lunes, 18 de noviembre de 2024

LA REALIDAD PARALELA

Este año el Campeonato Nacional ya no merece un artículo. Con leer lo de los últimos años, vale. Quien quiera, que lea lo de 2018, 2019, 2022 y 2023. Sigue todo igual. Quien quiera saber el resultado lo puede ver en la web. Segundo concurso de la temporada con más anillas (y las que se podían haber metido más). Alegría por los ganadores porque se lo merecieron. Es lo mismo de las cuatro últimas ediciones pero siguiendo con la cuesta abajo ganadera. Una pareja menos, un euro más. Solo tres reses dignas de Zaragoza (según la lista hecha por los propios recortadores solo había cuatro vacas fuertes). Ni parejas ni vacas anunciadas. Concurso de portátil con jabón. El daño ya está hecho.

Ahora, entramos en materia. Por delante, por si alguien recién llegado al festejo popular en general y a las anillas en particular, lee este artículo, se va a decir lo que siempre se ha dicho desde estas líneas. Las anillas son la disciplina más dura del festejo popular con animales corridos. Es la más exigente y la que mayor verdad tiene. Por eso, los que salen a los concursos de esta disciplina, son los mejores recortadores que hay. De aquí a Lima. Recuérdese, recortan por el derecho, tienen que ganar la cara sin cambios de dirección, quedarse en ella, están solos dos en la arena y tienen un tiempo limitado para lidiar a la vaca. Además tienen una temporada con entre 20 y 40 fechas. Aquí no se va a picar con otras disciplinas con más trampas que una película de chinos. Se tiene muy claro que el de las anillas, es el mejor recortador. Por ello se hace un especial seguimiento a esta modalidad. Otros sacan pecho de concursazos, con tostones de pónmelo aquí, pónmelo allá hasta que lo ven claro y no llevan ni mil personas en alguna capital de provincia. Aquí no hay una megafonía jaleando machaconamente en cada acción, obligando al público a aplaudir e incluso censurando y mandando callar a los que protestan (ay si otros tuvieran tiempo limitado para ejecutar las suertes...) Aquí si das la cara te aplauden, si no, no. Haremos la excepción de las cada vez más exageradas y excesivas salidas a saludar al acabar las actuaciones, pedidas por el micrófono. Empieza a ser peligroso dar tanto jabón a quien no lo merece.

Esto último enlaza con el titular del artículo. La realidad paralela. Actuación mediocre y que, con el micro, se pide salir a saludar... Que no es que se le diga al público si quiere aplaudirles, es que se les mandar salir al tercio para que se les aplauda. Una persona (sea cual sea) decide a quién se aplaude. Les hace creer lo que no es. Ese aplauso forzado es mentira. Que se salga a los concursos porque no hay más, también les hace creer que valen, cuando no es cierto. El panorama actual, lo quieran ver o no, es el peor de la historia. Y oye, que si no dan más de sí (cada cual sabrá si da el máximo cada vez que pisa la arena), pues qué le vamos a hacer. No son profesionales, por lo que se les puede exigir en ese aspecto, hasta cierto punto. Aunque claro, de la misma manera que se usa la excusa de que no viven esto, pueden cruzar la red de vuelta los argumentos de que tampoco nadie les obliga a salir y que se paga por verlos. Hay muchas capeas y festejos de participación libre en los que pueden salir a la vaca que quieran y cuando quieran, sin ningún compromiso. Aunque sin la golosa fama que dan los concursos, claro.

Las anillas, toda la vida han sido como han sido. No se puede cambiar su esencia porque entonces no tienen interés. Si a alguien no le da para meter gol, no puede pedir agrandar la portería. Si no se llega a machacar, no se puede pedir bajar la canasta. Las anillas tienen gracia con vacas fuertes. Que no se pide que todos los concursos sean así, que ya se entiende dónde hay que echarlas, pero que ahora, son escasos los concursos donde se pueden ver el tipo de vacas que hacen que los aficionados hagan kilómetros. Y se queda escaso que solo sean fuertes las tres de la final. Se puede demostrar claramente cómo la gente se desplaza en función de las vacas anunciadas, no por las parejas. Es una realidad.

Los tiempos cambian, está claro. Pero si se les dice a los de ahora que en los años 80-90, se llegó a la centena de fechas y que se hacían cuatro o cinco concursos en un fin de semana, igual les explota la cabeza. Por cierto, por aquel entonces las vacas iban en puntas y las carreteras eran como eran. Que sí, que abultaban la mitad que las de ahora, eso está claro. Y que también había cabras, que aún lo eran más porque comían menos que en esta época. Pero que las de ahora son las vacas más fáciles al recorte de la historia, también. Ahora entran al embroque con fuerza muy pocas vacas. Meterse de verdad, contadísimas. Ser vacas con verdad, escasas. Vacas muy normales se están intentando hacer pasar por fuertes. Si es que hasta las que ellos perciben como fuertes, cuando les dan de verdad, hacen aguas por todos los lados. Recortándolas bien no rematarían ni la cuarta parte de las que ahora lo hacen. Si probaran a ir en corto, estar los dos juntos y cerrarse en los recortes... Cuando salen a morder, ¿cuántas vacas actuales aguantan?

El de las anillas, por regla general, es el público más entendido en vacas del festejo popular. Por eso no se traga milongas. Como sabe ver la vaca, va a exigir que se le haga lo que posibilita. Es que la gente quiere ver anillas. Miau. La gente quiere ver las anillas que tiene la vaca. Si metes cinco pero la vaca tiene quince, el espectáculo no vale. Si a la que tiene dos o tres, ni se la recorta, tampoco vale el espectáculo. Las anillas son así de crudas, se ve claramente lo que hay, tanto en vacas como en parejas. Tampoco va a colar que vacas muy normales, se quieran hacer pasar como vacas fuertes. Ese tipo de vacas a las que ahora no se les meten ni cinco, son vacas de exhibición para meterles ocho o diez. De vez en cuando, cambian el chip, hacen las cosas bien y se ve claramente lo que son realmente algunas vacas.

Cuando hay enfrentamientos entre hierros punteros, no se le puede pedir a ninguno que rebaje nada, ni mucho menos “hacerles” la lista de las que deben llevar. Tienen que ir con todo lo que puedan, que para eso están compitiendo también. No se le puede pedir a uno que rebaje, al otro no y que luego el que va con lo que quiera, quede mejor que el otro. No hombre, no. Si comparten cartel dos o más ganaderos, con lo que quieran. Luego se piden los dineros acordes y punto. El que paga, si ve anunciados a dos de los de arriba, quiere ver a sus mejores vacas. Nadie se imagina anunciar un Madrid - Barcelona sin que pudieran llevar sus mejores jugadores. Y, a poder ser, que se vean más enfrentamientos entre los ganaderos que tienen las mejores vacas. Al menos entre los que no tienen problema en enfrentarse a sus colegas. Y que se vean más veces vacas sueltas que se sabe que son buenas para las anillas. En las últimas tres temporadas solo 12 concursos han sido con dos o más ganaderos. Los demás, con solo un hierro. Eso no despierta el interés del aficionado. Ricla, por ejemplo, aunque luego no saliera como se esperaba, que verdad es, lo despertó. Alagón, también. Ojalá ponerle el mismo rasero al análisis de Zaragoza.

La realidad paralela viene por una manifiesta endogamia. Siempre se ha alabado que haya unión en los recortadores, pero si no se cae en el corporativismo. No es buena la homogeneidad para todo (porque luego hablando uno por uno, son muchos los que discrepan, pero no quieren alzar la voz por comodidad o por miedo a quedar fuera del grupo). No es bueno tampoco que solo se piense en el colectivo y no en el interés del aficionado que paga la entrada. Nunca se les va a discutir un euro de sus peticiones. Ahora bien, si se les da lo que piden, luego hay que dar la cara. Si no se da un espectáculo acorde, es cuando chirrían las exigencias. Si se les da lo que piden, luego hay que tener compromiso. Exigir para que luego uno de los habituales diga, es que me voy a la playa, es que tengo competición de no se qué o que son fiestas en mi pueblo... Tardar en confirmar y que no pueda cerrarse el concurso para hacer una buena promoción con tiempo, no es de recibo. No avisar de que no se va a ir, serio tampoco es. Todo esto, sigue pasando.

