miércoles, 14 de noviembre de 2018

UNA NUBE, UN MICRÓFONO, UN RECORTADOR

Según acabaron los tres minutos de la última vaca de la final, se desató la tormenta. Como toda tormenta, nacía de una nube. Mario acababa de perder el Campeonato Nacional y en el micrófono de Aragón TV, soltó todo lo que pensaba. No hubo filtro. Por delante, se aplaude. Se aplaude el decir lo que se piensa. En un tiempo en que existe una dictadura de lo políticamente correcto, quien dice lo que piensa sin cortarse, es digno de alabar.


14 de Octubre, Zaragoza.
Habló primero sobre la vaca de la final, pasando luego a opinar en general sobre Marcén. Por partes. Se quejó, con vehemencia, de que su vaca de la final llevaba una nube en el ojo derecho. Dijo que al ganadero se le había advertido de ello dos semanas antes en Ágreda. Se le indicó que, en esas condiciones, no la llevara a Zaragoza e hizo caso omiso.

Veamos. Como siempre, para empezar, los recortadores, a por uvas. A echarse las manos a la cabeza cuando no hay remedio. En vez de molestarse antes, para que no pasen estas cosas, la luna de Valencia es la residencia. Si se vio que la vaca estaba así en Ágreda y se ve que se anuncia para la final de Zaragoza, se le hace saber a la organización que esa vaca no es apta para salir. (Por cierto, no era la primera vez que se anunciaban las vacas de la final del concurso, como se publicó en algún medio. De hecho, antes se publicaban las de la final y las de la ronda, cosa que este año no sucedió). Se va a la finca, se comprueba si es verdad o no y asunto zanjado. Si lleva nube, no va, si no la lleva, puede ir. Pero aún más, estando como sobrera (única para la ronda y para la final), la Nº 179 "Revoltosa", se sube a los corrales y se mira cómo está. Si hay nube, se echa la sobrera. 

La de Marcén vino a tener el comportamiento que suele tener. Nube o no, la vaca suele irse, no se deja colocar, se cruza mucho y va hasta arriba. Eso hizo. Mario tuvo un par de opciones de anillar y después ya no llegaron a encontrarse en el embroque. Salvo en un solo cite, en el que se podría interpretar que hizo un extraño, no se apreciaron problemas de visión en la res.

Y llegó la réplica de Jesús Marcén cuando Isabel Sauco se acercaba a él con el micro, por quinta vez en el concurso, (sí, quinta) y le pedía su opinión sobre la queja del turiasonense. Él dijo que quizá la vaca se lo había hecho en alguno de los primeros remates en los burladeros. Y para respaldar esa teoría, dijo que esa misma mañana la habían estado afeitando y no le había notado nada. 


30 de Septiembre, Ágreda.
Chocan unas cuántas cosas. La primera es que esa misma mañana se afeitara una vaca que, durante toda la temporada, ha estado saliendo a los concursos, la mayoría de ellos en comunidades autónomas donde el reglamento exige que tengan que ir despuntadas. Aunque cierto es que las vacas por desgaste y crecimiento de los pitones, necesitan ser despuntadas regularmente. La casualidad quiso, que le tocara para el Pilar. La segunda es que, si en Ágreda se le advirtió de tal cosa y en Zaragoza volvía a tener una nube, o es una nube intermitente, o esa mañana al ir a afeitarla, la llevaba. Y la tercera es que se diga que una nube aparece por un golpe en un burladero. 

El habitual espectador de las retransmisiones de Aragón TV, lleva más de una década viendo concursos. Y ese espectador fiel, entendido en anillas, no está acostumbrado a que le quieran engañar. Cuando se le intenta engañar, se da cuenta. Máximo respeto por el que está al otro lado de la pantalla, no se puede insultar su inteligencia.

La vaca, como se pudo comprobar, en Zaragoza, llevaba una nube en el ojo derecho. Si la vaca ya la tenía en Ágreda, pues la cosa está muy clara. Se llevó pese a ello. Que cada cuál piense lo que quiera, con los datos aportados y basándose en la credibilidad de cada cual.

La entrevista a Mario no quedó ahí. De lo propio del concurso, pasó a hablar del circuito en general. Rayos y truenos. Habló de que Marcén en los concursos impone lo que él quiere hacer, quiere mandar. Lleva determinadas vacas con el afán de que no se le metan anillas, que no tienen pitones apropiados. Vino a contar cómo quiere Marcén que se hagan las cosas como él diga en las anillas y no hace caso de indicación alguna. Dijo que en los concursos deben mandar los recortadores que son los que se juegan la vida (cuán rimbombante es lo de jugarse la vida...). Cierto es, que después, con gran deportividad, se deshizo en elogios con Morella y Roberto y los felicitó por la victoria y por la temporada. En la réplica, Jesús Marcén decía que él buscaba que saliera contento el que paga la entrada. 


Hasta ahí, lo objetivo. Lo que pasó y lo que se dijo. Y ahora el análisis. Por delante, se tiene clara una cosa. El micro retrata. Y en este caso, retrató aún más.  Los gestos y expresiones dejan claro quién es quién. Cualquier persona que siga el mundo de las anillas, que sea inteligente y que no sea un hooligan, lo vería muy claro. Cinco entrevistas contra dos. (Que sí, cinco, para alabarse sus vacas, diciendo muchas veces lo mismo que en el puesto de comentaristas, a excepción de las que estuvieron mal, claro). A Mario le hace daño la primera entrevista, después de la vaca de la ronda. En el subidón de adrenalina dijo, tras contar todo lo que había luchado para recuperarse en tiempo récord, que su intención era "dejarse matar". Y claro, eso no se vio refrendado en la final. No se "dejó matar". Y ya se entiende que era figuradamente. Aunque ojalá llegue el día en que en esta sociedad se use el lenguaje con medida, y no se diga más de lo que se ajusta a la realidad. 

