compromiso. Exigir para que luego uno de los habituales diga, es que me voy a la playa, es que tengo competición de no se qué o que son fiestas en mi pueblo... Tardar en confirmar y que no pueda cerrarse el concurso para hacer una buena promoción con tiempo, no es de recibo. No avisar de que no se va a ir, serio tampoco es. Todo esto, sigue pasando.

En esa endogamia también entran los palmeros (recuérdese este artículo: "Palmeros"). Y en ese círculo, no hay opinión crítica ni quien les haga ver la realidad (recortadores veteranos ya desisten de dar su visión). Esto también viene motivado por una razón. Muchos aficionados (muchísimos más de los que ellos creen), han dejado de ir a los concursos porque el espectáculo es el que es. Al no ir, han dejado de tener críticas. Críticas que a la espalda hacen apegados al círculo, pero que luego no les dirán a la cara. Lo que se conoce como falsedad. Si hubieran conocido la época en la que se les pegaban pitadas ensordecedoras a las parejas que no se metían con las vacas... Si es que además tienen ahora a un público que es como el osito de mimosín, que no exige nada. Con ver una rueda de tres o cuatro recortes se ponen a aplaudir. Y si ya ven entrega y raza, se vuelven locos. Que no se pide tanto.

A la realidad paralela, como no puede ser de otra manera en estos tiempos, contribuyen las redes sociales. Mucha foto subida esperando la alabanza. Publicaciones con mensajes que se hacen difíciles de digerir. Pegan tres recortes y creen que es una actuación notable. No se hará con mala intención, pero flaco favor se hace diciéndole lo que no es a un chaval. Por no hablar de lo peligroso que es. A quien no está para esos compromisos, le puede hacer mucho daño una vaca. En eso también, culpa tienen los organizadores que saquen a gente que no esté preparada, con tal de completar un concurso de cualquier manera. 

Hablando de empresas que organizan concursos. ¿No se dan cuenta de que queda fatal salir con los pantalones de otra empresa en un concurso? Todo recortador debe tener pantalón que no sea de ninguna empresa para concursar. Sería precioso volver a que las parejas salieran con sus camisetas. Pero como eso no se sabe pelear en la realidad paralela, para poder tener sus propios patrocinadores... Al menos, que un organizador no tenga que ver pantalones de la competencia en sus concursos, por simple dejadez de los participantes, que quizá ni caen en la cuenta.

Inmersos en esa realidad paralela, no son conscientes de que las parejas de media tabla hacia abajo, hace no tantos años, no tendrían hueco alguno en los concursos (todavía quedan recortadores en activo que estuvieron en esos años). Y que las parejas de mitad de tabla de no hace tantos años, prácticamente pelearían por la Anilla de Oro actual. Por eso no se entiende que se tomen decisiones en base a la "mayoría". La mayoría que solo mira por su interés particular. ¿Cómo no van a salir resultados mayoritarios hacia lo más cómodo? No puede valer lo mismo el voto del que da la cara, que del que va a los concursos sin aspiraciones o del nuevo que tiene hueco porque no hay más, no porque valga. Los propios compañeros le tienen que poner las pilas a los que están por estar, máxime a los que ya llevan años. Y si no quieren, por lo menos que no haya autocomplacencia colectiva de echarse flores cuando no hay motivo.

Lo genial es que luego se opta por, en los concursos suaves, cerrarlo a diez, porque así hay menos parejas de relleno (este argumento es de ellos mismos). Y entonces, ¿cómo van a salir parejas nuevas? ¿Los sacamos directamente en los concursos fuertes que son a doce parejas? ¿Las mismas diez parejas acomodadas para toda la temporada exigiendo que salgan todas en el Pilar? ¿Y quién piensa en el que paga? A ese le quitan dos vacas por todo el morro. En los concursos siempre, como mínimo, 12 vacas, 12. Si no hay 12 parejas, formato. En 2024, solo un concurso ha contado con 12 parejas, y solo 10 concursos han tenido 12 vacas o más. Por cierto, este año 14 de los 22 concursos, con formato. Tirando de memoria, aparece una media sonrisa al ver que todos los organizadores han recurrido al formato por eliminación. Ah y se puede mirar hacia el País Vasco y la Comunidad Valenciana. Que se sigue siendo injusto con recortadores que, cuando toca que completen concursos, dan más la cara que los de aquí, haciéndose una kilometrada. Veríamos cuántos de los de aquí seguían saliendo si tuvieran que hacer tantos kilómetros. Luego algunos sacan pecho de darles sitio, cuando si se lo dieron, fue a regañadientes y tarde.