En esa endogamia también entran los palmeros (recuérdese este artículo: "Palmeros"). Y en ese círculo, no hay opinión crítica ni quien les haga ver la realidad (recortadores veteranos ya desisten de dar su visión). Esto también viene motivado por una razón. Muchos aficionados (muchísimos más de los que ellos creen), han dejado de ir a los concursos porque el espectáculo es el que es. Al no ir, han dejado de tener críticas. Críticas que a la espalda hacen apegados al círculo, pero que luego no les dirán a la cara. Lo que se conoce como falsedad. Si hubieran conocido la época en la que se les pegaban pitadas ensordecedoras a las parejas que no se metían con las vacas... Si es que además tienen ahora a un público que es como el osito de mimosín, que no exige nada. Con ver una rueda de tres o cuatro recortes se ponen a aplaudir. Y si ya ven entrega y raza, se vuelven locos. Que no se pide tanto.

A la realidad paralela, como no puede ser de otra manera en estos tiempos, contribuyen las redes sociales. Mucha foto subida esperando la alabanza. Publicaciones con mensajes que se hacen difíciles de digerir. Pegan tres recortes y creen que es una actuación notable. No se hará con mala intención, pero flaco favor se hace diciéndole lo que no es a un chaval. Por no hablar de lo peligroso que es. A quien no está para esos compromisos, le puede hacer mucho daño una vaca. En eso también, culpa tienen los organizadores que saquen a gente que no esté preparada, con tal de completar un concurso de cualquier manera. 

Hablando de empresas que organizan concursos. ¿No se dan cuenta de que queda fatal salir con los pantalones de otra empresa en un concurso? Todo recortador debe tener pantalón que no sea de ninguna empresa para concursar. Sería precioso volver a que las parejas salieran con sus camisetas. Pero como eso no se sabe pelear en la realidad paralela, para poder tener sus propios patrocinadores... Al menos, que un organizador no tenga que ver pantalones de la competencia en sus concursos, por simple dejadez de los participantes, que quizá ni caen en la cuenta.

Inmersos en esa realidad paralela, no son conscientes de que las parejas de media tabla hacia abajo, hace no tantos años, no tendrían hueco alguno en los concursos (todavía quedan recortadores en activo que estuvieron en esos años). Y que las parejas de mitad de tabla de no hace tantos años, prácticamente pelearían por la Anilla de Oro actual. Por eso no se entiende que se tomen decisiones en base a la "mayoría". La mayoría que solo mira por su interés particular. ¿Cómo no van a salir resultados mayoritarios hacia lo más cómodo? No puede valer lo mismo el voto del que da la cara, que del que va a los concursos sin aspiraciones o del nuevo que tiene hueco porque no hay más, no porque valga. Los propios compañeros le tienen que poner las pilas a los que están por estar, máxime a los que ya llevan años. Y si no quieren, por lo menos que no haya autocomplacencia colectiva de echarse flores cuando no hay motivo.

Lo genial es que luego se opta por, en los concursos suaves, cerrarlo a diez, porque así hay menos parejas de relleno (este argumento es de ellos mismos). Y entonces, ¿cómo van a salir parejas nuevas? ¿Los sacamos directamente en los concursos fuertes que son a doce parejas? ¿Las mismas diez parejas acomodadas para toda la temporada exigiendo que salgan todas en el Pilar? ¿Y quién piensa en el que paga? A ese le quitan dos vacas por todo el morro. En los concursos siempre, como mínimo, 12 vacas, 12. Si no hay 12 parejas, formato. En 2024, solo un concurso ha contado con 12 parejas, y solo 10 concursos han tenido 12 vacas o más. Por cierto, este año 14 de los 22 concursos, con formato. Tirando de memoria, aparece una media sonrisa al ver que todos los organizadores han recurrido al formato por eliminación. Ah y se puede mirar hacia el País Vasco y la Comunidad Valenciana. Que se sigue siendo injusto con recortadores que, cuando toca que completen concursos, dan más la cara que los de aquí, haciéndose una kilometrada. Veríamos cuántos de los de aquí seguían saliendo si tuvieran que hacer tantos kilómetros. Luego algunos sacan pecho de darles sitio, cuando si se lo dieron, fue a regañadientes y tarde.

Y el mayor problema es que esa realidad paralela no les hace ver que no están para exigir por lo que se está viendo en la arena. Que no pueden pretender controlar todo. Por coherencia además, si controlan, que controlen a todos. Porque en el Pilar tragan con carros y carretas, mientras que a otros los vuelven locos con peticiones/sugerencias con visos de exigencias. Si se ponen unos mínimos y esos mínimos están, no se puede pretender rebajar el nivel de vacas pese a rebajar dineros. El organizador tiene que tener la libertad de hacer un concurso todo lo fuerte que quiera cuando quiera, sin tener negativas en bloque, aunque muchos quisieran salir. Ahí hay que romper la unidad, el que quiera que salga y el que no, que se quede en casa (pese a que sea a una semana del Pilar). Porque amparados en que supuestamente quieren igualar, es sonrojante recordar cómo está de igualado el Campeonato Nacional (bueno este año igualado a la baja, sí). ¿Por qué no exigen ahí que estén las mejores vacas de la temporada y que no sean de un único hierro? Porque igual que marcan que hay plazas que no corresponde echar vacas fuertes, deberían hacer fuerza porque en La Misericordia no haya vacas de portátil, o casi el concurso entero... En Zaragoza es innegociable que estén las mejores vacas posibles, aunque luego no pudieran con ellas.

En cuanto a definir cuáles son fuertes y cuáles no, medítese mucho más. Porque se han puesto como fuertes algunas que no son y se han quedado sin ser fuertes algunas que lo son. En cuanto a pitones, lo mismo. No sea que luego acabe siendo vaca de ganar concursos una que se quería dejar en la finca porque se aseguraba no tenía el cuerno derecho apropiado para las anillas.

Sin embargo, que no les cause preocupación algo fundamental, como es el director de lidia, es de chiste. ¿No van a exigir que sepan darle capa y llevarse a una vaca corrida los que hagan esa labor? ¿No van a exigir que estén dando vueltas al callejón siguiendo la lidia de la pareja? Un director de lidia tiene que ser el primero o de los primeros que llegue al quite y tiene que intentar llevarse a la vaca a base de darle capa, cogiendo el capote a dos manos a poder ser y sin soltarlo. Si se hace bien esa labor, no hay que coger a la vaca. Los mejores ejemplos de cómo se debe hacer son Imanol Sánchez o Sergio Sánchez. Mírense los vídeos de las cogidas, examínese a todos y veamos quiénes no deberían hacer concursos. Igual hasta salta la sorpresa de alguno con nombre.  ¿En la realidad paralela no se ha caído en esta circunstancia para que no se vean labores lamentables hasta en capital de provincia (de Navarra para ser más exactos)?

No parece tampoco preocupar lo más mínimo que no se sepa el reglamento el encargado del micrófono. Eso da igual. Que se incumpla el reglamento con reincidencia y sean habituales las meteduras de pata, no importa. Da igual que no se apunten los resultados de los jurados de manera ordenada. En la realidad paralela ni se cae en la cuenta de eso. Que puedan influir errores hasta en el resultado del Campeonato Nacional…

Deberían abrir los ojos y ser conscientes de que la gran mayoría de concursos se están sustentando en la tradicionalidad. Se hacen por costumbre, no porque despierten interés. Y den gracias a que las anillas en su esencia tienen una fuerza tremenda por cómo es la competición. Pese a atravesar el momento que atraviesan, hay plazas que las seguirán haciendo, cosa que no pasaría con otros festejos.

En caso de que quieran tener todo controlado, bien simple. Que monte una empresa el colectivo. Que se jueguen sus dineros, hagan sus campañas publicitarias y lleven las vacas que quieran con el formato que quieran. Si esto llegara a darse... Se darían cuenta cómo va más gente a los concursos de vacas fuertes bien promocionados que a los de vacas suaves. 

Solo dos concursos han anunciado las vacas y las parejas con más de una semana de antelación: Azpeitia y Ricla. Háganselo mirar los organizadores y exíjanles los recortadores que se hagan buenas promociones. Que no se anuncien ni vacas ni parejas en Zaragoza es algo que no deberían consentir.