La segunda entrevista, con un fondo para analizar, claramente falló porque no era el momento, ni la manera, ni la expresión corporal fue la adecuada. Si dice lo mismo, sin enfado y con otra actitud, pues queda mucho mejor. ¿Cómo quedó? Como alguien que tenía una pataleta por haber perdido. ¿Es exactamente así? No. Ni se picó tanto como creen y jalean sus detractores, ni tan poco como cree el propio Mario. Fue más un enfado con lo sucedido, que no saber encajar la derrota, aunque hubiera parte de ello también. Si dice lo mismo, después de haber metido una anilla y ser campeón, lo borda. Pero eso no sucedió.

Conociendo su personalidad de salvaje ganador, se sabe que el pronto de Mario no es bueno, ni para él, ni para lo que lo rodee en ese momento. Él es así. Cosa que solamente lo explica, no lo justifica. Su imagen, perjudicada, y van varias veces ya. Es el mejor en la arena, pero con ya la treintena, sigue sin saber lidiar fuera de ella. Con ello, se perdió el fondo de su mensaje, en el que lleva razón. Y ya no es solo que lleve razón en el fondo, si no que lo piensan así muchos recortadores. Ahora bien, mojarse por el bien de las anillas, muy pocos lo hacen, se lo callan. Quien tenga memoria, recordará que, de lo que se queja Mario, no es nuevo. Pitones derechos poco apropiados y vacas que humillan para que no se les metan anillas, vienen a la cabeza.

Desde estas líneas, siempre se preferirá que se diga lo que se piense, aunque luego haya que criticarlo, a callar y no decir lo que se piensa, por falta de valor. 

Para el futuro, bien simple. O hay común acuerdo o, quien quiere imponerse, si es a costa de los demás, se puede quedar a un lado, aunque a día de hoy sea el mejor. Nadie es imprescindible. Si todos los demás ganaderos ponen de su parte, por el bien del espectáculo, aceptan igualar lotes y no ponen problemas, quien no lo haga, no estará mirando por el bien del que paga. Villafranca del Cid y Ágreda son ejemplos de que otros cedieron. Ambos concursos se vieron perjudicados.

Y mandar en las anillas, pues que no mande ni un ganadero, ni los recortadores, ni una empresa. Que se pongan de acuerdo entre todos y sea por el bien del aficionado. Aunque si toca elegir, siempre se preferirá un colectivo con pluralidad, que las dictaduras. En estas últimas, se controlan los medios y no hay libertad de expresión.

PD: Isabel Sauco estuvo cumbre. Grande.

miércoles, 7 de noviembre de 2018

TRIGÉSIMO SÉPTIMO

El de 2018 ha sido el trigésimo séptimo Campeonato Nacional. Mucha miga ha tenido en el previo, en el durante y en el post. Era una edición que se preveía con muchos cambios, sin ser tantos como se pretendía, a posteriori. Se cambiaba el formato ganadero. Se pasaba de las mejores vacas de la temporada (que ya sabe todo el mundo que no estaban porque había un hierro que no quería ir con lo que se le ofrecía), a una sola ganadería. Se quiso que fuera con formato tradicional y tuvieron que usar la lógica y mantener el formato por eliminación. La presentación y puesta en escena, no cambió. Niños y banderas. Es decir, con respecto a lo que hacía Toropasión, solo cambiaba el hierro de las reses. Ah, y el precio de la entrada, que subía un 16%. De 12 a 14 euros.

En la rueda de prensa de presentación, se dijo que se iba a contar únicamente con vacas de Marcén y formato tradicional. Error. Bien es cierto que, en aquel momento, los colaboradores habían sido Arruga y Tacheli, hasta muy poco antes. Se tiraron del barco. Antiformatistas recalcitrantes, querían formato tradicional. Parece, básicamente, porque huele a Toropasión. Pararse a pensar si es bueno para el festejo o si Zaragoza necesita el formato por eliminación, no se contempla. Haciéndose fuertes en que decían tener la sartén de Zaragoza por el mango, las parejas recibieron presiones durante la temporada. En caso de que no acudieran a sus concursos, para ir a otros, en la misma fecha, no saldrían más con ellos. Al final, como ya se contó aquí, la sangre no llegó al río. Hete aquí, que el destino es caprichoso y quienes no estuvieron en Zaragoza, por propia voluntad, fueron ellos. Como nota aclaratoria, cabe decir, que en este párrafo, hay un porcentaje de opiniones mínimo. Se cuentan hechos que han sucedido.

Lo pretendido no podía ser. Era un absurdo. Nadie inteligente podía argumentar que lo mejor para Zaragoza era el formato tradicional. Un artículo publicado aquí, previo al Pilar, terminaba así: "Si el único pero que se le podría poner al formato por eliminación (y está cogido con pinzas) es que deja parejas fuera… ¿Por qué no hacerlo con doce parejas y que tres pasen a la final, para un total de quince vacas? Jaque, mate." Pues no se fue mucho de esta idea propuesta... Lo visto, en la mañana del día 14 de Octubre, venía a dar la razón a lo escrito entonces.

Al final, 11 parejas y 3 a la final. Día 14, 14 euros, pues 14 vacas. Por méritos, faltaban Diago y Chus. Diago, como pasó a ser colaborador con la organización, decidió no participar, en gesto que le honra, y Chus con él. Una pena. Lo merecían y eran pareja candidata a estar en la final. Chus estuvo repartiendo las anillas a los que son sus compañeros. Sombrerazo para él. Habla muy bien de él como persona. Esa hubiera sido la duodécima. Por méritos contraídos durante la temporada, unas cuántas sobraban. Es que hacen muchos concursos... Sí, porque no hay más recortadores y no queda más remedio que llamarlos. Es que dan la cara... Pues no, no la dan en muchos concursos. Zaragoza tiene que ser un premio. Y a día de hoy, no hay tantas parejas que merezcan ese premio. De las once, sobraban varias. Y resulta que "Poca" y Jaume, solo haciendo un concurso, tienen más nivel que todas las parejas del circuito, menos dos. Que se lo hagan mirar...