Y el mayor problema es que esa realidad paralela no les hace ver que no están para exigir por lo que se está viendo en la arena. Que no pueden pretender controlar todo. Por coherencia además, si controlan, que controlen a todos. Porque en el Pilar tragan con carros y carretas, mientras que a otros los vuelven locos con peticiones/sugerencias con visos de exigencias. Si se ponen unos mínimos y esos mínimos están, no se puede pretender rebajar el nivel de vacas pese a rebajar dineros. El organizador tiene que tener la libertad de hacer un concurso todo lo fuerte que quiera cuando quiera, sin tener negativas en bloque, aunque muchos quisieran salir. Ahí hay que romper la unidad, el que quiera que salga y el que no, que se quede en casa (pese a que sea a una semana del Pilar). Porque amparados en que supuestamente quieren igualar, es sonrojante recordar cómo está de igualado el Campeonato Nacional (bueno este año igualado a la baja, sí). ¿Por qué no exigen ahí que estén las mejores vacas de la temporada y que no sean de un único hierro? Porque igual que marcan que hay plazas que no corresponde echar vacas fuertes, deberían hacer fuerza porque en La Misericordia no haya vacas de portátil, o casi el concurso entero... En Zaragoza es innegociable que estén las mejores vacas posibles, aunque luego no pudieran con ellas.

En cuanto a definir cuáles son fuertes y cuáles no, medítese mucho más. Porque se han puesto como fuertes algunas que no son y se han quedado sin ser fuertes algunas que lo son. En cuanto a pitones, lo mismo. No sea que luego acabe siendo vaca de ganar concursos una que se quería dejar en la finca porque se aseguraba no tenía el cuerno derecho apropiado para las anillas.

Sin embargo, que no les cause preocupación algo fundamental, como es el director de lidia, es de chiste. ¿No van a exigir que sepan darle capa y llevarse a una vaca corrida los que hagan esa labor? ¿No van a exigir que estén dando vueltas al callejón siguiendo la lidia de la pareja? Un director de lidia tiene que ser el primero o de los primeros que llegue al quite y tiene que intentar llevarse a la vaca a base de darle capa, cogiendo el capote a dos manos a poder ser y sin soltarlo. Si se hace bien esa labor, no hay que coger a la vaca. Los mejores ejemplos de cómo se debe hacer son Imanol Sánchez o Sergio Sánchez. Mírense los vídeos de las cogidas, examínese a todos y veamos quiénes no deberían hacer concursos. Igual hasta salta la sorpresa de alguno con nombre.  ¿En la realidad paralela no se ha caído en esta circunstancia para que no se vean labores lamentables hasta en capital de provincia (de Navarra para ser más exactos)?

No parece tampoco preocupar lo más mínimo que no se sepa el reglamento el encargado del micrófono. Eso da igual. Que se incumpla el reglamento con reincidencia y sean habituales las meteduras de pata, no importa. Da igual que no se apunten los resultados de los jurados de manera ordenada. En la realidad paralela ni se cae en la cuenta de eso. Que puedan influir errores hasta en el resultado del Campeonato Nacional…

Deberían abrir los ojos y ser conscientes de que la gran mayoría de concursos se están sustentando en la tradicionalidad. Se hacen por costumbre, no porque despierten interés. Y den gracias a que las anillas en su esencia tienen una fuerza tremenda por cómo es la competición. Pese a atravesar el momento que atraviesan, hay plazas que las seguirán haciendo, cosa que no pasaría con otros festejos.

En caso de que quieran tener todo controlado, bien simple. Que monte una empresa el colectivo. Que se jueguen sus dineros, hagan sus campañas publicitarias y lleven las vacas que quieran con el formato que quieran. Si esto llegara a darse... Se darían cuenta cómo va más gente a los concursos de vacas fuertes bien promocionados que a los de vacas suaves. 