La espiral de complacencia de las parejas es muy peligrosa. Todas están por debajo de lo que pueden dar. Es una firme creencia. Hay mucho más potencial del que se ve. Eximiremos a los recién llegados, obviamente. Si los de arriba arrearan más, los que compiten por los concursos tendrían que pisar el acelerador. Si los de media tabla dieran más de sí, pillarán algún premio más y pondrían complicado a los organizadores dejarlos fuera. Los de abajo, arreando, harían que los que completan los concursos peleasen por no quedarse fuera. Pero mientras no se den pasos al frente, esto va a seguir como está. Que no haya parejas es parte de la culpa también. Han sido varias las pérdidas de recortadores de nivel que lo han dejado y que, por edad, deberían estar en el circuito aún. Ojalá volvieran Joanes, Ezquerro, Arturo, Juan, Borja... Y Mario con “Kimera”.

Como de casi todos se recuerdan actuaciones de quitarse el sombrero, se demuestra que poder, pueden. Porque aquí no se quiere ir contra nadie en concreto, ni mucho menos se tiene nada personal contra nadie, pero sí contra la complacencia actual del colectivo. Y es que se ha podido ver que poder pueden, sin ir más lejos, con Chus en Alagón o con Eusebi en Pamplona, por poner dos demostraciones de raza. ¿Alguien va a dudar el pedazo de recortador que es Roberto? ¿Alguien va a discutir el compromiso de “Kimera” para salir hecho polvo? ¿Y las facultades de Zabalza? ¿Y el talento innato de Mario? ¿Y lo bueno que es Rafa? ¿Y el nivel de Ander? ¿Y lo que arrea Edgar? ¿Y la veteranía de Asier? ¿Y la casta de Xabi? ¿Y el temporadón de Javi en su primer año? Y hay jóvenes que pueden valer como Saúl, Alejandro y Enaitz. Por cierto, estando en el puesto octavo, ¿por qué el colectivo no ha hecho fuerza para que hicieran más concursos Julen y Enaitz? Se merecían estar por clasificación en Zaragoza y ni se les llamó, y entraron tres parejas con peor puesto que ellos. No sería que el hierro que hace en solitario el concurso dijera que tenían que ser un máximo de 10 parejas, ¿no? Esperemos que no…

Hay mimbres para hacer mucho mejores los concursos y en sus manos está, pero sean conscientes de que todos ellos están de paso. Todos pasarán y las anillas quedarán. Y también se queda el aficionado. El que paga la entrada. El que mantiene esto. Ese nunca se jubila. Eso sí, decide si va o no va. De hecho, han dejado de ir. Hay opiniones fundamentadas de muchísima gente infinitamente más duras que la expresada en este artículo. Súmenle la imagen que se están labrando, que justa o injustamente, va cuesta abajo. Aunque no lo crean, se sabe todo y lo que hacen tiene mucha más repercusión (para mal) de lo que creen.

En la tercera temporada post-pandemia donde, para muchos espectáculos, se mantiene la tendencia de ir a más, ¿En la realidad paralela no se ve que de 36 concursos programados el año pasado se ha bajado a 26? Un descenso de un 27% ¿Por qué será? Por eso este artículo es por el bien de las anillas, para que reflexionen y estimularlos.

Pd 1: el que por dentro piense: pues sal tú, no entiende nada.

Pd 2: seguramente la mayoría de los recortadores actuales estarán de acuerdo prácticamente con todo lo escrito. Así lo dicen en privado.

Pd 3: aquí es donde más se promocionan las anillas y más se apoya a los recortadores de esta disciplina. Mucho tiempo y dinero invertido. Pero no se tiene nada que perder, ni se le debe nada a nadie.

lunes, 23 de octubre de 2023

ESTO ES LO QUE HAY

Ir a Zaragoza con ilusión este año era complicado. Si 2023 ha sido probablemente la peor temporada de la historia, difícilmente el Campeonato Nacional iba a ofrecer algo acorde a la categoría de la cita más importante del año. Era ver más de lo mismo que las tres últimas ediciones. Hablar de la temporada, habría que hablar en otro artículo. Aunque veremos si apetece escribirlo por hastío.

Por delante, sobredosis de parejas. Once eran demasiadas. Con nueve es suficiente, que ya con eso iba a haber relleno. El panorama es el que es, quien quiera engañarse, que se engañe. La selección de parejas, por clasificación tenía que haber sido la siguiente: "Kimera" - Zabalza, Cuairán - Roberto, Chus - Rafa, Mario - Luis, Ander - Xabi, Ezquerro - Arturo, Asier - Edgar... Y ahora viene cómo se tenía que haber completado... El octavo puesto se le debía haber ofrecido a Iosu Valenciano (y que saliera con quien él quisiera), que se lo ganó con Ander mientras salieron. No se acordaron de él. Y el noveno, por clasificación, para "Chencho" - Membrado. ¿Los demás? Pues a ganarse el puesto. ¿Por qué once parejas y no trece? Y hubieran entrado Saúl - Julen y Pablo - Jesús (pareja valenciana con mejor media de puntos que muchas de las que salieron y por encima en la clasificación de Óscar - Ioritz). El criterio de la clasificación fue el utilizado el año pasado. Nos pegamos toda la temporada haciendo los concursos a diez parejas (aunque cobrando la entrada como si salieran doce vacas, pero así se ahorran dos subvenciones) y ahora en el Pilar, once, sin ningún sentido. 

A la plaza se entraba a ciegas. Este año no se anunciaron ni vacas ni parejas. Eso sumado al apagón informativo en forma de no acreditar a fotógrafos habituales, así como la no retransmisión del festejo por Aragón TV, hizo que la cita tuviera un toque clandestino. Ahora bien, subiendo un euro la entrada (Simón Casas y Toropasión lo dejaron en 12 € en 2017 y ya está en 15 €, lo que supone una subida de un 25%), con cero información del festejo y nula campaña publicitaria, la plaza registró la mejor entrada del Campeonato Nacional en mucho tiempo. Se rozaron los tres cuartos. Lógica no tiene, pero bienvenido sea. Ah, y siendo la cuadragésima edición... También se podía haber hecho algo especial. Que se recuerde solo en la vigésima y en la vigésimo quinta se hizo. Vuelta a veinte años atrás cuando no se sabían ni vacas ni parejas. Con lo que costó...

En la presentación no se comunicó el tipo de formato con el que se iba a desarrollar el concurso, lo que hizo que hubiera gente que abandonara la plaza tras finalizar la ronda clasificatoria.  Y después de anunciar a todas las parejas, se sacó a saludar a Sergio y Félix Ozcoz. Solo a saludar, no se les entregó detalle alguno. Se dijo que habían echado las mejores vacas en esta plaza para las anillas junto con los Hermanos Marcén. Esto último era innecesario mencionarlo por no ajustarse a la realidad.

Y a partir de abrirse la puerta de toriles, ?qué? Pues lo esperado. En general, ni vacas ni parejas del nivel de Zaragoza. Ambas cosas, para quienes sigan el circuito, ya eran sabidas. Claro que hubo excepciones, pero el nivel general fue el que fue. Zaragoza tiene que ser un restaurante de cinco tenedores, y más este año que para eso se paga la entrada más cara de la historia. En las últimas cuatro ediciones es un restaurante en el que se come un buen menú del día con platos exquisitos en medio de otros vulgares. Por supuesto que no es comida rápida, pero tampoco hay estrellas Michelin. 

Asier y Edgar arrancaron a recortar según se abrió la puerta de toriles, para luego perder un minuto entero en colocar a la vaca y no verlo. Una vaca que si se coge bien, ni se cruza lo que creen, ni es para tanto. Edgar le pegó un recorte de punta a punta en el que casi la tuvo que esperar. Como aún no se la ha destapado, parece lo que no es. 

Cuairán y Roberto con un clásico de la casa. Vaca de pitones complicados que se queda corta y se defiende. La única pareja que supo dar ruedas largas. Se desesperaron por no acertar a meter anillas a una vaca que nunca debió salir en Zaragoza. 

Ander y Xabi, corazón todo el del mundo. Vaca con cierto picante si se le consienten los terrenos cercanos a tablas. Tenía alguna anilla más pero a ellos no se les puede reprochar nada.

Óscar y Ioritz tuvieron una vaca que en el propio Zaragoza le ha caído un buen número de anillas. Era para pasar a la final. O igual no, que las había más fáciles aún.