Al ser a 14 vacas, era dos vacas más difícil para Marcén, que si hubiera sido a 12. Perogrullo dixit. Y si ya se decía que no tenía 12 vacas para Zaragoza, pues 14, menos. En la ronda, tres se quisieron ir (47, 171 y 315). Y en la final una (313). En la ronda, siete vacas con una dificultad al recorte, por debajo de lo que requiere La Misericordia (282, 76, 47, 171, 315, 38 y 17). Dos con pitones derechos poco propicios (17 y 46). Bombones, varios (282, 76, 315, 38 y 17).

Demos todo masticadico, para que, quien muestre interés en comprender lo que se dice, lo tenga más fácil. Marcén es el número uno actual. A doce vacas, le pega un meneo a cualquiera. Pero Zaragoza, es Zaragoza. Respondamos a unas cuántas preguntas. ¿Es quien más cerca está de poder hacer en solitario Zaragoza? Sí. ¿Tiene para hacer Zaragoza él solo? No, como quedó demostrado. ¿Pareció estar igualada la ronda? Sí. ¿Lo estuvo realmente? No. ¿Hizo un buen concurso? Sí. ¿Fue el mejor concurso posible para Zaragoza? No. ¿Fue bastante mejor que las últimas ediciones del Campeonato Nacional? Sí, de largo. Desde 2014, la mejor edición. ¿Hubiera sido bastante mejor el concurso con vacas de diferentes ganaderías? Sí, obviamente. ¿Hubiera quedado mejor Marcén compitiendo contra las mejores vacas de la temporada de otras ganaderías? Sí, claro, además probablemente, les hubiera pasado por encima. ¿Está el momento actual para hacer un "todos contra Marcén" como se hizo en los años que Ozcoz llevaba medio concurso? Sí, tal cual.

Hasta el año pasado, completaban el Campeonato Nacional, vacas que no tenían el nivel mínimo para la cita. Pero es que no había más. Unos años el problema era que no se quería hacer una mañana de vaquillas, otros que tenía que llevar el mismo número de vacas que Ozcoz. Como con Marcén no se podía contar, se completaba el hueco que merecían las vacas de la "J" con las que se podía. Este año, también hubo relleno. Bastantes vacas sin el nivel de La Misericordia. Otras, muy justas. Que no son malas vacas, ni mucho menos, pero Zaragoza es más que eso. La diferencia radica en que, hasta el año pasado, se quería contar con todas las mejores vacas. Sí, con todas, porque a Marcén se le llamaba. Y este año no se quiso. Se fue a por una única ganadería. Se dejó fuera a bastantes vacas que merecían estar en al cita. Como, que se sepa, ni Ozcoz, ni Eulogio, ni Maylín, ni Pedro Domínguez, ni Germán Vidal tienen hooligans, nadie ha montado ningún pollo cibernético. Hasta ahora, las campañas contra lo que se hacía en las anillas del Pilar vía internet, eran dignas de análisis sociológico. Maneras de entender la afición. 

El Campeonato Nacional, ha sido el único concurso de la feria que no ha sufrido un descenso ostensible de público. El único que se ha mantenido en las cifras de años anteriores. ¿Por qué? Pues porque el público de las anillas, es el más aficionado que hay. Al final, el aficionado es fiel. El público ocasional, no. En los demás, la subida de las entradas ha hecho perder varios miles de espectadores por festejo. En las anillas, aún con subida, los mismos. Vienen a ser unos seis mil, que es casi 2/3. Y se reconoce, el interés de ver a Marcén en Zaragoza, también ayudó a que no se desangrara la taquilla.

Vaca por vaca, así fue la cosa:

- Nº 282: es brava, pero cándida. Fue un bombón.
- Nº 234: también es brava. Su dificultad es que, al faltarle un tranco en el embroque y humillar, hay que quedarse mucho y luego aprieta para dentro. Cumplió sin tener batalla.
- Nº 130: es de las mejores de la casa, pero le costó centrarse. Brava y con chispa. Hasta el final después de rueda. Una gran vaca, aunque estuvo por debajo de lo que es, con solo dos minutos de guerra.
- Nº 76: lejos del nivel que pide Zaragoza. Repetidora y poco más. Muy fácil.
- Nº 47: se quiso ir y en palabras de Roberto Constanza, se rajó. Se quedó corta, faltándole un par de trancos en el embroque.
- Nº 171: se lidió mal, sí, pero la vaca pegó un petardo. Pasaron ambas cosas. Se quiso ir y no quiso pelea. Y eso que la pareja no le apretó por detrás. Esta misma res en 2014 ya se quiso ir en Ricla, llegando a intentar saltar al callejón. No es la primera vez que hacía lo que hizo.
- Nº 315: también se quiso ir. Y esta mejor lidiada. Aún así, se quiso ir. Muy fácil al recorte. 
- Nº 206: una de las mejores de la mañana. Brava de verdad. Siempre hasta el final con todo. Pedazo de vaca.



- Nº 38: vaca que cumplió. Buen detalle saltando al callejón, pero muy noble al recorte. 
- Nº 264: le ha pillado ya mayor Zaragoza. Le falta poder. De haberla recortado más, se le hubiera hecho cuesta arriba. Aún así, la vaca cumplió y estuvo bien.
- Nº 17: con pitón inadecuado, fue un bombón. Muy sencilla al recorte. Lejos del nivel de Zaragoza.

