DIARIO DE LAS ANILLAS
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jueves, 20 de febrero de 2025
LA BATALLA DE LAS BATALLAS
lunes, 30 de diciembre de 2024
OZCOZ
El año pasado se escribía un artículo sobre la desaparición de la ganadería de los Hermanos Ozcoz. Fue un artículo general. Si en global, puede haber debate en si ha sido la mejor ganadería de la historia del festejo popular, en las anillas, siendo más fácil de evaluar y con datos concretos, ese debate no se sustenta. Ha sido la mejor ganadería de la historia de los Concursos de Recortadores. Por cantidad, calidad y longevidad. En cuarenta años, no ha habido época mala en toda su trayectoria, siempre en la élite. Fue el hierro número uno durante prácticamente dos décadas. Por todo ello se decía que la historia de Ozcoz en las anillas, merecía una entrada especial en este Diario de las Anillas. Y aquí está.
https://www.festejospopulares.net/concursos_recortadores/clasificaciones/historico/vacas_ganaderias.htm
En 2003: 86, 38, S.N., 89, 718 y 420.
En 2004: 118, 708, 723, 89, 718 y 38.
En 2005: 38, 39, S.N., 89, 67, 718 y 420.
En 2006: 38, 52, 89, 67, 718 y 420.
En 2007: 122, 52, 708, 89, 96, 718 y 420.
En 2010: 122, 154, 506, 89, 628 y 718.
En 2012: 461, 636, 628 y 718 en la ronda. 154 y 472 en la final.
En 2017: 461, 30 y 312 en la ronda. 723 en la final.
En 2003: 52, Sin número, 89, 112, 59, 111, 1, 42, 20 y 34.
En 2004: 20, 99, 148, 42, 128, 1, 160, 89, 38, y 166.
En 2005: 128, 96, 166, 90, 708, 20, 42, 89, 155, 52, 114 y 160.
En 2006: 128, 38, 708, 52, 20, 67, 42, 123, 1, 89, 718 y 420.
En 2007: 122, 128, 121, 1, 42, 89, 38, 154, 718 y 420.
En 2010: 122, 472, 402, 154, 305, 89, 454, 718, 506 y 461,
En 2012: 122, 77, 461, 472, 511, 305, 636, 154, 404, 813 y 718.
En 2015: 468, 723, 323, 819, 461 y 30. (Solo medio concurso)
Y este es un repaso numérico. Son los datos objetivos. Queda todavía hacer el análisis de lo que ha sido Ozcoz para las anillas.
Nuevamente se incide en que de los años 80 y 90, no se puede opinar. El análisis va a ser de este siglo. Se conoce cuál fue su trayectoria, pero a grandes rasgos, no en profundidad.
Comenzó el siglo siendo la ganadería que más concursos realizaba. Eran empresa u organizadores en unas cuantas localidades y, además, eran reclamados para los concursos más fuertes de la temporada. No se estilaban entonces los concursos con variedad de hierros. Como mucho mitad y mitad.
Por aquel entonces Sergio Ozcoz, llevaba ya años reservando vacas solo para los concursos. Algo que nadie hacía. Él estaba convencido de que eso hacía que las vacas dieran un mejor juego. Según él mismo, le costó discusiones años atrás con su padre. Fue un pionero y ha marcado tendencia. Obviamente lo pudo hacer por dos razones. La primera es que hacían un número suficiente de concursos como para tener animales exclusivos para las anillas. La segunda es que las vacas arreaban lo suficiente como para no necesitar del aprendizaje que dan las capeas y viceversa, tenían tan buenas vacas de obstáculos y capea, que no era necesario echar mano de las que iban a las anillas.
Tal era el dominio de Ozcoz entonces que los recortadores le pidieron que hiciera el Campeonato Nacional entero para que estuviera igualado. Aunque podía, no quiso quitar a su matrimonio de conveniencia. Quizá se arrepintieran, con el tiempo, de no haber hecho el Pilar en solitario cuando pudieron. De sobra tenían entonces vacas, para poder hacerlo con el nivel que exigía Zaragoza, el nivel de verdad. Y las tenían sin echar mano de las de la capea. No recurrían a vacas muy complicadas, que las había en la casa.
Ese matrimonio de conveniencia duró unas cuantas temporadas y acabó perjudicando a la imagen de Ozcoz. Claro, era más cómodo, se aliviaba en número de vacas y casi siempre quedaba muy por encima de su compañero de cartel. Al compañero le sirvió para entrar en plazas donde difícilmente hubiera podido entrar entonces por méritos ganaderos. Afortunadamente para el aficionado ese matrimonio se rompió en 2011. Cada uno por su lado y el que más chifle...
Antes de ese cambio de formato ganadero en Zaragoza, Calatayud fue varias temporadas el concurso más fuerte del año. De 2006 a 2010, sin duda, el coso de La Margarita tenía más nivel ganadero que cualquier otra cita, La Misericordia incluida. Seguían haciendo los concursos más importantes del año. Los hacían en solitario.
Eran los años dorados. Eran tantas y tan buenas... Las mejores, en sus años buenos, hicieron historia. 420, 718, 89, 472 y 628. Las que estaban un escalón por debajo, hicieron carreras de un nivel altísimo. Y las que hacían el grueso de la temporada, estaban eclipsadas por todas las que había por encima. En cualquier otra casa serían las mejores o en los tiempos actuales serían vacas del Pilar. Ganaron muchos premios, cuando en los concursos había premios a la mejor vaca o al mejor lote. Ojalá volviera aquello, por cierto.
Esos años dorados tocaron a su fin en 2015. Ya en 2013 fue un palo duro perder a "Avispada". Pero que en 2015 se fueran al matadero por el saneamiento una vaca de Zaragoza, la 636, y una en proyecto de serlo, la 12, amén de la joya de la corona que era "Fugitiva", fue un mazazo que les hizo un daño tremendo. A cualquier otro lo hubiera borrado del mapa. A Ozcoz, aunque lo dejó muy debilitado, no lo tiró a la lona. Ahí comenzaría el descenso acelerado y forzado del ciclo.