"Chencho" y Membrado también tuvieron una vaca para meterle un número de anillas muy alto. 

Rubén y Tanco, con vaca que le costaba un verano revolverse. Era de muchas anillas. Para el de Utebo era su último concurso. Ha estado desde 2006 participando en el circuito.

Estas tres últimas vacas eran para meterles muchas y no se les metieron. Además se les dejó que remataran y se les hizo pasar por vacas de Zaragoza. No lo son ni de lejos.

Héctor y Aitor tuvieron una que era un poco complicada, pero más por no dejarse colocar por falta de fijeza así como por no terminar la embestida. Una vaca que no ha dado el paso adelante que se esperaba por la familia de la que viene.

Ezquerro y Arturo estuvieron bien ante la primera vaca que salía que sí que tenía el nivel de Zaragoza. Una vaca que por cierto ha pegado un bajón ostensible con respecto al año pasado. Aún así, buena vaca. Se atacaron en el final y eso le llevó a Arturo a cometer un error que le iba a costar caro. En terrenos que no había espacio material, recortó intentando meter la anilla. Le puso en bandeja la cogida a la vaca. Lesión importante en el tobillo que le impidió continuar el concurso. Bravos los navarros.

Mario y Luis tuvieron delante a una vaca que se recorta andando. No es una exageración. El Mario de hace unos años recortaba andando en Zaragoza a "Estornina". Esta es infinitamente más tonta al recorte. Aún con el pitón poco propicio, es de muchas anillas. Como no la recortó así, solo tres anillas. 

Chus y Rafa, ante una vaca que cuando se la recorta bien, no tiene absolutamente nada. En el momento que se le da una rueda en condiciones se disuelve como un azucarillo. Como eso no pasó, quedaron bien los tres. Ellos por una actuación emocionante y ella porque la lucieron. Pusieron la plaza en pie, pero se pusieron en un riesgo excesivo ante la vaca que era.

"Kimera" y Zabalza ante una de Marcén que su única complicación es que en el embroque baja el pitón derecho. La solución pasa por olvidarse de meter anillas al principio y echarla abajo. Cuando la vaca esté desgastada entonces tienen que caer las anillas. No la echaron abajo del todo. Se quedaban fuera de la final por tiempos.

Antes de la final, una sola vaca del nivel de Zaragoza. Esto es lo que hay.

Llegó la final. Por fin había vacas de verdad. No iba a estar igualada pero, por lo menos, se iban a ver vacas acordes a La Misericordia.

La primera, la Nº 3 "Rastrerilla" para Ander y Xabi. Parecía que el año pasado esta vaca se despedía. Pero volvió a ganar peso en invierno y la ganadería ha vuelto a echarla. Una alegría. La vaca nunca volverá a estar al nivel de 2018, pero es verdad que ha estado más fuerte que el año pasado. Qué pedazo de vaca. Qué corazón. Qué brava es. Los vascos, qué pedazo de recortadores. Qué corazón. Qué bravos son. Una actuación vibrante. Anillas seguidas de remates que ponían los pelos de punta. Se puso la plaza en pie para aplaudir a vaca y pareja. 

Eso sí, los momentos de apuro, dejando a la vaca en las rayas de picadores y con rueda, no hubieran sido tantos. Ni tampoco cogiendo la vaca de tabla a tabla, pero siendo el embroque en las rayas. La vaca que ya no es rápida, lo permite. Probablemente a la de Marcén, así, se le hubieran hecho eternos los tres minutos.

Ezquerro tuvo que salir sin Arturo a la final. Lo acompañó Roberto. El de Peralta, zurdo él, hizo toda la actuación por el izquierdo. Y ahí la vaca fue lila perdida. Lila como lo son por ese pitón la gran mayoría de vacas del circuito. Difícil valorar a la vaca. Con algo más de tino, podría haber ganado el concurso metiendo anillas él solo.

Cerraron Chus y Rafa que perdieron la batalla ante el número. La más dura y complicada de Marcén. La única manera de poder con ella es darle mucho y ver si la edad ya hace mella. Eso no pasó y hubo pocos recortes. 

Campeones Nacionales Ander y Xabi. Segundo título para el de Villabona y primero para el de Azpeitia que, un año después, cambió las lágrimas de rabia por una grave lesión, por las de alegría por ser triunfador. Zorionak txapeldunes.


Un Campeonato Nacional con 34 anillas. Si el nivel de las parejas es el que es y, aún así, se meten tantas anillas, blanco y en botella. Zaragoza no debiera ser esto. Al albero de La Misericordia saltaron solo cuatro vacas del nivel del Campeonato Nacional. El lote, para quien entienda y sepa cómo se recortan y se lidian las vacas en las anillas, posibilitaba una cifra cercana a las 80 anillas (cuando a las parejas se les enciende la bombilla se las meten). Hubo unas cuántas de diez anillas. Que no se les metan, no significa que no las tengan. Que no se las eche abajo, no significa que sean fuertes. 

Muchos fueron los murmullos y conatos de pitos para los recortadores por no entrar a recortar cuando era evidente que se podía. Bastante bueno es el público que en este concurso y en la feria. Para lo que se ofrece, protesta bastante menos de lo que corresponde. El que paga, que proteste siempre lo que quiera. Que además, se le sigue subiendo el precio de la entrada. Se esté de acuerdo o no, se ha de respetar. Es curioso que en los tiempos en los que se organizaba todo con mimo, con toros de infinita mejor presentación y con vacas de varias ganaderías y mayor nivel, las protestas eran mayores que ahora. 

El problema en líneas generales de los recortadores es que se recorta en largo, porque en corto hay que tragar más. No se gana la cara bien porque no se deja venir a las vacas. Y no se cierran en el recorte con lo cual no se puede al animal. Como no están juntos, no hay ruedas. Si se le suma la, en general, manifiesta falta de fijeza de las reses, llegamos a que vacas de portátil parecen internacionales y acaban saliendo en Zaragoza. Y vacas de portátil no son porque se escriba aquí, es porque salen durante la temporada en portátiles y con dineros de portátil. Así de simple.

Si hay que ser duros con ellos es porque casi todos, en algún momento, han demostrado que pueden hacerlo mucho mejor. Tanto a la hora de entender a las vacas como en ganas de competir y darlo todo. Se ha contagiado en el circuito una extraña apatía que hace que todas las parejas estén por debajo de lo que pueden dar. Tienen que espabilar.

Las vacas de verdad son vacas como la Nº 3 o la Nº 313. La mayoría de las que salieron en Zaragoza no lo son. Un remate de la Nº 3 vale por diez de los de sus hermanas. Querer poner al mismo nivel a otras, es insultar a estas dos pedazo de vacas de Marcén ¿Con el lote de 14 poniéndoles bolas se podría hacer una mañana de vaquillas? Es que hay una ganadería de Cárcar que a algunas de las mejores vacas de la temporada de las anillas y a otras que hacen concursos les pone las bolas y hace la mejor mañana de vaquillas del Pilar. Vacas de verdad.

Terminada la temporada, ha sido Ricla el concurso más fuerte del año. El dato habla por sí solo. Esto es lo que hay. Por eso, una vez más, hay que seguir reclamando que a Zaragoza vayan las mejores vacas del circuito. Marcén, Arriazu, Eulogio, Germán Vidal, Oliva... Pero claro, entonces tendrían que competir, además de que eso vale más dinero. Aunque se ganen 7.000 euros más de recaudación en entradas, más las 1.500 - 2.000 personas más que entraron a 15 € (un total de más de 30.000 €), no se pueden usar porque hay que financiar las tardes.

PD: La cubierta cerrada y todos los focos enchufados.

lunes, 6 de febrero de 2023

SISTEMA DE SELECCIÓN DE LAS PAREJAS


Con la temporada sin todavía el primer concurso programado, ahí van unas propuestas para tener un sistema para la selección de las parejas en los concursos. La principal intención es que se sea justo con los resultados conseguidos. Una selección con criterios objetivos siempre será más justa que la subjetividad de un individuo, sea cual fuere.

En la mayoría de competiciones, la manera de acceder a participar es mediante clasificación. Esa clasificación se consigue a base de resultados. Lo que se va a proponer aquí, además de intentar ser justo, pretende que se fomente más la competitividad.