En la final, la película cambió.

- Nº 3: palabras mayores. Es una vaca de quitarse el sombrero. Lo tiene todo. No es imposible, también sea dicho. Una vaca espectacular. Seria, dura, entra fuerte al recorte, no hace caso al quite y se tira a matar.



- Nº 46: estuvo a un nivel altísimo. Su pitón derecho no es propicio. Pero con el comportamiento que tiene, se acepta que salga a los concursos, porque hace disfrutar a los aficionados. Su movilidad la hace más complicada aún.
- Nº 313: muy complicada. Se quiso ir, algo que siempre ha hecho. Se cruza mucho y se va hasta arriba. La vaca llevaba una nube en el ojo. 

Aplaudidas bastantes y protestadas algunas. Aplausos forzados a varias, de esos sectores que, hasta el año pasado, a la mínima silbaban a las vacas. Las ovaciones cerradas, que las hubo con todo merecimiento, fueron las que salieron de los aficionados a las anillas. De esos que son sensatos, a los que no les duelen prendas en aplaudir una vaca sensacional, sea de quien sea. Como siempre, que cada cuál se exprese como quiera, que para eso paga su entrada. Faltaría más.

Y el balance general, es el ya dicho. Un buen concurso a nivel ganadero. Y decir eso, haciendo el Campeonato Nacional, es un gran elogio. Pero lejos está de ser algo maravilloso. Se vio beneficiado Marcén, porque el nivel actual de las parejas, es el que es. Pero de igual manera, se ven beneficiados los demás hierros durante el año. Hay lo que hay. Las vacas parecen mucho mejores en la actualidad, porque no se les planta cara. Se recuerda, una vez más, que para que la crítica tenga credibilidad, se habrá de decir lo bueno y lo malo. Porque si no se dice lo que está mal, no tiene credibilidad decir que las vacas buenas, lo son. Como aquí se ha dicho con un puñado de ellas. 



En cuanto a los de pantalón blanco, el resumen se hace rápido. Solo dos parejas estuvieron por encima de su vaca en la ronda. Las dos de siempre. Además de ellas, las ganas de Ander y Joanes, la voluntad de Ezquerro y Elvira y tres chispazos de Héctor. En la final, los navarros empataron con su vaca y las otras dos parejas, perdieron. Ahora sí, con un alto nivel de dificultad de las tres. Tres grandes vacas.

Morella y Roberto pasaron a la final a base de grandes recortes sueltos, con mucha ventaja y mucha carrera, para que así la vaca embistiera. Cuairán y Mario, metieron anillas al alcance de muy pocos, a un pitón que no debía salir en Zaragoza. 



En la final, Cuairán y Mario lo intentaron el primer minuto y se perdieron en el final. Había una nube que tapó el sol. Falló el final de la lidia y la cabeza turiasonense estaba en otra guerra ya. 




Por su parte, Morella y Roberto hicieron que esta edición del Campeonato Nacional, sea recordada. Lo que se quedará guardado en la memoria será la anilla colosal de Roberto. Esa anilla en el final de la actuación, que puso a la plaza en pié. Pero si eso fue sensacional, no le anduvo a la zaga el primer recorte embrocando cerca de los medios. Para tirar ahí, hay que tenerlos muy grandes. Y no quedó ahí la cosa, porque Morella estuvo perfecto, dándole un segundo a la vaca. Lo que nadie le había podido hacer en toda la temporada. Ese giro en los riñones, a la de Marcén le dolió. Un par de recortes más, con "Rastrerilla" hasta el final con todo. Se acababa el tiempo. Roberto metió la anilla de la temporada queriéndoselo comer su oponente hasta la tronera. Ganaban con todas las de la ley. Grandísima actuación de los tres.



El formato da más gloria a una victoria. Gloria para dos navarros que se echaban el circuito de las anillas a sus espaldas, tras la lesión de Mario. Morella es Campeón Nacional por segunda vez, mientras que Roberto, lo es por primera, consiguiendo algo histórico. Padre e hijo Campeones Nacionales. De manos de Don Eugenio Constanza, su padre, recibió el trofeo. Roberto merecía, por su categoría como recortador, el triunfo en Zaragoza hace tiempo. Por unas razones u otras, hasta ahora, no lo había conseguido. Se hace justicia. Uno de los títulos con más verdad de los últimos tiempos. Hay que quitarse el sombrero con los navarros.


 
 

Este fue el trigésimo séptimo Campeonato Nacional. Con cintas muy cortas en las anillas, pero bueno. Gracias al formato, todo fue mejor. Los colaboradores accedieron al formato, las parejas lo pidieron y la ganadería pudo echar sus mejores vacas. Igual que se les criticó cuando se opusieron al formato todos ellos y le hicieron daño a las anillas, ahora se les aplaude por actuar con coherencia y por el bien de las anillas. Así sí. Ojalá ya se destierre, de una vez por todas, el debate de formato sí o no en Zaragoza. Tiene que ser así porque es mejor para todos. El que no lo vea, o tiene la mente muy cerrada o mala intención.

Quedará para otro artículo la polémica. La próxima entrega: "Una nube, un micrófono, un recortador".



sábado, 6 de octubre de 2018

TRÍO DE REINAS


Llevaba tiempo pendiente escribir sobre vacas que lo merecen. Vacas que se recordarán por lo que fueron. Largas carreras que hicieron que se las siguiera. Las tres están muertas ya. Ley de vida, ha sido con edad avanzada cuando han muerto. Las tres hicieron historia en las anillas. Cada una de manera diferente. Carreras distintas para tres vacas muy distintas. Tres reinas en sus casas. 