Lo cierto es que ni entonces rehuyeron el enfrentamiento. No tuvieron problemas en comparecer en concursos de varios ganaderos o medirse a competidores directos yendo a medias. Incluso en su peor momento, en 2015, accedieron a ir a medias en una plaza importante con su antiguo matrimonio de conveniencia con el que hacía varias temporadas que no compartía cartel (oferta envenenada que era ir a una derrota cantada), en una temporada negra.
En 2016 aún mantuvieron el tipo, pero ya desde 2017 en adelante, las que venían por detrás no reponían a las que se iban. Dejaron de ser los que más concursos hacían y dejaron de llevar vacas al Campeonato Nacional. Bueno Ozcoz y todos menos uno, claro. Eso sí, mientras estuvieron en activo, no dejaron de tener al menos una vaca nominada entre las mejores. Algo que ningún otro hierro puede decir.
Haciendo un ejercicio de imaginación, podemos jugar a qué hubiera pasado sí... En lo que a méritos puramente ganaderos de selección se refiere no tuvieron culpa alguna en las vacas que perdieron. ¿Hasta cuándo hubieran durado en condiciones normales? "Avispada" murió con 9 años, podría haber estado 4/6 años más, llegando a 2017-2019. "Fugitiva" en 2015 tenía 9 años también, por lo que estando 4/6 años más, hubiera llegado a 2019-2021. Lo mismo hubiera ocurrido con "Barrenerita" y la Nº 12 "Molinera" que tenía 5 años, estando 8/10 años más hubiera llegado a 2023-2025. Pero aún hay más. La Nº 206 "Garcilla", que en 2016 iba a ir al Pilar, se queda curra ese año de cuatreña. Una vaca que podría haber durado 9/11 años más, plantándose en 2025-2027. La Nº 112 "Testaruda" también se quedó curra en 2018, con 7 años. Venía muy bien. Hubiera podido aguantar 6/8 años más, llegando a 2024-2026. Entonces, si todas esas hubieran seguido vivas y además hubieran tenido una cría cada año... No es muy descabellado pensar, que Ozcoz se hubiera mantenido como número uno, hasta la pandemia, cuando menos. Pero claro eso es ficción y los hechos fueron los que fueron y la historia es la que es.
Después de la pandemia, ya solo hicieron dos temporadas. En 2021 fue la tercera ganadería que más concursos hizo y en 2022 ya la cuarta. En 2023 y 2024, ya en su nueva casa, las reses de la Estrella fueron las terceras que más concursos hicieron.
Antes se ha dicho que Sergio Ozcoz fue el pionero en reservar vacas para las anillas, pero también han sentado las bases en otras cosas. Por ejemplo el orden para echar las vacas en un concurso. Era clásico. Por delante una dura y complicada. Después ir intercalando las más seguras con las que, o bien no estaban preparadas, o bien podían fallar. Para cerrar, si había alguna novilla poco andada, dejarla para el final, y cómo no, la más brava que hubiera en el lote y más del gusto de sus propietarios, la última.
También fue particular su manera de probar a las reses. Ya se explicó el rigor con el que se hacían esas pruebas en el artículo del año pasado. De la prueba, a los concursos. Si una novilla gustaba mucho, directamente a concurso fuerte, aunque lo desigualara por completo. Así fue siempre. Como lo fue ponerse a probar vacas con la temporada ya iniciada, lo que muchas veces llevaba a que para cuando salía una novilla que podía funcionar, ya no quedaban citas para echarla y se le perdía un año. Ellos sabrían el por qué.
En la casa lo que nunca fueron partidarios es de hacerles rodaje o pretemporada a las vacas. Rara vez se tocó a las vacas para ponerlas a punto para la temporada o para alguna cita en concreto. También ellos sabrían el por qué.
La manera de repartirse el trabajo en los concursos solía seguir el mismo patrón. Cuando iban las mejores, solía estar Sergio. Él era el que decidía cuáles iban. En las portátiles con otro tipo de vacas, novillas para probar y alguna repescada, iba Félix. Que como él era el que les hacía el seguimiento en las capeas, sabía lo que había. Sergio se sorprendía de alguna cuando le tocaba verla, mientras Félix sonreía por dentro.
Porque esa fue otra cosa que se repitió unas cuantas veces. Vaca veterana muy curtida que se probaba en las anillas y funcionaba. Le sumaba seriedad y dureza al concurso. "Malacara" y "Cubanita", por ejemplo. O vaca que en las anillas empezaba a tontear y hasta se piraba (teniendo que quitarla de los concurso a la fuerza) y se la llevaba Félix a conocer las capeas. Luego volvía a las anillas ya centrada y funcionaba. Pasó en su día con la Nº 67 "Ratilla". Y el máximo exponente de eso es "Avispada".
Otra curiosidad de la casa es que las vacas, pocas de ellas tenían nombre, se las conocía solo por el número. Algo que encerraba cierto romanticismo. Pero llegaron los primeros años de crónicas y reseñas. Al final, por respeto al espectador, sobre todo cuando se empezaron a televisar concursos, se hacía necesario que tuvieran un nombre. Fueron muchas las que llegaban a su primer concurso televisado sin él. Fue un honor bautizar a muchas de ellas. Siempre buscando que el nombre les encajara, bien por su linaje, bien por lo que apuntaban.
Sin embargo las dos familias más conocidas, dentro de las anillas, sí que tenían nombre. Fueron las Mogonas y las Escapularias/Fugitivas. De las Mogonas, la primera fue la Nº 379 "Mogona", madre de la Nº 718 "Mogoncilla" y abuela de las Nº 454 "Mogoncica" y Nº 636 "Barrenerita". Venía con muy buena pinta, la que fue su última hija, la Nº 12 "Molinera". De las Escapularias la primera fue la Nº 420 "Escapularia", madre de la Nº 461 "Escapularia II", la Nº 628 "Fugitiva" y la Nº 329 "Escapularia III". Abuela de la Nº 312 "Fugitiva II". Quedan algunas descendientes de la familia.