Esta es la propuesta:


Ahora toca explicar y argumentar el cuadrante. Por delante, dar explicación a cada celda. Lo que se propone es que las parejas que consiguen Oro, Plata y Bronce en una temporada de la Liga de las Anillas, al año siguiente tengan puesto fijo en todos los concursos y que los Campeones Nacionales también lo tengan. Además, la pareja que gane un concurso, que tenga puesto también para esa misma cita al año siguiente. Después de estos puestos fijos, deberían entrar las parejas que más alto estén en la Liga de las Anillas en ese momento. Y, para terminar, que el organizador disponga de una invitación o dos para contar con las parejas que quiera que estén fuera de los criterios anteriores. 

A partir de aquí, los recortadores ya sabrán cómo estar en tal o cual concurso. Si no tienen el billete para todos los concursos del año (que solo lo tendrían cuatro parejas como máximo), ya saben que tienen que conseguir buenos resultados para ser los que entran por clasificación.

Es obvio que van a aparecer diferentes problemáticas. Veamos posibles soluciones. ¿Qué pasa si una pareja con puesto ganado se divide? Lo justo sería darles dos lugares, porque el puesto lo han ganado ambos. Ocuparían dos puestos en lugar de uno. ¿Qué pasa si hay una lesión? Que al miembro de la pareja que se mantenga, se le debería dejar el puesto para salir con quien él quiera. 

Y a principio de temporada, ¿cómo lo hacemos? Pues con la clasificación final de la temporada anterior, durante los primeros concursos. Se podría determinar un número y a partir de ese, ya contar con la clasificación de la temporada en curso. 

La manera de proceder, para que salga ganando el que paga la entrada, debería ser la de esperar a confeccionar los listados de los concursos lo máximo posible. Así se hace justicia con el momento que atraviesen las parejas. ¿Cuánto es ese tiempo? ¿Dos semanas antes? ¿Una semana antes? Lo que está claro es que no es bueno dar a parejas que no tendrían plaza fija, fechas para todo el año a principio de temporada. Ni es justo, ni bueno para el espectáculo. El recortador se puede acomodar porque sabe que, haga lo que haga, va a seguir saliendo. Las parejas serían conscientes de las fechas de los concursos pero, al margen de los que se hayan ganado el puesto fijo, los demás no sabrán hasta el último momento si participan o no.

Los organizadores se guardarían siempre un comodín o comodines en forma de invitaciones. Podrían usarlos de la manera que mejor crean conveniente. Parejas jóvenes a las que dar oportunidades, parejas locales, parejas que crean que merecen estar aunque no estén clasificadas o bien alguna pareja que, por lesiones, no haya podido sumar puntos suficientes. Sería significativo ver a quién concede las invitaciones cada organizador.

Así pues, la manera de proceder para seleccionar a las parejas de un concurso, sería la siguiente: Con todo el tiempo que se quiera, se comunicaría las parejas que tal fecha habrá concurso en tal lugar con las condiciones que sean. Ahí ya se puede confirmar a los que tienen su puesto ganado. Anilla de Oro, Plata y Bronce y Campeones Nacionales (en este 2023 Anilla de Oro y Campeones Nacionales son la misma pareja) y la pareja ganadora del mismo concurso la temporada anterior. Si hay coincidencia, habrá un puesto más para las parejas mejor clasificadas, no para invitaciones. Más adelante, cuando se acerque la fecha, se llamaría a los que estén en los primeros puestos de la clasificación que no coincidan con los anteriores. En caso de que alguna de ellos no pueda, se correría turno y se sigue por orden la clasificación. Por último usarían las invitaciones para completar el concurso con las parejas que quieran. Un matiz en cuanto a las invitaciones sería que, en caso de que hubiera que incluir más parejas sin puesto ganado, por la razón que fuere, se debería aumentar el número de parejas participantes y nunca recortar el número de parejas con lugar fijo, así como aumentar las cantidades económicas en una subvención más por cada pareja extra. 

Obviamente puede haber flexibilidad para casos especiales que se planteen sobre la marcha. Por ejemplo un concurso en alguna Comunidad Autónoma en la que encaje que la participación de locales deba ser elevada, léase Comunidad Valenciana o Euskadi.

También habrá que contemplar la posibilidad de que si una pareja, habiendo dado palabra para un festejo, luego la incumple, sin motivo sobradamente justificado, el organizador esté en su derecho de no contar con ella en futuribles citas, pese a que pudieran tener el puesto ganado. De igual manera, quienes declinen participar por voluntad propia, podrían perder su puesto a posteriori. En estos casos, que ojalá sean los menos posibles, habrá que intentar llegar a un entendimiento entre ambas partes.

Esta es la propuesta que se puede pulir, faltaría más. Lo que es evidente es que haría mucho más justa la selección de las parejas para los concursos. Este sistema lo pueden usar todos y cada uno de los organizadores. Y también podrían los recortadores sugerir que así sea.  

jueves, 3 de noviembre de 2022

UN BUEN ESPECTÁCULO, ¿PARA ZARAGOZA?

El Campeonato Nacional, tras dos años sin poder celebrarse, ha sido un buen espectáculo. Un festejo con emoción que satisfizo al público. Para algunos ha sido una maravilla maravillosa. De lo mejor de la historia. Los que quieran quedarse con esa opinión y no estén dispuestos a leer una opinión diferente, que no opuesta, quédense aquí y no sigan leyendo. Se dice por su bien.

Quien lo desee, que vea los vídeos que hay en youtube de las actuaciones íntegras. Ahí verá con sonido ambiente y sin la euforia de la plaza, lo que realmente pasó. Si se analiza fríamente y con los conocimientos suficientes, se puede tener una visión coherente del concurso.

Este escrito va a intentar desgranar lo que sucedió en La Misericordia el pasado 9 de Octubre. Porque hay muchos matices que poner encima de la mesa. Luego ya el aficionado, si los argumentos le convencen, que los coja, sino que los deseche. Póngase siempre en cuestión lo que se lea. El replantearse las convicciones y pensamientos, viene bien de vez en cuando.

Por delante, como sucediera en 2018 y 2019, un solo hierro. Que sí, que es el número uno a doce vacas (a seis igual no...), eso no lo va a discutir nadie. Pero que no tiene para hacer Zaragoza solo. Porque Zaragoza no es lo que se ha visto en las últimas tres ediciones. A Zaragoza las 12 mejores vacas posibles, punto. 

53, 252, 254 y 313 de Marcén, 70, 105, 209 y 213 de Eulogio, 165 y 727 de Arriazu, 329 de Ozcoz y 256 de Germán Vidal. Zaragoza es esto último. Se cogen las tres más difíciles y a la final. Las demás, a la ronda. Es que no estaría igualada la ronda... Claro, como que en las tres últimas ediciones sí que lo ha estado. Claro, claro... Lo que se vio este año, y en 2018 y 2019 es muy distinto a lo que tiene que ser el Campeonato Nacional. Oye, pero que con Toropasión tampoco iban las 12 mejores. Hombre claro, pero iban las 12 mejores de las disponibles. Al que ahora pide que o lleva todas o no lleva ninguna en anillas y roscaderos, se le llamaba todos los años y no quería ir a lo que le ofrecían. La oferta siempre incluía una mañana de vaquillas. 

El por delante, también incluye lo que se pudo palpar un minuto antes de comenzar el festejo. Sensación de leve descenso de público con respecto a 2019. Como toda sensación, no se puede asegurar. Lo que sí que es evidente es que el aumento que vivieron todos los demás festejos de la feria, no se vio. Y eso que este festejo no sufrió subida de precio. En un año en el que en todos los sitios consolidados ha ido más gente porque sí, en las anillas no ha habido subida. Otros festejos han subido 2.000 espectadores por la tendencia post pandemia, clave fundamental del éxito de público. Esto es un dato objetivo que no se puede discutir. El aficionado a las anillas, para la cita más importante del año, quiere otra cosa. Oportunidad de pegarle una subida de espectadores importante desperdiciada. Por cierto, demos gracias a quienes sean responsables de que los precios de las entradas ya no van a bajar. ¿Qué empresario va a bajar los precios si ha llenado? Pan para hoy... Veremos el hambre mañana.