Ya hace tiempo que moría la Nº 99 "Morenita" de Hermanos Marcén. La mejor vaca de la casa para las anillas, a día de hoy. Quizá sea superada en un futuro cercano, pero hasta ahora, es ella la reina. Nominada entre las mejores en ocho temporadas. Y eso que hacía pocos concursos. Nunca hizo más de tres concursos en la misma temporada. Un pena verla menos de lo que merecía. Además, estuvo en Zaragoza muchas menos veces de las que merecía. Era vaca para hacer más concursos. Ya no es que tuviera menos citas su hierro, es que no era incluida en todas los concursos de la "J". 



En 2011 era una de las seleccionadas para ir al Campeonato Nacional, como una de las mejores del año, pero no fue. Ya no pisó más La Misericordia. Vaca encastada. Dura, complicada. Brava y seria. Se fue de los concursos con la sensación de que nunca se la llegó a ver del todo. Le faltó batalla. En los sorteos esquivó a determinados recortadores. De haber hecho más salidas y acabar sus temporadas en Zaragoza, tenía potencial para haber sido la Mejor Vaca de la temporada. Una vaca de quitarse el sombrero, que ha sido una de las mejores de lo que va de siglo.


Hace poco, con veinte años, una de las debilidades de quien escribe, moría. La Nº 137 "Bailarina", de Hermanos Ganuza, nacida en casa de Juan José Laparte. El prototipo de Casta Navarra. En hechuras y en comportamiento. Vaca lista. Y brava. Porque cuando se podía pensar que era más lista que brava, llegó a Valencia y abrió plaza en una batalla campal. No hizo ni un feo, sacó corazón y se mostró brava como ella sola. Hasta con el último aliento que le quedaba, quería embestir. No la dejaron vivir. Pero, como lo que aquí ocupa es el circuito de los Concursos de Recortadores, hay que repasar lo que hizo en ellos. Y ahí, pese a no hacer muchos, fue una vaca esperada por los aficionados y temida por los recortadores. Unas cuántas veces se fue sin tocar.

Apareció en el mundo de las anillas en 2002, en el que fuera el primer Concurso de Recortadores con vacas de Casta Navarra. En la Plaza de Toros de Alagón dejó un detallazo a sus cuatro años. Después de hacer como si nada en tablas dos veces, a la tercera se tiró detrás de Alberto Lorente. Vaca lista para las anillas. Pronto empezó a cruzarse. Hizo concursazos. En especial los de Pina de Ebro 2004 y 2005. Contra David Ramírez "El Peque" y Julián Gómez Carpio en 2004 y contra José María Navarro "Chipu" y Juan José Martínez "Majete" en 2005, que no pudieron con ella a quiebros. También en Peralta tuvo buenas actuaciones. 



Llegó 2006 y ya fue nominada en la primera temporada que hubo. Ahí ya salió a nombre de Hermanos Ganuza, que la había adquirido. Gran concurso el que hizo en Estella, poniendo orden. En 2007 no salió y en 2008 estuvo en Estella y Aóiz. No tuvo guerra. 


En 2009 hizo dos concursos y se ganó su inclusión en las doce mejores. En 2010 un concurso y otro en 2012. Su último lo iba a hacer pisando la plaza más importante de Navarra. Se merecía pisar la arena pamplonica. Estuvo lista y se supo defender. Manolo y Cuairán no pudieron con ella. Siguió haciendo capeas, pero ya no haría más concursos.

Una vaca especial, por lo que era y por lo que significaba. Una vaca "patillas" total. Lástima que no hiciera más anillas. Era de las que hacía pensar. De las que plantea problemas para lidiarla. Ahora escasean, de hecho, hasta están mal vistas. Sin embargo, esta "Bailarina", tendría sitio en los concursos, siempre. Una vaca para recordarla.


Y hace pocas fechas, también se iba la Nº 09 "Divina" de Enrique Domínguez. En 2007 debutaba en Pamplona y aquel día se llevó el premio. Si una palabra definía a la vaca era: brava. En aquel concurso era cándida aún. Pero llevaba una sangre que tantas alegrías ha dado a los aficionados. Las cero y las nueve, formaron un lote de vacas de un gran nivel. Ella acabó siendo la que mejor carrera hizo en las anillas.


Cuando en 2011, cambió el formato ganadero en el Campeonato Nacional, entró "Divina". Seis años seguidos estuvo en Zaragoza. Era una delicia verla galopar a los cites. Semejante vaca cruzándose la plaza era un deleite. Pese a que era fácil al recorte, no se le metieron nunca muchas anillas. Con muchos años, seguía galopando. 



Cinco veces nominada entre las doce mejores. Podría haber sido alguna más, si hubiera hecho más salidas. Porque ese fue su pero, que cuando salía a los concursos, daba la sensación de que con más rodaje, la vaca hubiera lucido más. Aún así, la vaca se ganó ser recordada. Que una vaca con tanta edad se arranque de tan lejos, solo está al alcance de vacas muy bravas. "Divina", lo era.

Tres reinas de sus casas. Para sacar pecho sus propietarios. En esta web, muy pocas son las elegidas que han tenido artículos. Estas tres lo merecen también. Los aficionados, las recordarán. La maravilla del ganado corrido. En las anillas, los protagonistas, durante toda su vida, son los animales. Es algo que no sucede en los festejos donde se usan animales limpios. Un tesoro.

lunes, 10 de septiembre de 2018

PENSANDO EN EL PILAR


Un viaje en furgoneta, camino a Santoña, famoso por sus anchoas, da para darle vueltas a muchas cosas. Entre ellas, cómo no, el Pilar. La de 2018 es la primera feria, desde 2008, sin Toropasión. Nueve ferias, nueve. Obviamente, va a ser una feria diferente. Es de suponer que habrá cambios. Es normal. Pero bueno, ese es tema para otras secciones de la web. En lo que al Diario de las Anillas atañe, hay que hablar del Campeonato Nacional. El concurso de los concursos, el que corona a una pareja para toda una temporada. La cita que todos quieren ganar. La responsabilidad en su organización es máxima. El público que va a la cita, es el más entendido de toda la feria.