Solo dos concursos han anunciado las vacas y las parejas con más de una semana de antelación: Azpeitia y Ricla. Háganselo mirar los organizadores y exíjanles los recortadores que se hagan buenas promociones. Que no se anuncien ni vacas ni parejas en Zaragoza es algo que no deberían consentir.

La espiral de complacencia de las parejas es muy peligrosa. Todas están por debajo de lo que pueden dar. Es una firme creencia. Hay mucho más potencial del que se ve. Eximiremos a los recién llegados, obviamente. Si los de arriba arrearan más, los que compiten por los concursos tendrían que pisar el acelerador. Si los de media tabla dieran más de sí, pillarán algún premio más y pondrían complicado a los organizadores dejarlos fuera. Los de abajo, arreando, harían que los que completan los concursos peleasen por no quedarse fuera. Pero mientras no se den pasos al frente, esto va a seguir como está. Que no haya parejas es parte de la culpa también. Han sido varias las pérdidas de recortadores de nivel que lo han dejado y que, por edad, deberían estar en el circuito aún. Ojalá volvieran Joanes, Ezquerro, Arturo, Juan, Borja... Y Mario con “Kimera”.

Como de casi todos se recuerdan actuaciones de quitarse el sombrero, se demuestra que poder, pueden. Porque aquí no se quiere ir contra nadie en concreto, ni mucho menos se tiene nada personal contra nadie, pero sí contra la complacencia actual del colectivo. Y es que se ha podido ver que poder pueden, sin ir más lejos, con Chus en Alagón o con Eusebi en Pamplona, por poner dos demostraciones de raza. ¿Alguien va a dudar el pedazo de recortador que es Roberto? ¿Alguien va a discutir el compromiso de “Kimera” para salir hecho polvo? ¿Y las facultades de Zabalza? ¿Y el talento innato de Mario? ¿Y lo bueno que es Rafa? ¿Y el nivel de Ander? ¿Y lo que arrea Edgar? ¿Y la veteranía de Asier? ¿Y la casta de Xabi? ¿Y el temporadón de Javi en su primer año? Y hay jóvenes que pueden valer como Saúl, Alejandro y Enaitz. Por cierto, estando en el puesto octavo, ¿por qué el colectivo no ha hecho fuerza para que hicieran más concursos Julen y Enaitz? Se merecían estar por clasificación en Zaragoza y ni se les llamó, y entraron tres parejas con peor puesto que ellos. No sería que el hierro que hace en solitario el concurso dijera que tenían que ser un máximo de 10 parejas, ¿no? Esperemos que no…

Hay mimbres para hacer mucho mejores los concursos y en sus manos está, pero sean conscientes de que todos ellos están de paso. Todos pasarán y las anillas quedarán. Y también se queda el aficionado. El que paga la entrada. El que mantiene esto. Ese nunca se jubila. Eso sí, decide si va o no va. De hecho, han dejado de ir. Hay opiniones fundamentadas de muchísima gente infinitamente más duras que la expresada en este artículo. Súmenle la imagen que se están labrando, que justa o injustamente, va cuesta abajo. Aunque no lo crean, se sabe todo y lo que hacen tiene mucha más repercusión (para mal) de lo que creen.

En la tercera temporada post-pandemia donde, para muchos espectáculos, se mantiene la tendencia de ir a más, ¿En la realidad paralela no se ve que de 36 concursos programados el año pasado se ha bajado a 26? Un descenso de un 27% ¿Por qué será? Por eso este artículo es por el bien de las anillas, para que reflexionen y estimularlos.

Pd 1: el que por dentro piense: pues sal tú, no entiende nada.

Pd 2: seguramente la mayoría de los recortadores actuales estarán de acuerdo prácticamente con todo lo escrito. Así lo dicen en privado.