Diez parejas este año, no las once de 2018 y 2019. Las dos últimas ediciones tenían que entrar por, no se sabe muy bien qué razón, todas las parejas que habían hecho la temporada. Este año no. Mejor lo de este año, por cierto. Zaragoza es un premio que hay que ganarse. La selección de parejas, por resultados, fue impecable. Las diez parejas mejor clasificadas en la Liga de las Anillas. Juan salía con Borja, y "Kimera", con puesto ganado, eligió a Luis para acompañarle. Pedir que entren más parejas y no hacer formato, con el lote de vacas que había: estupidez supina.

Se echaba en falta al dos veces Campeón Nacional Mario González, que vive un calvario de lesiones. Y al navarro Edgar Teixeira que, siendo uno de los mejores del panorama, se perdía la cita porque le era incompatible con otra disciplina en la que ya es varias veces Campeón de España y Campeón de Europa.  

El lote se anunció con antelación. Ya se intuyó cuál era la estrategia. Meter unas cuantas jóvenes que no se dejan colocar por falta de fijeza y hacen cosas de irse. Una de pitones poco apropiados que no falte. Y las demás, pues lo que hay quitando ya, por imperiosa necesidad, las que este año ya han sido destapadas. Final desigualada, obviamente. Como era de esperar, se cambiaron vacas a la hora de la verdad. Se les puso otro nombre también. El aficionado merece más respeto en esos detalles. Con respecto a 2019, solo repetían 5 vacas. Dos lecturas. Marcén saca muchas vacas nuevas cada año. O, que muchas de las que en su día fueron "vacas del Pilar", se le han venido abajo pronto. Que cada cual se quede con la lectura que le haga más feliz. El que sepa entender ambas, será ecuánime. 


Salió la primera. Complicada de colocar, inquieta. Con su chispa de las rayas de picadores para dentro. Como mitad ella no quería salir, mitad se lo consintieron, todo más complicado y comprometido. Varios remates y actuación meritoria, aunque acelerada. No se sale igual cuando uno es referencia y menos aún si se sale en primer puesto. Chus y Rafa han sido una de las mejores de la temporada. En Zaragoza, mérito sí. Pero si ya a la vaca se le hicieron largos los tres minutos, si la recortan en las rayas de picadores...

La segunda era una vaca que había hecho un solo concurso en la temporada. Con un comportamiento ideal para no dejarse meter anillas. Andarina, sin centrarse y queriéndose ir. Se cruzó al recorte por no querer ir para delante. Complicado retenerla y meterla en el canasto. No quiso pelea. Años atrás, vacas así se llevaban una pitada importante. Y si Julen y Zuhaitz en vez de tratar de retenerla como mejor supieron, le corren por detrás... Esta pareja se ha hecho un hueco en los concursos esta temporada, lo que tiene mérito.

La tercera actuación estuvo marcada por la veteranía. Si no la hubiera habido... Otra vaca que se quiso ir. Su suerte fue tener delante a la pareja que mejor lidia de la actualidad. La joven res pinta bien, se cruza y tiene chispa, es probable que tenga futuro, ahora bien, de momento le falta fijeza y le gusta irse. Que la retuviera la pareja, no significa que no lo quisiera hacer. Roberto excelso y Cuairán colocándola a la perfección.

En cuarto lugar saltó a la arena una de las vacas más fáciles al recorte de la historia del Campeonato Nacional, si no la que más. Su única complicación el pitón derecho. Que sin ser imposible, es complicado. Con habilidad en ese pitón, la vaca es de número de anillas altísimo y de acabar por los suelos. La palma mirando al cielo, todo despacio y a intentar deslizarlas. Se quedó corta en embroques por falta de motor. A Borja, a la salida de un recorte, le fallaron las piernas y quedó a merced en el suelo. Mariano Ruiz, como director de lidia, llegó con su capote hasta el burladero del 8 desde el burladero del 6. No hizo uso de él y se tiró a la cabeza sin pensárselo. Para quitarse el sombrero la acción. Afortunadamente no le caló al de Remolinos. Pero el palizón fue enorme y no pudo seguir. Salió Chus a acompañar a Juan. Más y más recortes, algún remate de la vaca sin poder y se acabaron los tres minutos. 

La quinta de la mañana fue una vaca que este año, cuando se la ha recortado bien, se ha demostrado lo que es. Pero en Zaragoza no se la recortó como se debía, y hasta acabaron luciéndola. Después de la primera rueda, que se sintió podida, se quiso ir sin disimulo. Al cogerla larga, sin cerrarse y cerca de tablas, ella estuvo más a gusto. Qué más quiere el ciego que ver. Si llegan a seguir como en la primera rueda en el tercio... Ni se sabe las que le caen y no hubiera rematado. Asier y Zabalza, que han hecho una buena temporada, no acertaron en Zaragoza.

En la sexta llegó la mejor actuación de la mañana. Por fin salió la primera vaca con el nivel de Zaragoza. La de Marcén entra fuerte al recorte, galopa y quiere coger. Se cambió de terrenos cuando se le dio candela de primeras, también hay que decirlo. Xabi metió la anilla del concurso. Al segundo la paró con un pisotón, la recortó en un palmo y se cuadró para meterle la anilla. Qué pedazo de anilla. Cuando ya estaban a punto de echarla abajo, llegó un gran remate tras Xabi en el que se le quedó atrapada la pierna entre la vaca y la contera de la barrera. Escalofriante el envite. La primera sensación era que podía ser una lesión muy seria de un ser humano. Se iba a confirmar. Aunque lo del de Azpeitia era lo de menos. Lo importante, al parecer, era que se había hecho daño (leve) un animal. Salió Chus de nuevo, para acompañar a Ander en este caso. Ander estuvo colosal, con el de Gallur perfecto. Y eso que su nivel físico, por el parón de este verano y el motivo por el que ha sido, no era el mejor. Cuando se tiene tanta raza, se suple todo lo demás. Sensacionales los vascos. Y gran actuación de la de Marcén. Una vaca que ha hecho una temporada muy buena.

Solo con que esta pareja pisara la arena, ya tenía mérito. En la séptima Ezquerro y Arturo seguramente se tirarían de los pelos al acabar. Si no llegan a venir los dos como vinieron y su estado físico hubiera sido el de Pamplona, pasan a la final al minuto. Otro bombón al recorte. El problema es que Javi no estaba para salir y Arturo menos aún. Los dos salían de lesiones y sin ritmo de competición. Fue patente. El gran nivel al que estaban este año se vio truncado. Hasta que han llegado las lesiones, han sido una de las mejores parejas.

En la octava, más de lo mismo. Otra que se quiso ir. Fácil al recorte. Acabó rematando porque no hubo rueda larga que la desgastara. Aguelo y Manu se habían ganado durante el año estar en Zaragoza, pese a que, de manera incomprensible, no se ha contado con ellos para muchos concursos.

La novena actuación tuvo muchos matices. Hay cosas que no son incompatibles. ¿Dio la pareja todo lo que tiene y es de alabar lo que hicieron? Sin duda. Óscar y Samuel dieron el máximo. ¿Lo que se vio en la arena de un pedazo de vaca como la Nº 3 fue para ovacionarla? Sin duda también. Y todo esto no es incompatible con que, a la vaca, si le dan como le han dado este año en Pamplona y Calatayud, los tres minutos se le hubieran hecho eternos. Porque lo que es indiscutible es que la vaca es brava como ella sola y tiene un corazón que no le cabe en el pecho. Y ella sola, entregándose, se agota. Ahora, su batería tiene una capacidad del 30% y su motor tiene menos marchas. De carnes anda escasa, cosa que evidencia que la vaca tiene problemas físicos, porque en esa casa, la alimentación es abundante. Después de la lesión de Castellón, su estado físico ya nunca ha vuelto a ser el que fue. Si le sumamos la edad que aparenta, da como resultado que la vaca ya no está para una cita así. No se merece verla en una plaza apabullada por una pareja. Es una vaca para el recuerdo y su recuerdo debe ser el mejor posible. Si la actuación de Zaragoza fue su despedida, servidor se alegra que fuera con una gran actuación. Un animal de tal categoría, así lo merece.

Y cerraba la ronda una vaca que al pasar de los diez años se ha venido abajo. Ha sido una de las mejores vacas de los últimos años, pero está ya para pocas alegrías. "Kimera" y Luis, sin sacarle todo el partido, pasaron a la final como la pareja que más anillas había metido en la ronda. Por los parones, la actuación duró siete minutos. Después se comentará este hecho.