"Siempre las mismas" se decía para criticarlos. Y aquello tenía su gracia, porque a la hora de la verdad, tenían más número de vacas buenas de verdad para las anillas, que las que ha tenido nadie en este siglo. Y lo lógico es que si hacían prácticamente todos los concursos fuertes, ahí llevaran a las mejores posibles. Lo de siempre las mismas, no hacía si no hablar bien de esas reses. Salían a muchos concursos, lo hacían siempre bien y encima aguantaban hasta la vejez arreando. Solo pueden estar en el circuito muchos años las que aguantan. Cuando se tienen vacas tan buenas y que duran tanto, los reemplazos son poco a poco. Incluso pasa desapercibido que falle algún guarismo.
La vaca de Ozcoz ha sido la mejor y más brava que ha habido para las anillas. Con sus matices cada una pero con el denominador común de la raza y la bravura. La manera de embestir con verdad es la clave. Tener fijeza, ir fuerte al recorte, con picante, con miga, no dejarse ganar la cara fácil, irse luego hasta el final y hacer todo con chispa y transmitiendo. Crecerse a la pelea. No venirse abajo cuando hay batalla. La que exige valor. La vaca de verdad de toda la vida.
Son los mayores culpables de que el listón para juzgar al ganado de las anillas esté donde está. Porque si se han vivido los años de gloria de Ozcoz, es muy complicado que satisfaga lo que se ve ahora. Quienes los vivimos, no nos queda otra que, visto lo visto, reconocer que han sido los mejores ganaderos de las anillas.
Por todo esto, en la última Gala de las Anillas, se les reconoció como tal, como los mejores. Se les entregaron dos detalles con una calavera con la réplica de los cuernos de "Fugitiva", y grabadas en las tablas sus caras, los dos hierros de la casa en pelo colorado y negro, la silueta de las cuatro vacas que ganaron el premio de Mejor Vaca y el listado de todas las nominadas, además de una inscripción que rezaba: Ozcoz Mejor Ganadería de la historia.
"La estrella se apagó"
Nº 472 "AVISPADA"
https://concursosderecortadores.blogspot.com/2013/10/n-472-avispada.html
https://concursosderecortadores.blogspot.com/2014/07/ochenta-y-nueve.html
TRIBUTO A UNA VACA: MOGONCILLA
https://concursosderecortadores.blogspot.com/2014/10/tributo-una-vaca-mogoncilla.html
420, HISTORIA DE LAS ANILLAS
Todo esto ha sido Ozcoz en las anillas. Honor para Sergio y Félix Ozcoz Gracia.
lunes, 18 de noviembre de 2024
LA REALIDAD PARALELA
Este año el Campeonato Nacional ya no merece un artículo. Con leer lo de los últimos años, vale. Quien quiera, que lea lo de 2018, 2019, 2022 y 2023. Sigue todo igual. Quien quiera saber el resultado lo puede ver en la web. Segundo concurso de la temporada con más anillas (y las que se podían haber metido más). Alegría por los ganadores porque se lo merecieron. Es lo mismo de las cuatro últimas ediciones pero siguiendo con la cuesta abajo ganadera. Una pareja menos, un euro más. Solo tres reses dignas de Zaragoza (según la lista hecha por los propios recortadores solo había cuatro vacas fuertes). Ni parejas ni vacas anunciadas. Concurso de portátil con jabón. El daño ya está hecho.
Ahora, entramos en
materia. Por delante, por si alguien recién llegado al festejo popular en
general y a las anillas en particular, lee este artículo, se va a decir lo que
siempre se ha dicho desde estas líneas. Las anillas son la disciplina más dura
del festejo popular con animales corridos. Es la más exigente y la que mayor
verdad tiene. Por eso, los que salen a los concursos de esta disciplina, son
los mejores recortadores que hay. De aquí a Lima. Recuérdese, recortan por el
derecho, tienen que ganar la cara sin cambios de dirección, quedarse en ella,
están solos dos en la arena y tienen un tiempo limitado para lidiar a la vaca. Además tienen una temporada con entre 20 y 40 fechas. Aquí no se va a picar con otras disciplinas con más trampas que una película de
chinos. Se tiene muy claro que el de las anillas, es el mejor recortador. Por
ello se hace un especial seguimiento a esta modalidad. Otros sacan pecho de
concursazos, con tostones de pónmelo aquí, pónmelo allá hasta que lo ven claro
y no llevan ni mil personas en alguna capital de provincia. Aquí no hay una
megafonía jaleando machaconamente en cada acción, obligando al público a
aplaudir e incluso censurando y mandando callar a los que protestan (ay si otros tuvieran tiempo limitado para ejecutar las suertes...) Aquí si das la cara te
aplauden, si no, no. Haremos la excepción de las cada vez más exageradas y
excesivas salidas a saludar al acabar las actuaciones, pedidas por el micrófono.
Empieza a ser peligroso dar tanto jabón a quien no lo merece.
Esto último enlaza con
el titular del artículo. La realidad paralela. Actuación mediocre y que, con el
micro, se pide salir a saludar... Que no es que se le diga al público si quiere
aplaudirles, es que se les manda salir al tercio para que se les aplauda. Una
persona (sea cual sea) decide a quién se aplaude. Les hace creer lo que no es. Ese aplauso
forzado es mentira. Que se salga a los concursos porque no hay más, también les
hace creer que valen, cuando no es cierto. El panorama actual, lo quieran ver o
no, es el peor de la historia. Y oye, que si no dan más de sí (cada cual sabrá
si da el máximo cada vez que pisa la arena), pues qué le vamos a hacer. No son
profesionales, por lo que se les puede exigir en ese aspecto, hasta cierto
punto. Aunque claro, de la misma manera que se usa la excusa de que no viven
esto, pueden cruzar la red de vuelta los argumentos de que tampoco nadie les
obliga a salir y que se paga por verlos. Hay muchas capeas y festejos de
participación libre en los que pueden salir a la vaca que quieran y cuando
quieran, sin ningún compromiso. Aunque sin la golosa fama que dan los concursos,
claro.