Pd 3: aquí es donde más se promocionan las anillas y más se apoya a los recortadores de esta disciplina. Mucho tiempo y dinero invertido. Pero no se tiene nada que perder, ni se le debe nada a nadie.

lunes, 23 de octubre de 2023

ESTO ES LO QUE HAY

Ir a Zaragoza con ilusión este año era complicado. Si 2023 ha sido probablemente la peor temporada de la historia, difícilmente el Campeonato Nacional iba a ofrecer algo acorde a la categoría de la cita más importante del año. Era ver más de lo mismo que las tres últimas ediciones. Hablar de la temporada, habría que hablar en otro artículo. Aunque veremos si apetece escribirlo por hastío.

Por delante, sobredosis de parejas. Once eran demasiadas. Con nueve es suficiente, que ya con eso iba a haber relleno. El panorama es el que es, quien quiera engañarse, que se engañe. La selección de parejas, por clasificación tenía que haber sido la siguiente: "Kimera" - Zabalza, Cuairán - Roberto, Chus - Rafa, Mario - Luis, Ander - Xabi, Ezquerro - Arturo, Asier - Edgar... Y ahora viene cómo se tenía que haber completado... El octavo puesto se le debía haber ofrecido a Iosu Valenciano (y que saliera con quien él quisiera), que se lo ganó con Ander mientras salieron. No se acordaron de él. Y el noveno, por clasificación, para "Chencho" - Membrado. ¿Los demás? Pues a ganarse el puesto. ¿Por qué once parejas y no trece? Y hubieran entrado Saúl - Julen y Pablo - Jesús (pareja valenciana con mejor media de puntos que muchas de las que salieron y por encima en la clasificación de Óscar - Ioritz). El criterio de la clasificación fue el utilizado el año pasado. Nos pegamos toda la temporada haciendo los concursos a diez parejas (aunque cobrando la entrada como si salieran doce vacas, pero así se ahorran dos subvenciones) y ahora en el Pilar, once, sin ningún sentido. 

A la plaza se entraba a ciegas. Este año no se anunciaron ni vacas ni parejas. Eso sumado al apagón informativo en forma de no acreditar a fotógrafos habituales, así como la no retransmisión del festejo por Aragón TV, hizo que la cita tuviera un toque clandestino. Ahora bien, subiendo un euro la entrada (Simón Casas y Toropasión lo dejaron en 12 € en 2017 y ya está en 15 €, lo que supone una subida de un 25%), con cero información del festejo y nula campaña publicitaria, la plaza registró la mejor entrada del Campeonato Nacional en mucho tiempo. Se rozaron los tres cuartos. Lógica no tiene, pero bienvenido sea. Ah, y siendo la cuadragésima edición... También se podía haber hecho algo especial. Que se recuerde solo en la vigésima y en la vigésimo quinta se hizo. Vuelta a veinte años atrás cuando no se sabían ni vacas ni parejas. Con lo que costó...

En la presentación no se comunicó el tipo de formato con el que se iba a desarrollar el concurso, lo que hizo que hubiera gente que abandonara la plaza tras finalizar la ronda clasificatoria.  Y después de anunciar a todas las parejas, se sacó a saludar a Sergio y Félix Ozcoz. Solo a saludar, no se les entregó detalle alguno. Se dijo que habían echado las mejores vacas en esta plaza para las anillas junto con los Hermanos Marcén. Esto último era innecesario mencionarlo por no ajustarse a la realidad.

Y a partir de abrirse la puerta de toriles, ?qué? Pues lo esperado. En general, ni vacas ni parejas del nivel de Zaragoza. Ambas cosas, para quienes sigan el circuito, ya eran sabidas. Claro que hubo excepciones, pero el nivel general fue el que fue. Zaragoza tiene que ser un restaurante de cinco tenedores, y más este año que para eso se paga la entrada más cara de la historia. En las últimas cuatro ediciones es un restaurante en el que se come un buen menú del día con platos exquisitos en medio de otros vulgares. Por supuesto que no es comida rápida, pero tampoco hay estrellas Michelin. 

Asier y Edgar arrancaron a recortar según se abrió la puerta de toriles, para luego perder un minuto entero en colocar a la vaca y no verlo. Una vaca que si se coge bien, ni se cruza lo que creen, ni es para tanto. Edgar le pegó un recorte de punta a punta en el que casi la tuvo que esperar. Como aún no se la ha destapado, parece lo que no es. 