En 2009, entraron los riojanos y mantuvieron lo que había. Doce parejas y vacas de “Marcoz”. Aquello duró dos temporadas. En 2011, cambió el formato ganadero. Se buscó llevar a las mejores vacas posibles. Seis de Ozcoz y seis de seis. Por aquel entonces, el hierro de la estrella mandaba en las anillas. En 2012, un giro más y se instaura en Zaragoza el formato por eliminación. El formato que hace más campeones a los campeones y que es más justo que el tradicional. Así hasta 2017. La ausencia notable, en las últimas ediciones, era la de Marcén.

En 2018, la organización va a ser la propia empresa. Cambia el modelo anterior. Zúñiga, Fontecha y Mena, según han dicho a los medios, serán los propios organizadores, contando con la colaboración de Arruga y Tacheli. No hay organización de los festejos populares, por parte de otra empresa. Cuál será el grado de colaboración e implicación de Arruga y Tacheli, la empresa y ellos mismos sabrán. Así pues, dos leyendas de las anillas, colaborarán. Curiosamente, el peaje de Alagón coincide con este párrafo.

Dicho esto, uno se pone a pensar en qué podrá pasar con el Campeonato Nacional. Hace años que quien escribe sabe lo poco que se puede creer de las habladurías y alcahueteos varios. Incluso de las palabras de según quién, porque juegan al despiste o cambian de dirección más que una veleta. Este mundillo es así. Como con algunos círculos ya no se tiene contacto, se anda un poco descolocado. Tampoco se pasa pena por ello.

El pensamiento va en dos direcciones. Formato y vacas. En ambos casos, se tiene claro qué es lo mejor para Zaragoza. Formato por eliminación y las mejores vacas de la temporada. Se puede argumentar por qué es lo mejor, y por qué son peores otras opciones. Ahí va. Y ya es casualidad que esto se escribe en el preciso momento de que a la derecha queda la finca de Julio Fontecha y un poco más adelante, a la izquierda, la de Toropasión.

El formato por eliminación es el más justo de los que se conocen, y son factibles. A dos rondas, influye menos la suerte. Se es campeón nacional con más verdad. Ese formato se recuerda, una vez más, que, aunque lo haya llevado a las plazas Toropasión, es idea de Manolo Pérez. Sí, el que fue última pareja de “Tacheli”. Ese formato, hace que tengan cabida vacas de diferentes dificultades, sin crear desigualdades. Tras siete temporadas, aún está por llegar un argumento coherente en contra de este formato. Con este formato, salen nueve parejas. Papanatismos aparte, con nueve, ya va bien servido el concurso. Meter más, puede ser relleno innecesario. Ahora bien, al final, se dará solución para ello.


En cuanto a vacas, parece que volverá Marcén, que falta le hace al Campeonato Nacional. Ahora bien. ¿Solo Marcén? No sería justo. Hay unas cuantas vacas que se merecen estar en Zaragoza y no solo del hierro de la “J”. Veamos. De Eulogio: “Montaña”, “Jardinera”, “Pericola” y “Milana II”. De Ozcoz: “Quitasueños” y “Fugitiva II” seguras, siembran dudas “Campera” y “Escapularia II”, quizá pudiera entrar “Escapularia III”. De Pedro Domínguez: “Linera”. De Germán Vidal: “Pijotera”. De Maylín: “Estornina”. De Arrizu: “Fantasía”. De “La Paloma”: “Norteña”, aunque nunca haya hecho un concurso. Y de Marcén, que es el que más podría aportar, “Rastrerilla”, “Sultana”, “Avispada”, “Comendadora”, “Tanguera” (con pitón derecho poco propicio) y “Loquita” y “Revoltosa”, que son más complicadas que lucidas. Unas se lo han ganado por la temporada, otras por haberlo hecho bien en el último Campeonato Nacional. Lo que se gana en el albero, debe ser sagrado. Y claro, con la lista de vacas que merecen estar en Zaragoza, no puede hacerse el formato tradicional. Las desigualdades serían tremendas. “Rastrerilla” no puede estar en el mismo lote que “Montaña” y “Quitasueños”. Eso lo ve el más tonto. Argumentado queda el por qué del formato por eliminación y de las vacas que deberían pisar La Misericordia.

Toca ahora, argumentar por qué no el formato tradicional, y por qué no debe ponerse un plantel ganadero que no sea, al menos, similar al de las últimas ediciones. Un inciso, recuerdo una vez más a Iván Fandiño, al pasar la furgoneta por la salida de la autopista de Orduña. El formato tradicional, que es perfectamente válido para muchas citas, ya no lo es para Zaragoza. No debe influir tanto la fortuna. No puede ser que gran parte del Campeonato Nacional se decida con las papeletas. Y es que una cosa lleva a la otra, como no hay doce vacas iguales para echar, mejor no hacer el formato tradicional. Tampoco parece que haya doce parejas con el nivel que requiere Zaragoza, papanatismos al margen nuevamente.

Ningún hierro está preparado para hacer en solitario el Pilar. Ozcoz lo podía haber hecho en su día, en sus años dorados, pero de aquello ya hace mucho tiempo. Ahora, a lo mejor se arrepiente de no haberlo hecho. Por aquel entonces se le avisó, pero se emperró en su matrimonio de conveniencia. El que más cerca estaría de hacer el Pilar en solitario es Marcén. Pero no puede igualar en dificultad a 3, 313, 179, 46, con otras ocho. Que si quitara esas cuatro, tiene doce más o menos igualadas para echar en Zaragoza, pues sí. Y quedaría un concurso bastante apañado, pero no del nivel del Pilar. Pero en Zaragoza deben estar las mejores vacas. Que la Nº 3 esté en La Misericordia, debe ser innegociable. Así queda también argumentado el por qué no debe ser otro formato ganadero, al que se venía haciendo. Pero claro, acompañado de formato por eliminación. Porque con las doce mejores vacas, igualado, no estará ni de lejos.