Las anillas, toda la
vida han sido como han sido. No se puede cambiar su esencia porque entonces no
tienen interés. Si a alguien no le da para meter gol, no puede pedir agrandar
la portería. Si no se llega a machacar, no se puede pedir bajar la canasta. Las
anillas tienen gracia con vacas fuertes. Que no se pide que todos los concursos
sean así, que ya se entiende dónde hay que echarlas, pero que ahora, son
escasos los concursos donde se pueden ver el tipo de vacas que hacen que los
aficionados hagan kilómetros. Y se queda escaso que solo sean fuertes las tres
de la final. Se puede demostrar claramente cómo la gente se desplaza en función
de las vacas anunciadas, no por las parejas. Es una realidad.
Los tiempos cambian, está claro. Pero si se les dice a los de ahora que en los años 80-90, se llegó a la centena de fechas y que se hacían cuatro o cinco concursos en un fin de semana, igual les explota la cabeza. Por cierto, por aquel entonces las vacas iban en puntas y las carreteras eran como eran. Que sí, que abultaban la mitad que las de ahora, eso está claro. Y que también había cabras, que aún lo eran más porque comían menos que en esta época. Pero que las de ahora son las vacas más fáciles al recorte de la historia, también. Ahora entran al embroque con fuerza muy pocas vacas. Meterse de verdad, contadísimas. Ser vacas con verdad, escasas. Vacas muy normales se están intentando hacer pasar por fuertes. Si es que hasta las que ellos perciben como fuertes, cuando les dan de verdad, hacen aguas por todos los lados. Recortándolas bien no rematarían ni la cuarta parte de las que ahora lo hacen. Si probaran a ir en corto, estar los dos juntos y cerrarse en los recortes... Cuando salen a morder, ¿cuántas vacas actuales aguantan?
El de las anillas, por
regla general, es el público más entendido en vacas del festejo popular. Por
eso no se traga milongas. Como sabe ver la vaca, va a exigir que se le haga lo
que posibilita. Es que la gente quiere ver anillas. Miau. La gente quiere ver
las anillas que tiene la vaca. Si metes cinco pero la vaca tiene quince, el
espectáculo no vale. Si a la que tiene dos o tres, ni se la recorta, tampoco
vale el espectáculo. Las anillas son así de crudas, se ve claramente lo que
hay, tanto en vacas como en parejas. Tampoco va a colar que vacas muy normales,
se quieran hacer pasar como vacas fuertes. Ese tipo de vacas a las que ahora no
se les meten ni cinco, son vacas de exhibición para meterles ocho o diez. De
vez en cuando, cambian el chip, hacen las cosas bien y se ve claramente lo que
son realmente algunas vacas.
Cuando hay
enfrentamientos entre hierros punteros, no se le puede pedir a ninguno que
rebaje nada, ni mucho menos “hacerles” la lista de las que deben llevar. Tienen
que ir con todo lo que puedan, que para eso están compitiendo también. No se le
puede pedir a uno que rebaje, al otro no y que luego el que va con lo que
quiera, quede mejor que el otro. No hombre, no. Si comparten cartel dos o más
ganaderos, con lo que quieran. Luego se piden los dineros acordes y punto. El
que paga, si ve anunciados a dos de los de arriba, quiere ver a sus mejores
vacas. Nadie se imagina anunciar un Madrid - Barcelona sin que pudieran llevar
sus mejores jugadores. Y, a poder ser, que se vean más enfrentamientos
entre los ganaderos que tienen las mejores vacas. Al menos entre los que no
tienen problema en enfrentarse a sus colegas. Y que se vean más veces vacas
sueltas que se sabe que son buenas para las anillas. En las últimas tres
temporadas solo 12 concursos han sido con dos o más ganaderos. Los demás, con
solo un hierro. Eso no despierta el interés del aficionado. Ricla, por ejemplo,
aunque luego no saliera como se esperaba, que verdad es, lo despertó. Alagón,
también. Ojalá ponerle el mismo rasero al análisis de Zaragoza.
La realidad paralela
viene por una manifiesta endogamia. Siempre se ha alabado que haya unión en los
recortadores, pero si no se cae en el corporativismo. No es buena la
homogeneidad para todo (porque luego hablando uno por uno, son muchos los que
discrepan, pero no quieren alzar la voz por comodidad o por miedo a quedar
fuera del grupo). No es bueno tampoco que solo se piense en el colectivo y no
en el interés del aficionado que paga la entrada. Nunca se les va a discutir un
euro de sus peticiones. Ahora bien, si se les da lo que piden, luego hay que
dar la cara. Si no se da un espectáculo acorde, es cuando chirrían las
exigencias. Si se les da lo que piden, luego hay que tener compromiso. Exigir
para que luego uno de los habituales diga, es que me voy a la playa, es que
tengo competición de no se qué o que son fiestas en mi pueblo... Tardar en
confirmar y que no pueda cerrarse el concurso para hacer una buena promoción
con tiempo, no es de recibo. No avisar de que no se va a ir, serio tampoco
es. Todo esto, sigue pasando.
