viernes, 8 de julio de 2022

EL CONCURSO QUE NO SE PODÍA HACER

A las siete de la tarde del cinco de Julio de 2022, tenía que haber comenzado el festejo previsto en la Plaza de Toros de Teruel. Un aguacero previo, hizo que se demorase el inicio. Durante esa demora cayó otra tormenta mayor, que dejó el ruedo impracticable, hasta para el desencajonamiento. A partir de ahí, comenzó una tarde para el recuerdo.

Lo que a las siete y media se veía como imposible, fue tornándose. Los recortadores se cambiaron porque aquello no tenía pinta de poder celebrarse. El empresario pidió paciencia, que les dieran margen para intentar arreglar la arena. Si, tras eso, no se conseguía que estuviera en condiciones, se suspendería. Los trabajos por parte de todos los operarios y miembros de la empresa fueron dignos de alabanza. Los recortadores iban comprobando cómo estaba la plaza. Más de una hora después, se acabó el acondicionamiento del piso. El público permaneció en la plaza.

Y llegó la reunión definitiva con los recortadores. ¿Cómo estaba la plaza? El concurso no se podía hacer. Tal cual. Algunos dijeron que no (que era lo que decía la lógica), la mayoría que sí. Y los que dijeron que no, si la mayoría decía que sí, iban a tirar para delante con ellos. Así fue. Después del desencajonamiento de los toros de Baltasar Ibán, Concurso de Recortadores en Teruel. La empresa pidió que arrimaran el hombro. Los recortadores vieron todo el esfuerzo que se había hecho. Las únicas opiniones a tener en cuenta eran las de recortadores y empresa, aunque alguien más metiera baza. Antes de la presentación, se le dio un último repaso y Asier pidió que se marcara con cal, las zonas que peor estaban. Buena idea, para, al menos, tener esa referencia visual. 

Había barro y zonas muy peligrosas y, en toriles, Marcén con todas menos tres. Solamente con decidir echar el concurso para delante, ya merecían un respeto máximo los recortadores. Hubo comentarios previos de, bueno haremos lo que podamos, que la plaza no estaba para darse coba con esas vacas. Esas palabras se las llevó el viento. En cuanto se abrió la puerta de toriles, nada de eso sucedió. 

Arrancaron Julen y Xabi marcando el camino. Con la más fuerte del concurso, se la jugaron de verdad en los pocos recortes que dieron. El mérito fue enorme. En el último, al vasco no le dejó pasar la Nº 53. 

Asier y Zabalza fueron a más según avanzaba la actuación, consiguiendo la primera anilla de la tarde. Con la plaza bien, la vaca estaba para más. Con la arena como estaba, lo que hicieron fue mucho más de lo que parecía que se podía hacer. Zabalza fue uno de los que decía antes de empezar que había que tomárselo con calma... Cayó de cabeza al callejón por dar un recorte muy comprometido en toriles en la cuenta atrás. Mucha calma, sí.

Juan y Edgar se enfrentaron a una vaca que, por costumbre, no quiere salir de tablas. Ahí se refugió pronto. No les quedó más remedio que tirar de tabla a tabla en terrenos, obviamente, muy comprometidos.

Sergio y Raúl, que entraron por la vía de la sustitución a última hora. No se les puede pedir más de lo que hicieron. Recortaron y estuvieron con el grupo siempre en decir: nosotros salimos.

Y a partir de Pablo y Jesús, llegó la épica máxima al concurso. Pablo, que debutó en los concursos en 2019 en esta misma plaza, junto a Rafa Moralo, iba a convertirse, por méritos propios, en uno de los protagonistas de la tarde. Cogió a la Nº 139 desde casi Burriana. Vaca fácil de ganarle la cara, pero que luego se tira con todo, o se tiraba, arriba. A Pablo le remató, pero sin estridencias. Ahora bien, lo del de Burriana fue colosal. Cada recorte tuvo compromiso y las caídas al callejón eran tremendas. Cada vez más roto. Jesús se la colocaba y Pablo era el que ejecutaba. Mediada la actuación, comenzó a granizar. Granizo del que hace daño en la cabeza. Aquello no paró. Siguió recortando con parón en cada salto al callejón. Acabó destrozado, pero con la plaza rendida. Dos anillas como recompensa a una entrega máxima. Tercer puesto que debería valer llamadas para hacer unos cuantos concursos a la pareja. Aunque siendo Burriana provincia de Castellón... Pues eso.