Se quedaron fuera de la final por tiempos Chus y Rafa. Se desaprovecharon unas cuantas vacas. Si se aprovechan, el número de anillas para pasar a la final hubiera sido escandaloso. En la final, se iba a dar una situación curiosa. Solo recortó, pudiendo meter anillas, un miembro de cada pareja. 

Que la Nº 53 es una gran vaca, no se va a discutir. Pero al meterla en la final y desigualarla, la hizo parecer peor. Tiene nivel de ronda de Zaragoza, de final, no. La vaca estuvo como es. Una vaca brava. Pero es que la manera de recortar de Roberto, que las templa y les puede, hace que parezcan menos. Cuairán se la colocó todas las veces que pudo perfecta, Roberto se dedicó a recortar como él sabe y dejaron la final encarrilada. Roberto, que cuando empezó se decía que recortaba a lo Constanza, con el piropazo que es, tiene mucha potencia y es quien mejor las coge, con lo cual puede más que nadie con las vacas. La raza que tiene hace el resto.

Ander tuvo que salir sin Xabi, pero acompañado de Chus. Cuarta vaca a la que salía el gallurano en la mañana. Ante ellos la res más fuerte de la casa. Una vaca que de joven hacía cosas de irse, pero que ya lleva años que no lo hace. Es un pedazo de vaca. Dura, correosa, se cruza y se va arriba. Complicada de colocar, porque hay que cogerla perfecta, y con embroque difícil. Vaca de final de Zaragoza sin lugar a dudas. Chus tiró por delante. Qué mérito. Qué gran compañero. Uno de los recortadores destacados de la mañana por su total entrega. Estuvieron bien con una vaca que apetece poco o nada. Es un trago. Ander le metió una anilla. Bien la pareja y gran actuación de la vaca.

El concurso estaba encarrilado, pero no sentenciado. Vaca rara, que se hace la despistada y que hay que estar atento a cuando ella se deja. Tan pronto embiste "fácil", como no deja pasar. Al primer recorte entró potable y la clave estaba ahí, darle una rueda que la sometiera. La vaca hizo caso al quite pero no hubo segundo. Sin segundo, no hay tercero, ni cuarto... Al segundo recorte de "Kimera" se metió y para ir hasta arriba, ayudó no cerrarse con ella. Con el parón, ya la vaca se creció y cada vez se iba a poner más complicada y dura. Yendo de uno en uno y solo uno de los dos, imposible desgastarla. Si tapaba la salida ella y no se le llegaba a ganar la cara, tenía todo a su favor. Después de muchos parones y largos, en la cuenta atrás, por orgullo y porque fue la vez que mejor se la recortó, llegó la anilla de "Kimera", que le daba el subcampeonato. La de Marcén estuvo muy bien. Tiene sus rarezas, pero esta vez no se le pueden sacar apenas defectos. Vaca de nivel de la ronda de Zaragoza. Actuación de casi nueve minutos. 

El hecho de los parones y que se dilaten tanto las actuaciones es un tema a atajar mediante el reglamento. Por delante, una aclaración. "Kimera" lleva una lesión por la que debería estar guardando reposo hace meses. Es decir, el mérito de lo que hizo en Zaragoza es enorme. La crítica en ningún momento se enfoca en el de Rada que, estando molido, siguió batallando tirando de épica. Lo que pasa que, mientras siga permitiéndolo el reglamento y las paradas de tiempo sean ilimitadas tanto en número como en minutos, llegará un día en que algún recortador se aproveche de esto y nada le impedirá pedir que se pare el cronómetro después de cada recorte. Aprovechará al máximo los 3 minutos, pudiendo coger aire todas las veces que quiera. Esto habría que replanteárselo. 

Cuairán consigue su sexto Campeonato Nacional. Lo consigue sin recortar en dos vacas. Solo con colocarla de manera magistral, le valió para sumar otro título. ¿Qué porcentaje de la victoria es responsabilidad suya? Más de lo que les parezca a muchos y menos del que otros muchos le otorgarán. Va ahora con el número uno de las anillas: Roberto. Es quien mejor recorta, así de simple. Una curiosidad, Roberto ha puesto a Cuairán a un Campeonato Nacional de su padre, el gran Eugenio Constanza.

Un Campeonato Nacional en el que hubo tres vacas con nivel de la ronda y una con nivel de final. Además, una vaca que fue la Nº 3 que tuvo una gran actuación. Lo demás, pues eso no es Zaragoza. Será un buen espectáculo, pero eso no es el Campeonato Nacional. Suerte hubo para el lote, que las parejas, en conjunto, quizá hicieron el peor concurso de la temporada. El sorteo también sonrió al hierro de la "J". En un año en el que el nivel ha sido muy alto en muchas citas, en Zaragoza, por la razón que fuere, no estuvieron bien. 

Quien haya llegado hasta aquí y se haya enfadado mucho, avisado estaba. Quizá no conozca la historia. No se pretende que lo aquí escrito sea la verdad absoluta, como no se ha pretendido nunca. Simplemente se muestra una visión y se argumenta. A quien convenza y le haya hecho ver cosas que no percibió, perfecto. A quien no convenza y lo vea de otra manera, perfecto también.  Quien lo vea de una manera similar, pero no lo diga, pues que sepa que es mucha la gente que lo ve así (y de gran prestigio), aunque son los que menos ruido hacen. Quien sabiendo lo que hay, se lo calla y dice lo contrario a lo que ve, directamente es un falso y un hipócrita. 

Este concurso, en otro contexto, es un concursazo para muchas plazas. Pero Zaragoza es mucho más que esto. Es otro concepto. La historia así lo dice. Ya se ha cambiado el estilo de Zaragoza a otro tipo de espectáculo diferente al que era. Esperemos que más pronto que tarde, se reconduzca. Desde aquí se aboga por contar con vacas de todos, incluyendo, por supuesto, a quien ahora lo hace en solitario.

Habrá a quien le parezca que con esto vale para Zaragoza. Respetable. Pero seguramente desconocerá la historia del Campeonato Nacional. Para ponerlo masticado. "Milana II", "Emilia", "Pericola", "Jardinera", "Cierva", "Rapiña", "Pijotera" y "Escapularia III", ¿son mejores vacas para las anillas que 10, 369, 133, 58, 139, 81, 270 y 130? De largo. Solo con intercambiar una de las que no estuvo, por otra de las que estuvo, ya se mejoraba. Cuantas más se cambiaran, mayor mejoría. Es muy simple de entender.

Una vaca es lo que es, diga lo que diga quien sea. Ni es mejor, ni es peor. Si una vaca se quiere pirar, el problema no es quien diga que se pira, es de la vaca que lo hace. Si se omite que se pira, da igual, la vaca se pira. Y así, con todas y cada una de las reacciones. Y para tener credibilidad se debe decir todo. Para que sea creíble alabar a la Nº 252, la Nº 3, la Nº 53, la Nº 313 y la Nº 254, hay que criticar a las que no tuvieron un nivel acorde a la cita. Si de esas cinco algunas estuvieron muy bien y otras son grandes vacas, que lo son, las demás, ni estuvieron igual, ni lo mismo son. Todo esto, desde el prisma del Campeonato Nacional, poniendo el listón donde debe ponerse y donde estuvo toda la vida. 

Ahora, a pasar el invierno. Los mejores deseos para todos los lesionados. Que se recuperen lo mejor posible. En especial para Xabi Iturralde. Se merece lo mejor porque las anillas necesitan recortadores como él.

viernes, 8 de julio de 2022

EL CONCURSO QUE NO SE PODÍA HACER

A las siete de la tarde del cinco de Julio de 2022, tenía que haber comenzado el festejo previsto en la Plaza de Toros de Teruel. Un aguacero previo, hizo que se demorase el inicio. Durante esa demora cayó otra tormenta mayor, que dejó el ruedo impracticable, hasta para el desencajonamiento. A partir de ahí, comenzó una tarde para el recuerdo.