En esa endogamia también
entran los palmeros (recuérdese este artículo: "Palmeros"). Y en ese círculo, no hay opinión crítica ni quien les haga ver
la realidad (recortadores veteranos ya desisten de dar su visión). Esto también
viene motivado por una razón. Muchos aficionados (muchísimos más de los que
ellos creen), han dejado de ir a los concursos porque el espectáculo es el que
es. Al no ir, han dejado de tener críticas. Críticas que a la espalda hacen
apegados al círculo, pero que luego no les dirán a la cara. Lo que se conoce
como falsedad. Si hubieran conocido la época en la que se les pegaban pitadas
ensordecedoras a las parejas que no se metían con las vacas... Si es que además
tienen ahora a un público que es como el osito de mimosín, que no exige nada.
Con ver una rueda de tres o cuatro recortes se ponen a aplaudir. Y si ya ven entrega
y raza, se vuelven locos. Que no se pide tanto.
A la realidad paralela,
como no puede ser de otra manera en estos tiempos, contribuyen las redes
sociales. Mucha foto subida esperando la alabanza. Publicaciones con mensajes
que se hacen difíciles de digerir. Pegan tres recortes y creen que es una
actuación notable. No se hará con mala intención, pero flaco favor se hace
diciéndole lo que no es a un chaval. Por no hablar de lo peligroso que es. A
quien no está para esos compromisos, le puede hacer mucho daño una vaca. En eso
también, culpa tienen los organizadores que saquen a gente que no esté
preparada, con tal de completar un concurso de cualquier manera.
Hablando de empresas que
organizan concursos. ¿No se dan cuenta de que queda fatal salir con los
pantalones de otra empresa en un concurso? Todo recortador debe tener pantalón
que no sea de ninguna empresa para concursar. Sería precioso volver a que las
parejas salieran con sus camisetas. Pero como eso no se sabe pelear en
la realidad paralela, para poder tener sus propios patrocinadores... Al menos,
que un organizador no tenga que ver pantalones de la competencia en sus
concursos, por simple dejadez de los participantes, que quizá ni caen en la
cuenta.
Inmersos en esa realidad paralela, no son conscientes de que las parejas de media tabla hacia abajo, hace no tantos años, no tendrían hueco alguno en los concursos (todavía quedan recortadores en activo que estuvieron en esos años). Y que las parejas de mitad de tabla de no hace tantos años, prácticamente pelearían por la Anilla de Oro actual. Por eso no se entiende que se tomen decisiones en base a la "mayoría". La mayoría que solo mira por su interés particular. ¿Cómo no van a salir resultados mayoritarios hacia lo más cómodo? No puede valer lo mismo el voto del que da la cara, que del que va a los concursos sin aspiraciones o del nuevo que tiene hueco porque no hay más, no porque valga. Los propios compañeros le tienen que poner las pilas a los que están por estar, máxime a los que ya llevan años. Y si no quieren, por lo menos que no haya autocomplacencia colectiva de echarse flores cuando no hay motivo.
Lo genial es que luego
se opta por, en los concursos suaves, cerrarlo a diez, porque así hay menos
parejas de relleno (este argumento es de ellos mismos). Y entonces, ¿cómo van a
salir parejas nuevas? ¿Los sacamos directamente en los concursos fuertes que
son a doce parejas? ¿Las mismas diez parejas acomodadas para toda la temporada
exigiendo que salgan todas en el Pilar? ¿Y quién piensa en el que paga? A ese
le quitan dos vacas por todo el morro. En los concursos siempre, como mínimo,
12 vacas, 12. Si no hay 12 parejas, formato. En 2024, solo un concurso ha
contado con 12 parejas, y solo 10 concursos han tenido 12 vacas o más. Por
cierto, este año 14 de los 22 concursos, con formato. Tirando de memoria,
aparece una media sonrisa al ver que todos los organizadores han recurrido al
formato por eliminación. Ah y se puede mirar hacia el País Vasco y la Comunidad
Valenciana. Que se sigue siendo injusto con recortadores que, cuando toca que
completen concursos, dan más la cara que los de aquí, haciéndose una
kilometrada. Veríamos cuántos de los de aquí seguían saliendo si tuvieran que hacer tantos kilómetros. Luego algunos sacan pecho de darles sitio, cuando si se lo dieron,
fue a regañadientes y tarde.
Y el mayor problema es
que esa realidad paralela no les hace ver que no están para exigir por lo que
se está viendo en la arena. Que no pueden pretender controlar todo. Por
coherencia además, si controlan, que controlen a todos. Porque en el Pilar
tragan con carros y carretas, mientras que a otros los vuelven locos con
peticiones/sugerencias con visos de exigencias. Si se ponen unos mínimos y esos
mínimos están, no se puede pretender rebajar el nivel de vacas pese a rebajar
dineros. El organizador tiene que tener la libertad de hacer un concurso todo
lo fuerte que quiera cuando quiera, sin tener negativas en bloque, aunque
muchos quisieran salir. Ahí hay que romper la unidad, el que quiera que salga y
el que no, que se quede en casa (pese a que sea a una semana del Pilar). Porque
amparados en que supuestamente quieren igualar, es sonrojante recordar cómo
está de igualado el Campeonato Nacional (bueno este año igualado a la baja, sí). ¿Por
qué no exigen ahí que estén las mejores vacas de la temporada y que no sean de
un único hierro? Porque igual que marcan que hay plazas que no corresponde
echar vacas fuertes, deberían hacer fuerza porque en La Misericordia no haya
vacas de portátil, o casi el concurso entero... En Zaragoza es innegociable que
estén las mejores vacas posibles, aunque luego no pudieran con ellas.
En cuanto a definir
cuáles son fuertes y cuáles no, medítese mucho más. Porque se han puesto como
fuertes algunas que no son y se han quedado sin ser fuertes algunas que lo son.
En cuanto a pitones, lo mismo. No sea que luego acabe siendo vaca de ganar
concursos una que se quería dejar en la finca porque se aseguraba no tenía el
cuerno derecho apropiado para las anillas.