Cuairán y Roberto con un clásico de la casa. Vaca de pitones complicados que se queda corta y se defiende. La única pareja que supo dar ruedas largas. Se desesperaron por no acertar a meter anillas a una vaca que nunca debió salir en Zaragoza. 

Ander y Xabi, corazón todo el del mundo. Vaca con cierto picante si se le consienten los terrenos cercanos a tablas. Tenía alguna anilla más pero a ellos no se les puede reprochar nada.

Óscar y Ioritz tuvieron una vaca que en el propio Zaragoza le ha caído un buen número de anillas. Era para pasar a la final. O igual no, que las había más fáciles aún.

"Chencho" y Membrado también tuvieron una vaca para meterle un número de anillas muy alto. 

Rubén y Tanco, con vaca que le costaba un verano revolverse. Era de muchas anillas. Para el de Utebo era su último concurso. Ha estado desde 2006 participando en el circuito.

Estas tres últimas vacas eran para meterles muchas y no se les metieron. Además se les dejó que remataran y se les hizo pasar por vacas de Zaragoza. No lo son ni de lejos.

Héctor y Aitor tuvieron una que era un poco complicada, pero más por no dejarse colocar por falta de fijeza así como por no terminar la embestida. Una vaca que no ha dado el paso adelante que se esperaba por la familia de la que viene.

Ezquerro y Arturo estuvieron bien ante la primera vaca que salía que sí que tenía el nivel de Zaragoza. Una vaca que por cierto ha pegado un bajón ostensible con respecto al año pasado. Aún así, buena vaca. Se atacaron en el final y eso le llevó a Arturo a cometer un error que le iba a costar caro. En terrenos que no había espacio material, recortó intentando meter la anilla. Le puso en bandeja la cogida a la vaca. Lesión importante en el tobillo que le impidió continuar el concurso. Bravos los navarros.

Mario y Luis tuvieron delante a una vaca que se recorta andando. No es una exageración. El Mario de hace unos años recortaba andando en Zaragoza a "Estornina". Esta es infinitamente más tonta al recorte. Aún con el pitón poco propicio, es de muchas anillas. Como no la recortó así, solo tres anillas. 

Chus y Rafa, ante una vaca que cuando se la recorta bien, no tiene absolutamente nada. En el momento que se le da una rueda en condiciones se disuelve como un azucarillo. Como eso no pasó, quedaron bien los tres. Ellos por una actuación emocionante y ella porque la lucieron. Pusieron la plaza en pie, pero se pusieron en un riesgo excesivo ante la vaca que era.

"Kimera" y Zabalza ante una de Marcén que su única complicación es que en el embroque baja el pitón derecho. La solución pasa por olvidarse de meter anillas al principio y echarla abajo. Cuando la vaca esté desgastada entonces tienen que caer las anillas. No la echaron abajo del todo. Se quedaban fuera de la final por tiempos.

Antes de la final, una sola vaca del nivel de Zaragoza. Esto es lo que hay.

Llegó la final. Por fin había vacas de verdad. No iba a estar igualada pero, por lo menos, se iban a ver vacas acordes a La Misericordia.

La primera, la Nº 3 "Rastrerilla" para Ander y Xabi. Parecía que el año pasado esta vaca se despedía. Pero volvió a ganar peso en invierno y la ganadería ha vuelto a echarla. Una alegría. La vaca nunca volverá a estar al nivel de 2018, pero es verdad que ha estado más fuerte que el año pasado. Qué pedazo de vaca. Qué corazón. Qué brava es. Los vascos, qué pedazo de recortadores. Qué corazón. Qué bravos son. Una actuación vibrante. Anillas seguidas de remates que ponían los pelos de punta. Se puso la plaza en pie para aplaudir a vaca y pareja. 

Eso sí, los momentos de apuro, dejando a la vaca en las rayas de picadores y con rueda, no hubieran sido tantos. Ni tampoco cogiendo la vaca de tabla a tabla, pero siendo el embroque en las rayas. La vaca que ya no es rápida, lo permite. Probablemente a la de Marcén, así, se le hubieran hecho eternos los tres minutos.