"Chencho" y Membrado, que no "Membao", tuvieron quizá a la más complicada de la tarde. No quiso hacer caso al quite en ninguno de los tres que le pegó el de La Almunia. Al primero le cazó la anilla. Después, a "Chencho" no le hizo ni caso, ni cuando fue a partirla, más que al segundo. En la cuenta atrás, el de Ricla tenía que haberle pegado el último. Membrado se está cuajando rápido.

En las dos últimas parejas, llegó la traca final. Chus y Rafa se merendaron a la Nº 130 "Sultana". Se le merendaron, sí. A un pedazo de vaca de Marcén. Pero cuando se sale así, se puede con muchas de las vacas que parecen intocables. Decisión, en corto, estando juntos y cerrándose para poderle. Es clave este concepto. En largo, muy separados y abriéndose, no se puede a las vacas y se crecen. Parecen mucho más de lo que realmente son. Rafa tiene la mirada de un ganador. Salir con Chus le viene como anillo al dedo. Cuajaron una actuación magnífica. Seis anillas a la vaca que era y estando como estaba la plaza. ¿Donde está el techo de Rafa? En 2019 debutó en esta plaza y ahora ya es uno de los mejores del circuito.


Cerraron el concurso Ezquerro y Arturo. Otra actuación para el recuerdo. En el primer minuto ya le había caído la mundial a la Nº 206. Ya iba servida y eso que no le pegaron ni un segundo. Que si se lo pegan... Fallaron anillas al principio que, al final, iban a ser claves. Aún así siguieron batallando como dos guerreros. Tres minutos sin parar de recortar teniendo que saltar las tablas con cada uno de los recortes. De tabla a tabla y sin dejarse nada. Vaca muy brava de Marcén, pero a la que el físico ya no le acompaña y no está para un concurso así. Los navarros acabaron reventados porque no se dejaron ni la reserva del depósito. Cinco anillas y segundo puesto. Para quitarse el sombrero.


Así acababa, cerrada ya la noche, un concurso para el recuerdo. Para hacer afición. De los de admirar enormemente a los de pantalón blanco. Con lo que se vio en el ruedo, no se echó en falta a nadie. Y eso que las ausencias eran notables. En este punto, cabe decir que cuando uno no va a poder asistir a un concurso, habiendo dado palabra, se debe avisar. Las razones de la ausencia se comprenden y no se pondrán aquí en duda. Pero hay que avisar, simple y llanamente por seriedad. Porque los organizadores, si alguien no sale, tienen que buscar sustituto. Cuanto menos tiempo tengan, más complicado se hace. 

Si hay que admirar a los del pantalón blanco por lo vivido en Teruel, es porque le echaron unos arrestos y tuvieron un compromiso extraordinarios. Qué raza y qué casta. Obviamente, además de las circunstancias, gran parte de culpa era de las vacas que llevó Marcén. Lote de nota alta. De ocho solo falló una. Concurso bastante igualado. Todas hasta el final. Los matices serán en otras citas. En Teruel, nota muy alta para el hierro de la "J". 

Enhorabuena Julen, Xabi, Asier, Zabalza, Juan, Edgar, Sergio, Raúl, Pablo, Jesús, "Chencho", Membrado, Chus, Rafa, Ezquerro, Arturo, Marcén y Toroter. Y se puede añadir a la lista al matador Sergio Cerezos, que también tiró para delante y estuvo dando la cara toda la tarde. Lo que hicieron los recortadores fue muy grande. Y cómo no, gracias enormes al público que aguantó mucho tiempo a la espera sin abandonar la plaza.


Teruel, en el festejo popular, es plaza de primera. Ahí hay muchos aficionados que saben mucho. Especialmente hay mucho aficionado al ganado corrido. Por eso, porque el Concurso de Recortadores, es la máxima expresión en la que el recortador se mide a la vaca corrida, debe haber siempre anillas en Teruel. Gracias a Toroter, el concurso está consolidado. Se han empeñado en darle categoría en la Feria del Ángel. Y además han hecho dos años consecutivos un concurso provincial, que ha dejado ver que, si se les diera oportunidad, hay recortadores turolenses que podrían tener un hueco en el circuito. Toroter, con los hermanos Gracia, David y Ángel a la cabeza, aficionados serios antes que empresarios, así como quien está con ellos Rubén, gran aficionado, son los culpables. Seguramente es la empresa que mejor trata a los recortadores. Gente de palabra. Queda poca así en el mundo taurino. La charla que se vivió al acabar el concurso y lo que ahí pasó, se quedará para las diecinueve personas ahí presentes. 

Vídeo del concurso del canal TAURINO 100%100