Sin embargo, que no les
cause preocupación algo fundamental, como es el director de lidia, es de
chiste. ¿No van a exigir que sepan darle capa y llevarse a una vaca corrida los
que hagan esa labor? ¿No van a exigir que estén dando vueltas al callejón
siguiendo la lidia de la pareja? Un director de lidia tiene que ser el primero
o de los primeros que llegue al quite y tiene que intentar llevarse a la vaca a
base de darle capa, cogiendo el capote a dos manos a poder ser y sin soltarlo.
Si se hace bien esa labor, no hay que coger a la vaca. Los mejores ejemplos de
cómo se debe hacer son Imanol Sánchez o Sergio Sánchez. Mírense los vídeos de
las cogidas, examínese a todos y veamos quiénes no deberían hacer concursos.
Igual hasta salta la sorpresa de alguno con nombre. ¿En la realidad
paralela no se ha caído en esta circunstancia para que no se vean labores
lamentables hasta en capital de provincia (de Navarra para ser más exactos)?
No parece tampoco
preocupar lo más mínimo que no se sepa el reglamento el encargado del
micrófono. Eso da igual. Que se incumpla el reglamento con reincidencia y sean
habituales las meteduras de pata, no importa. Da igual que no se apunten los
resultados de los jurados de manera ordenada. En la realidad paralela ni se cae
en la cuenta de eso. Que puedan influir errores hasta en el resultado del
Campeonato Nacional…
Deberían abrir los ojos
y ser conscientes de que la gran mayoría de concursos se están sustentando en
la tradicionalidad. Se hacen por costumbre, no porque despierten interés. Y den
gracias a que las anillas en su esencia tienen una fuerza tremenda por cómo es
la competición. Pese a atravesar el momento que atraviesan, hay plazas que las
seguirán haciendo, cosa que no pasaría con otros festejos.
En caso de que quieran
tener todo controlado, bien simple. Que monte una empresa el colectivo. Que se
jueguen sus dineros, hagan sus campañas publicitarias y lleven las vacas que
quieran con el formato que quieran. Si esto llegara a darse... Se darían cuenta
cómo va más gente a los concursos de vacas fuertes bien promocionados que a los
de vacas suaves.
Solo dos concursos han
anunciado las vacas y las parejas con más de una semana de antelación: Azpeitia
y Ricla. Háganselo mirar los organizadores y exíjanles los recortadores que se
hagan buenas promociones. Que no se anuncien ni vacas ni parejas en Zaragoza es
algo que no deberían consentir.
La espiral de
complacencia de las parejas es muy peligrosa. Todas están por debajo de lo que
pueden dar. Es una firme creencia. Hay mucho más potencial del que se ve. Eximiremos a los recién llegados, obviamente. Si
los de arriba arrearan más, los que compiten por los concursos tendrían que
pisar el acelerador. Si los de media tabla dieran más de sí, pillarán algún
premio más y pondrían complicado a los organizadores dejarlos fuera. Los de
abajo, arreando, harían que los que completan los concursos peleasen por no
quedarse fuera. Pero mientras no se den pasos al frente, esto va a seguir como
está. Que no haya parejas es parte de la culpa también. Han sido varias las
pérdidas de recortadores de nivel que lo han dejado y que, por edad, deberían
estar en el circuito aún. Ojalá volvieran Joanes, Ezquerro, Arturo, Juan,
Borja... Y Mario con “Kimera”.
Como de casi todos se
recuerdan actuaciones de quitarse el sombrero, se demuestra que poder, pueden.
Porque aquí no se quiere ir contra nadie en concreto, ni mucho menos se tiene
nada personal contra nadie, pero sí contra la complacencia actual del colectivo.
Y es que se ha podido ver que poder pueden, sin ir más lejos, con Chus en
Alagón o con Eusebi en Pamplona, por poner dos demostraciones de raza. ¿Alguien
va a dudar el pedazo de recortador que es Roberto? ¿Alguien va a discutir el
compromiso de “Kimera” para salir hecho polvo? ¿Y las facultades de Zabalza? ¿Y
el talento innato de Mario? ¿Y lo bueno que es Rafa? ¿Y el nivel de Ander? ¿Y
lo que arrea Edgar? ¿Y la veteranía de Asier? ¿Y la casta de Xabi? ¿Y el
temporadón de Javi en su primer año? Y hay jóvenes que pueden valer como Saúl,
Alejandro y Enaitz. Por cierto, estando en el puesto octavo, ¿por qué el
colectivo no ha hecho fuerza para que hicieran más concursos Julen y Enaitz? Se
merecían estar por clasificación en Zaragoza y ni se les llamó, y entraron tres
parejas con peor puesto que ellos. No sería que el hierro que hace en solitario
el concurso dijera que tenían que ser un máximo de 10 parejas, ¿no? Esperemos
que no…
Hay mimbres para hacer mucho
mejores los concursos y en sus manos está, pero sean conscientes de que todos
ellos están de paso. Todos pasarán y las anillas quedarán. Y también se queda
el aficionado. El que paga la entrada. El que mantiene esto. Ese nunca se
jubila. Eso sí, decide si va o no va. De hecho, han dejado de ir. Hay opiniones
fundamentadas de muchísima gente infinitamente más duras que la expresada en
este artículo. Súmenle la imagen que se están labrando, que justa o
injustamente, va cuesta abajo. Aunque no lo crean, se sabe todo y lo que hacen
tiene mucha más repercusión (para mal) de lo que creen.
En la tercera temporada
post-pandemia donde, para muchos espectáculos, se mantiene la tendencia de ir a
más, ¿En la realidad paralela no se ve que de 36 concursos programados el año
pasado se ha bajado a 26? Un descenso de un 27% ¿Por qué será? Por eso este
artículo es por el bien de las anillas, para que reflexionen y estimularlos.
Pd 1: el que por dentro
piense: pues sal tú, no entiende nada.
Pd 2: seguramente la
mayoría de los recortadores actuales estarán de acuerdo prácticamente con todo lo
escrito. Así lo dicen en privado.