Quedaremos a la espera de ver lo que se anuncia. Como diría Raphael, ¿qué pasará? ¿Qué misterios habrá? Veremos… Justo ahora, a la altura de Bilbao, pues es buen momento para soltar una bilbainada. Si el único pero que se le podría poner al formato por eliminación (y está cogido con pinzas) es que deja parejas fuera… ¿Por qué no hacerlo con doce parejas y que tres pasen a la final, para un total de quince vacas? Jaque, mate.

martes, 4 de septiembre de 2018

CERO ANILLAS

En Cervera del Río Alhama, el Domingo hubo un Concurso de Recortadores que acabó con un resultado que no se recuerda. Cinco parejas a dos vueltas y cero anillas en diez vacas.

No merece la pena escribir un artículo largo. Simple y llanamente, no puede ser. Vacas desconocidas de Arriazu, cinco parejas de las habituales del circuito. Cero anillas. Es indefendible. 

Sin personalizar en los diez recortadores, porque aunque hubieran sido otros, la cosa probablemente no hubiera cambiado, hay que pegar un tirón de orejas. Hace mucho daño a las anillas un concurso así. Se cierran puertas. Quizá no solo la de Cervera. 

Se ha dicho muchas veces. Si se saliera en todos los concursos a morder, las anillas gozarían de mucha mejor salud. Este año va a haber más concursos, pero con citas como la de Cervera, de nada sirve. Ni ayuntamientos ni empresas, tendrán como una de las primeras opciones las anillas.

Que recapaciten, pidan perdón a quien lo tengan que pedir y que no se vuelva a repetir. Han ido a hacerlo en concurso de la empresa que más anillas va a hacer este año.

Al día siguiente, para arreglarlo, baile de parejas en Ejea y encima, muchos, sin camisetas iguales. Así mal vamos...

viernes, 24 de agosto de 2018

LA GESTA ES PENSARLO

El 31 de Agosto iba a tener lugar una gesta. Que se sepa, nunca en el mundo de las anillas, ningún recortador ha hecho algo parecido. Iba a ser en Tarazona y con Mario González como protagonista. No va a poder ser. La mala fortuna de caer en un escalón que no debería estar en el callejón de Funes, le ha hecho, salvo milagro, dar por terminada la temporada 2018.

Los números, fríos ellos, pero objetivos como ningún otro baremo, dicen que Cuairán-Mario han ganado doce de trece y en el que no ganaron, quedaron segundos. Iban camino de hacer la mejor temporada de la historia de una pareja. No va a poder ser. El tobillo del turiasionense tiene dos ligamentos rotos, un edema óseo y un esguince de caballo. Pese a que, con solo 20 días, quería llegar a su festejo, recuperando un esguince en tiempo récord, finalmente, es imposible.



Las lesiones son parte de cualquier disciplina deportiva o competición. Y en las anillas, además de lesiones, están las cogidas. Librarse de ellas, es prácticamente imposible. Que se lo digan a Cuairán que se ha perdido varios Campeonatos Nacionales por lesión o a Roberto Constanza, que acabó con una pierna rota en La Misericordia. Mario no había tenido nada serio hasta ahora. Esta es grave y le va a tener parado tiempo. Es mala suerte, o buena suerte no haber tenido hasta ahora…



El 31 de Agosto iba a ser un día histórico para las anillas. Lo que había preparado para Tarazona, era algo nunca visto. La gesta no es triunfar en ese festejo, no es salir a él, no es anunciarlo. La gesta es pensarlo. Solo con eso, ya es suficiente. Atreverse a pensar tal gesta, es propio de quien quiere ser el número uno, no del momento, si no de siempre.

Ahí va lo que estaba preparado. Duelo con “Kimera”, pintando el círculo, contra la Nº 30 “Quitasueños” de Hermanos Ozcoz. Duelo con Roberto Constanza contra la Nº 209 “Milana II” de Eulogio Mateo. Desafío a la Nº 457 “Estornina” Hermanos Maylín. Desafío a la Nº 312 “Fugitiva II” de Hermanos Ozcoz. Actuación junto con Alejandro Cuairán ante la Nº 28 de Eulogio Mateo. Y para cerrar, exhibición ante la Nº 29 “Norteña” de “La Paloma”. Se intentó contar con la Nº 206 “Avispada” y la Nº 3 “Rastrerilla” de Hermanos Marcén, pero el hierro de la “J”, no estuvo por la labor, pese a las facilidades ofrecidas. Así pues, sí, seis vacas, seis. Y las seis fuertes. Todas ellas la misma tarde. La gesta es pensarlo.


La ambición y competitividad de Mario le lleva a buscar nuevos retos, ponérselos él mismo. Subir el listón a donde nunca nadie lo ha puesto. Planear semejante gesta, solo puede estar en esa cabeza. Ahora bien todo empezó con el germen de Germán, porque el germen, brotó de una cabeza con rizos. Y es que algo así, solo puede venir de la mano de Toropasión (que por cierto, es la empresa que más anillas hace al año y más ha hecho por ellas realmente). Al alimón, le dieron forma hasta llegar a preparar el esqueleto del festejo. Iba a ser como se ha contado más arriba. Una barbaridad. Seis vacas, y en todas menos una, a recortes sueltos y sin quite. Una tarde para hacer historia. Un festejo de aquí estoy yo. Soy el número uno y hago algo así para dar gloria a las anillas. Toropasión se la iba a jugar con un festejo muy caro. Solo ellos son capaces de apostar así de fuerte. Como fuerte iba a apostar Mario.