Ezquerro tuvo que salir sin Arturo a la final. Lo acompañó Roberto. El de Peralta, zurdo él, hizo toda la actuación por el izquierdo. Y ahí la vaca fue lila perdida. Lila como lo son por ese pitón la gran mayoría de vacas del circuito. Difícil valorar a la vaca. Con algo más de tino, podría haber ganado el concurso metiendo anillas él solo.

Cerraron Chus y Rafa que perdieron la batalla ante el número. La más dura y complicada de Marcén. La única manera de poder con ella es darle mucho y ver si la edad ya hace mella. Eso no pasó y hubo pocos recortes. 

Campeones Nacionales Ander y Xabi. Segundo título para el de Villabona y primero para el de Azpeitia que, un año después, cambió las lágrimas de rabia por una grave lesión, por las de alegría por ser triunfador. Zorionak txapeldunes.


Un Campeonato Nacional con 34 anillas. Si el nivel de las parejas es el que es y, aún así, se meten tantas anillas, blanco y en botella. Zaragoza no debiera ser esto. Al albero de La Misericordia saltaron solo cuatro vacas del nivel del Campeonato Nacional. El lote, para quien entienda y sepa cómo se recortan y se lidian las vacas en las anillas, posibilitaba una cifra cercana a las 80 anillas (cuando a las parejas se les enciende la bombilla se las meten). Hubo unas cuántas de diez anillas. Que no se les metan, no significa que no las tengan. Que no se las eche abajo, no significa que sean fuertes. 

Muchos fueron los murmullos y conatos de pitos para los recortadores por no entrar a recortar cuando era evidente que se podía. Bastante bueno es el público que en este concurso y en la feria, para lo que se ofrece, protesta bastante menos de lo que corresponde. El que paga, que proteste siempre lo que quiera. Que además, se le sigue subiendo el precio de la entrada. Se esté de acuerdo o no, se ha de respetar. Es curioso que en los tiempos en los que se organizaba todo con mimo, con toros de infinita mejor presentación y con vacas de varias ganaderías y mayor nivel, las protestas eran mayores que ahora. 

El problema en líneas generales de los recortadores es que se recorta en largo, porque en corto hay que tragar más. No se gana la cara bien porque no se deja venir a las vacas. Y no se cierran en el recorte con lo cual no se puede al animal. Como no están juntos, no hay ruedas. Si se le suma la, en general, manifiesta falta de fijeza de las reses, llegamos a que vacas de portátil parecen internacionales y acaban saliendo en Zaragoza. Y vacas de portátil no son porque se escriba aquí, es porque salen durante la temporada en portátiles y con dineros de portátil. Así de simple.

Si hay que ser duros con ellos es porque casi todos, en algún momento, han demostrado que pueden hacerlo mucho mejor. Tanto a la hora de entender a las vacas como en ganas de competir y darlo todo. Se ha contagiado en el circuito una extraña apatía que hace que todas las parejas estén por debajo de lo que pueden dar. Tienen que espabilar.

Las vacas de verdad son vacas como la Nº 3 o la Nº 313. La mayoría de las que salieron en Zaragoza no lo son. Un remate de la Nº 3 vale por diez de los de sus hermanas. Querer poner al mismo nivel a otras, es insultar a estas dos pedazo de vacas de Marcén ¿Con el lote de 14 poniéndoles bolas se podría hacer una mañana de vaquillas? Es que hay una ganadería de Cárcar que a algunas de las mejores vacas de la temporada de las anillas y a otras que hacen concursos les pone las bolas y hace la mejor mañana de vaquillas del Pilar. Vacas de verdad.

Terminada la temporada, ha sido Ricla el concurso más fuerte del año. El dato habla por sí solo. Esto es lo que hay. Por eso, una vez más, hay que seguir reclamando que a Zaragoza vayan las mejores vacas del circuito. Marcén, Arriazu, Eulogio, Germán Vidal, Oliva... Pero claro, entonces tendrían que competir, además de que eso vale más dinero. Aunque se ganen 7.000 euros más de recaudación en entradas, más las 1.500 - 2.000 personas más que entraron a 15 € (un total de más de 30.000 €), no se pueden usar porque hay que financiar las tardes.

PD: La cubierta cerrada y todos los focos enchufados.