Pd 3: aquí es donde más
se promocionan las anillas y más se apoya a los recortadores de esta disciplina.
Mucho tiempo y dinero invertido. Pero no se tiene nada que perder, ni se le debe
nada a nadie.
lunes, 23 de octubre de 2023
ESTO ES LO QUE HAY
Por delante, sobredosis de parejas. Once eran demasiadas. Con nueve es suficiente, que ya con eso iba a haber relleno. El panorama es el que es, quien quiera engañarse, que se engañe. La selección de parejas, por clasificación tenía que haber sido la siguiente: "Kimera" - Zabalza, Cuairán - Roberto, Chus - Rafa, Mario - Luis, Ander - Xabi, Ezquerro - Arturo, Asier - Edgar... Y ahora viene cómo se tenía que haber completado... El octavo puesto se le debía haber ofrecido a Iosu Valenciano (y que saliera con quien él quisiera), que se lo ganó con Ander mientras salieron. No se acordaron de él. Y el noveno, por clasificación, para "Chencho" - Membrado. ¿Los demás? Pues a ganarse el puesto. ¿Por qué once parejas y no trece? Y hubieran entrado Saúl - Julen y Pablo - Jesús (pareja valenciana con mejor media de puntos que muchas de las que salieron y por encima en la clasificación de Óscar - Ioritz). El criterio de la clasificación fue el utilizado el año pasado. Nos pegamos toda la temporada haciendo los concursos a diez parejas (aunque cobrando la entrada como si salieran doce vacas, pero así se ahorran dos subvenciones) y ahora en el Pilar, once, sin ningún sentido.
A la plaza se entraba a ciegas. Este año no se anunciaron ni vacas ni parejas. Eso sumado al apagón informativo en forma de no acreditar a fotógrafos habituales, así como la no retransmisión del festejo por Aragón TV, hizo que la cita tuviera un toque clandestino. Ahora bien, subiendo un euro la entrada (Simón Casas y Toropasión lo dejaron en 12 € en 2017 y ya está en 15 €, lo que supone una subida de un 25%), con cero información del festejo y nula campaña publicitaria, la plaza registró la mejor entrada del Campeonato Nacional en mucho tiempo. Se rozaron los tres cuartos. Lógica no tiene, pero bienvenido sea. Ah, y siendo la cuadragésima edición... También se podía haber hecho algo especial. Que se recuerde solo en la vigésima y en la vigésimo quinta se hizo. Vuelta a veinte años atrás cuando no se sabían ni vacas ni parejas. Con lo que costó...
Y a partir de abrirse la puerta de toriles, ?qué? Pues lo esperado. En general, ni vacas ni parejas del nivel de Zaragoza. Ambas cosas, para quienes sigan el circuito, ya eran sabidas. Claro que hubo excepciones, pero el nivel general fue el que fue. Zaragoza tiene que ser un restaurante de cinco tenedores, y más este año que para eso se paga la entrada más cara de la historia. En las últimas cuatro ediciones es un restaurante en el que se come un buen menú del día con platos exquisitos en medio de otros vulgares. Por supuesto que no es comida rápida, pero tampoco hay estrellas Michelin.
Asier y Edgar arrancaron a recortar según se abrió la puerta de toriles, para luego perder un minuto entero en colocar a la vaca y no verlo. Una vaca que si se coge bien, ni se cruza lo que creen, ni es para tanto. Edgar le pegó un recorte de punta a punta en el que casi la tuvo que esperar. Como aún no se la ha destapado, parece lo que no es.
Cuairán y Roberto con un clásico de la casa. Vaca de pitones complicados que se queda corta y se defiende. La única pareja que supo dar ruedas largas. Se desesperaron por no acertar a meter anillas a una vaca que nunca debió salir en Zaragoza.
Ander y Xabi, corazón todo el del mundo. Vaca con cierto picante si se le consienten los terrenos cercanos a tablas. Tenía alguna anilla más pero a ellos no se les puede reprochar nada.
Óscar y Ioritz tuvieron una vaca que en el propio Zaragoza le ha caído un buen número de anillas. Era para pasar a la final. O igual no, que las había más fáciles aún.
"Chencho" y Membrado también tuvieron una vaca para meterle un número de anillas muy alto.
Rubén y Tanco, con vaca que le costaba un verano revolverse. Era de muchas anillas. Para el de Utebo era su último concurso. Ha estado desde 2006 participando en el circuito.
Estas tres últimas vacas eran para meterles muchas y no se les metieron. Además se les dejó que remataran y se les hizo pasar por vacas de Zaragoza. No lo son ni de lejos.
Héctor y Aitor tuvieron una que era un poco complicada, pero más por no dejarse colocar por falta de fijeza así como por no terminar la embestida. Una vaca que no ha dado el paso adelante que se esperaba por la familia de la que viene.
Ezquerro y Arturo estuvieron bien ante la primera vaca que salía que sí que tenía el nivel de Zaragoza. Una vaca que por cierto ha pegado un bajón ostensible con respecto al año pasado. Aún así, buena vaca. Se atacaron en el final y eso le llevó a Arturo a cometer un error que le iba a costar caro. En terrenos que no había espacio material, recortó intentando meter la anilla. Le puso en bandeja la cogida a la vaca. Lesión importante en el tobillo que le impidió continuar el concurso. Bravos los navarros.
Mario y Luis tuvieron delante a una vaca que se recorta andando. No es una exageración. El Mario de hace unos años recortaba andando en Zaragoza a "Estornina". Esta es infinitamente más tonta al recorte. Aún con el pitón poco propicio, es de muchas anillas. Como no la recortó así, solo tres anillas.
Chus y Rafa, ante una vaca que cuando se la recorta bien, no tiene absolutamente nada. En el momento que se le da una rueda en condiciones se disuelve como un azucarillo. Como eso no pasó, quedaron bien los tres. Ellos por una actuación emocionante y ella porque la lucieron. Pusieron la plaza en pie, pero se pusieron en un riesgo excesivo ante la vaca que era.