Lo que a las siete y media se veía como imposible, fue tornándose. Los recortadores se cambiaron porque aquello no tenía pinta de poder celebrarse. El empresario pidió paciencia, que les dieran margen para intentar arreglar la arena. Si, tras eso, no se conseguía que estuviera en condiciones, se suspendería. Los trabajos por parte de todos los operarios y miembros de la empresa fueron dignos de alabanza. Los recortadores iban comprobando cómo estaba la plaza. Más de una hora después, se acabó el acondicionamiento del piso. El público permaneció en la plaza.

Y llegó la reunión definitiva con los recortadores. ¿Cómo estaba la plaza? El concurso no se podía hacer. Tal cual. Algunos dijeron que no (que era lo que decía la lógica), la mayoría que sí. Y los que dijeron que no, si la mayoría decía que sí, iban a tirar para delante con ellos. Así fue. Después del desencajonamiento de los toros de Baltasar Ibán, Concurso de Recortadores en Teruel. La empresa pidió que arrimaran el hombro. Los recortadores vieron todo el esfuerzo que se había hecho. Las únicas opiniones a tener en cuenta eran las de recortadores y empresa, aunque alguien más metiera baza. Antes de la presentación, se le dio un último repaso y Asier pidió que se marcara con cal, las zonas que peor estaban. Buena idea, para, al menos, tener esa referencia visual. 

Había barro y zonas muy peligrosas y, en toriles, Marcén con todas menos tres. Solamente con decidir echar el concurso para delante, ya merecían un respeto máximo los recortadores. Hubo comentarios previos de, bueno haremos lo que podamos, que la plaza no estaba para darse coba con esas vacas. Esas palabras se las llevó el viento. En cuanto se abrió la puerta de toriles, nada de eso sucedió. 

Arrancaron Julen y Xabi marcando el camino. Con la más fuerte del concurso, se la jugaron de verdad en los pocos recortes que dieron. El mérito fue enorme. En el último, al vasco no le dejó pasar la Nº 53. 

Asier y Zabalza fueron a más según avanzaba la actuación, consiguiendo la primera anilla de la tarde. Con la plaza bien, la vaca estaba para más. Con la arena como estaba, lo que hicieron fue mucho más de lo que parecía que se podía hacer. Zabalza fue uno de los que decía antes de empezar que había que tomárselo con calma... Cayó de cabeza al callejón por dar un recorte muy comprometido en toriles en la cuenta atrás. Mucha calma, sí.

Juan y Edgar se enfrentaron a una vaca que, por costumbre, no quiere salir de tablas. Ahí se refugió pronto. No les quedó más remedio que tirar de tabla a tabla en terrenos, obviamente, muy comprometidos.

Sergio y Raúl, que entraron por la vía de la sustitución a última hora. No se les puede pedir más de lo que hicieron. Recortaron y estuvieron con el grupo siempre en decir: nosotros salimos.

Y a partir de Pablo y Jesús, llegó la épica máxima al concurso. Pablo, que debutó en los concursos en 2019 en esta misma plaza, junto a Rafa Moralo, iba a convertirse, por méritos propios, en uno de los protagonistas de la tarde. Cogió a la Nº 139 desde casi Burriana. Vaca fácil de ganarle la cara, pero que luego se tira con todo, o se tiraba, arriba. A Pablo le remató, pero sin estridencias. Ahora bien, lo del de Burriana fue colosal. Cada recorte tuvo compromiso y las caídas al callejón eran tremendas. Cada vez más roto. Jesús se la colocaba y Pablo era el que ejecutaba. Mediada la actuación, comenzó a granizar. Granizo del que hace daño en la cabeza. Aquello no paró. Siguió recortando con parón en cada salto al callejón. Acabó destrozado, pero con la plaza rendida. Dos anillas como recompensa a una entrega máxima. Tercer puesto que debería valer llamadas para hacer unos cuantos concursos a la pareja. Aunque siendo Burriana provincia de Castellón... Pues eso.


"Chencho" y Membrado, que no "Membao", tuvieron quizá a la más complicada de la tarde. No quiso hacer caso al quite en ninguno de los tres que le pegó el de La Almunia. Al primero le cazó la anilla. Después, a "Chencho" no le hizo ni caso, ni cuando fue a partirla, más que al segundo. En la cuenta atrás, el de Ricla tenía que haberle pegado el último. Membrado se está cuajando rápido.

En las dos últimas parejas, llegó la traca final. Chus y Rafa se merendaron a la Nº 130 "Sultana". Se le merendaron, sí. A un pedazo de vaca de Marcén. Pero cuando se sale así, se puede con muchas de las vacas que parecen intocables. Decisión, en corto, estando juntos y cerrándose para poderle. Es clave este concepto. En largo, muy separados y abriéndose, no se puede a las vacas y se crecen. Parecen mucho más de lo que realmente son. Rafa tiene la mirada de un ganador. Salir con Chus le viene como anillo al dedo. Cuajaron una actuación magnífica. Seis anillas a la vaca que era y estando como estaba la plaza. ¿Donde está el techo de Rafa? En 2019 debutó en esta plaza y ahora ya es uno de los mejores del circuito.


Cerraron el concurso Ezquerro y Arturo. Otra actuación para el recuerdo. En el primer minuto ya le había caído la mundial a la Nº 206. Ya iba servida y eso que no le pegaron ni un segundo. Que si se lo pegan... Fallaron anillas al principio que, al final, iban a ser claves. Aún así siguieron batallando como dos guerreros. Tres minutos sin parar de recortar teniendo que saltar las tablas con cada uno de los recortes. De tabla a tabla y sin dejarse nada. Vaca muy brava de Marcén, pero a la que el físico ya no le acompaña y no está para un concurso así. Los navarros acabaron reventados porque no se dejaron ni la reserva del depósito. Cinco anillas y segundo puesto. Para quitarse el sombrero.


Así acababa, cerrada ya la noche, un concurso para el recuerdo. Para hacer afición. De los de admirar enormemente a los de pantalón blanco. Con lo que se vio en el ruedo, no se echó en falta a nadie. Y eso que las ausencias eran notables. En este punto, cabe decir que cuando uno no va a poder asistir a un concurso, habiendo dado palabra, se debe avisar. Las razones de la ausencia se comprenden y no se pondrán aquí en duda. Pero hay que avisar, simple y llanamente por seriedad. Porque los organizadores, si alguien no sale, tienen que buscar sustituto. Cuanto menos tiempo tengan, más complicado se hace. 

Si hay que admirar a los del pantalón blanco por lo vivido en Teruel, es porque le echaron unos arrestos y tuvieron un compromiso extraordinarios. Qué raza y qué casta. Obviamente, además de las circunstancias, gran parte de culpa era de las vacas que llevó Marcén. Lote de nota alta. De ocho solo falló una. Concurso bastante igualado. Todas hasta el final. Los matices serán en otras citas. En Teruel, nota muy alta para el hierro de la "J". 

Enhorabuena Julen, Xabi, Asier, Zabalza, Juan, Edgar, Sergio, Raúl, Pablo, Jesús, "Chencho", Membrado, Chus, Rafa, Ezquerro, Arturo, Marcén y Toroter. Y se puede añadir a la lista al matador Sergio Cerezos, que también tiró para delante y estuvo dando la cara toda la tarde. Lo que hicieron los recortadores fue muy grande. Y cómo no, gracias enormes al público que aguantó mucho tiempo a la espera sin abandonar la plaza.


Teruel, en el festejo popular, es plaza de primera. Ahí hay muchos aficionados que saben mucho. Especialmente hay mucho aficionado al ganado corrido. Por eso, porque el Concurso de Recortadores, es la máxima expresión en la que el recortador se mide a la vaca corrida, debe haber siempre anillas en Teruel. Gracias a Toroter, el concurso está consolidado. Se han empeñado en darle categoría en la Feria del Ángel. Y además han hecho dos años consecutivos un concurso provincial, que ha dejado ver que, si se les diera oportunidad, hay recortadores turolenses que podrían tener un hueco en el circuito. Toroter, con los hermanos Gracia, David y Ángel a la cabeza, aficionados serios antes que empresarios, así como quien está con ellos Rubén, gran aficionado, son los culpables. Seguramente es la empresa que mejor trata a los recortadores. Gente de palabra. Queda poca así en el mundo taurino. La charla que se vivió al acabar el concurso y lo que ahí pasó, se quedará para las diecinueve personas ahí presentes. 

Vídeo del concurso del canal TAURINO 100%100