"Kimera" y Zabalza ante una de Marcén que su única complicación es que en el embroque baja el pitón derecho. La solución pasa por olvidarse de meter anillas al principio y echarla abajo. Cuando la vaca esté desgastada entonces tienen que caer las anillas. No la echaron abajo del todo. Se quedaban fuera de la final por tiempos.
Antes de la final, una sola vaca del nivel de Zaragoza. Esto es lo que hay.
Llegó la final. Por fin había vacas de verdad. No iba a estar igualada pero, por lo menos, se iban a ver vacas acordes a La Misericordia.
La primera, la Nº 3 "Rastrerilla" para Ander y Xabi. Parecía que el año pasado esta vaca se despedía. Pero volvió a ganar peso en invierno y la ganadería ha vuelto a echarla. Una alegría. La vaca nunca volverá a estar al nivel de 2018, pero es verdad que ha estado más fuerte que el año pasado. Qué pedazo de vaca. Qué corazón. Qué brava es. Los vascos, qué pedazo de recortadores. Qué corazón. Qué bravos son. Una actuación vibrante. Anillas seguidas de remates que ponían los pelos de punta. Se puso la plaza en pie para aplaudir a vaca y pareja.
Eso sí, los momentos de apuro, dejando a la vaca en las rayas de picadores y con rueda, no hubieran sido tantos. Ni tampoco cogiendo la vaca de tabla a tabla, pero siendo el embroque en las rayas. La vaca que ya no es rápida, lo permite. Probablemente a la de Marcén, así, se le hubieran hecho eternos los tres minutos.
Ezquerro tuvo que salir sin Arturo a la final. Lo acompañó Roberto. El de Peralta, zurdo él, hizo toda la actuación por el izquierdo. Y ahí la vaca fue lila perdida. Lila como lo son por ese pitón la gran mayoría de vacas del circuito. Difícil valorar a la vaca. Con algo más de tino, podría haber ganado el concurso metiendo anillas él solo.
Cerraron Chus y Rafa que perdieron la batalla ante el número. La más dura y complicada de Marcén. La única manera de poder con ella es darle mucho y ver si la edad ya hace mella. Eso no pasó y hubo pocos recortes.
Campeones Nacionales Ander y Xabi. Segundo título para el de Villabona y primero para el de Azpeitia que, un año después, cambió las lágrimas de rabia por una grave lesión, por las de alegría por ser triunfador. Zorionak txapeldunes.
Un Campeonato Nacional con 34 anillas. Si el nivel de las parejas es el que es y, aún así, se meten tantas anillas, blanco y en botella. Zaragoza no debiera ser esto. Al albero de La Misericordia saltaron solo cuatro vacas del nivel del Campeonato Nacional. El lote, para quien entienda y sepa cómo se recortan y se lidian las vacas en las anillas, posibilitaba una cifra cercana a las 80 anillas (cuando a las parejas se les enciende la bombilla se las meten). Hubo unas cuántas de diez anillas. Que no se les metan, no significa que no las tengan. Que no se las eche abajo, no significa que sean fuertes.
Muchos fueron los murmullos y conatos de pitos para los recortadores por no entrar a recortar cuando era evidente que se podía. Bastante bueno es el público que en este concurso y en la feria, para lo que se ofrece, protesta bastante menos de lo que corresponde. El que paga, que proteste siempre lo que quiera. Que además, se le sigue subiendo el precio de la entrada. Se esté de acuerdo o no, se ha de respetar. Es curioso que en los tiempos en los que se organizaba todo con mimo, con toros de infinita mejor presentación y con vacas de varias ganaderías y mayor nivel, las protestas eran mayores que ahora.
El problema en líneas generales de los recortadores es que se recorta en largo, porque en corto hay que tragar más. No se gana la cara bien porque no se deja venir a las vacas. Y no se cierran en el recorte con lo cual no se puede al animal. Como no están juntos, no hay ruedas. Si se le suma la, en general, manifiesta falta de fijeza de las reses, llegamos a que vacas de portátil parecen internacionales y acaban saliendo en Zaragoza. Y vacas de portátil no son porque se escriba aquí, es porque salen durante la temporada en portátiles y con dineros de portátil. Así de simple.
Si hay que ser duros con ellos es porque casi todos, en algún momento, han demostrado que pueden hacerlo mucho mejor. Tanto a la hora de entender a las vacas como en ganas de competir y darlo todo. Se ha contagiado en el circuito una extraña apatía que hace que todas las parejas estén por debajo de lo que pueden dar. Tienen que espabilar.
Las vacas de verdad son vacas como la Nº 3 o la Nº 313. La mayoría de las que salieron en Zaragoza no lo son. Un remate de la Nº 3 vale por diez de los de sus hermanas. Querer poner al mismo nivel a otras, es insultar a estas dos pedazo de vacas de Marcén ¿Con el lote de 14 poniéndoles bolas se podría hacer una mañana de vaquillas? Es que hay una ganadería de Cárcar que a algunas de las mejores vacas de la temporada de las anillas y a otras que hacen concursos les pone las bolas y hace la mejor mañana de vaquillas del Pilar. Vacas de verdad.
Terminada la temporada, ha sido Ricla el concurso más fuerte del año. El dato habla por sí solo. Esto es lo que hay. Por eso, una vez más, hay que seguir reclamando que a Zaragoza vayan las mejores vacas del circuito. Marcén, Arriazu, Eulogio, Germán Vidal, Oliva... Pero claro, entonces tendrían que competir, además de que eso vale más dinero. Aunque se ganen 7.000 euros más de recaudación en entradas, más las 1.500 - 2.000 personas más que entraron a 15 € (un total de más de 30.000 €), no se pueden usar porque hay que financiar las tardes.
PD: La cubierta cerrada y todos los focos enchufados.