El turiasonense, que es el número uno y no tiene nada que demostrar, quería el más difícil todavía. El puñetazo en la mesa. Sencillo era montarse un festejo pachanga, vacas fáciles y darse un festín en su pueblo. No, no. La gesta, era gesta. Cuánto recuerda a la que hizo un torero de Orduña. Partido de Resina, Cebada Gago, Adolfo Martín, José Escolar, Victorino Martín y Palha. Aquella gesta, fue gesta solo por pensarla. Después, se llenó la plaza. Salió cruz. Pero respeto máximo a los que apuestan así de fuerte. Iván Fandiño puso a pensar a mucha gente en los meses previos a aquella corrida. Cuánto se le echa de menos.



En 2018 no se verá el festejo, pero en un futuro seguro que sí. Lo lleva entre ceja y ceja y lo hará. Tendrá que ser de la mano de Toropasión, obviamente. Se medirá a los mejores y a las mejores. Y ahí toca hacer un inciso. Hay que agradecer enormemente a los ganaderos que iban a llevar las vacas al festejo su predisposición. “La Paloma” subía la vaca desde Alicante. Maylín tocó a puerta cerrada a “Estornina” para que estuviera a punto. Y Ozcoz y Eulogio, lo que hiciera falta. Eso es mirar por el bien del festejo popular y de las anillas. Y también “Kimera” y Roberto, por querer medirse a Mario, en un festejo en el que él es el protagonista. “Kimera” es un portento. Y Roberto, solo tiene un problema, y es ser coetáneo de Mario. El de Orcoyen está arrasando ahora, pero la muestra de su espíritu es que, tras ganar en Huesca, dijo que no quería ganar fácil en ausencia de Mario. Que quería que volviera, porque era bueno para los concursos. Así es. Ambos, compitiendo uno contra otro, hacen más grandes las anillas.

Pues nada, a recuperarse. No queda otra. Que ese tobillo se quede bien, eso es lo primero. El regreso, que sea cuando tenga que ser. Los meses de recuperación, serán la espera del león enjaulado. Que le sirvan también para pensar en que, siendo el número uno, se tiene una gran responsabilidad en lo que pasa fuera de la plaza. Y ahí, debe mejorar, madurar y no perderse en alguna tontería infantil. Así será un líder de las anillas intachable. Lo demás, lo tiene y de sobra. Contando con algo que pocos tienen, pensar en formatos nuevos y en rizar el rizo. Lo del círculo, idea suya, como fue de Don Manuel Pérez, la idea del formato por eliminación. Compromiso por las anillas y vivir en recortador, solo unos pocos en la historia lo han hecho. Mario, es uno de ellos.

jueves, 19 de julio de 2018

"PLANETA", LA DE EULOGIO

Pilar 2011, aquel en el que, por fin, pudieron entrar en el Campeonato Nacional de Recortadores, vacas que no fueran "estrella o "jota", saltó a la arena una Nº 233 de nombre "Planeta" de Eulogio Mateo. Don Manuel Pérez, al que uno escucha y del que aprende, hace muchos años, hablaba, hacía tiempo, de una vaca de Eulogio, que valía para el Pilar. Esa era.


Foto: Estefanía
En esa primera vez de verla in situ, en una cita en la que había mucho en juego, por el cambio de formato ganadero, fueron buenas las impresiones. La vaca gustó. Lo escrito aquel día fue: "la vaca, con un gran fondo de raza y bravura, sin mostrarlo mucho, es complicada. Deja estar, pero sin dejar. Se cruza y sabe estar en la arena. Es una vaca dura para las anillas, que hace pensar a la pareja, y a su vez cambiante por lo que es muy complicada de desgastar. Con la sensación de que un descuido lo hace pagar llegando a rematar fuerte en tablas, como así hizo. Buena vaca de Eulogio Mateo."

Esa fue la presentación en la catedral de las anillas, de Eulogio Mateo, con pocos concursos en su haber. A partir de ahí, el despegue de la "E-M". "Planeta", que iba en el lote adquirido a Enrique Domínguez siendo novilla, con el hierro de la "J-D", fue la vaca que le abrió las puertas de las anillas a Eulogio. La buena base de este hierro, con la sangre Domínguez, el gran aporte de Don Manuel a la hora de orientar sobre las anillas y el saber hacer y manera de ser de Eulogio, eran mimbres ideales para hacerse un hueco. Ahora bien, sin la llave maestra de "Planeta", quizá no se hubieran abierto ni tantas cerrajas, ni tan pronto. 

Una vaca que hizo carrera en las anillas. La hizo a contracorriente. En tiempos en que ya no se valoran las vacas listas en las anillas, ella se mantuvo. Vaca lista de verdad, dura de narices (por no decir lo que empieza por coj...), brava y encastada. Nunca la quiso nadie en los sorteos, salvo uno de Alfaro, que fue el único que la entendió, mejor que la vaca que la parió.

Quebradero de cabeza para lidiarla. Que tampoco pedía algo muy complejo. Simplemente, meterse con ella. Pero, ¡ay amigo! Lo que costaba meterse con la señora. De mirada seria y pidiendo los medios, si le dejaban elegir. Hueso duro de roer para recortarla y siempre sabiéndose guardar. Se cruzaba y, si tocaba, remataba. Curtida en mil batallas, para las anillas, valía. Quizá no era una película de acción, pero sí una de intriga, de las buenas. 

Cuatro años en Zaragoza, y en los cuatro fue la misma. Tanto cuando se fue aplaudida, como cuando se fue pitada. A la rueda entraba y no la despreciaba. A los cites lejanos, de más joven, bien, después ya, decía que no llevaba gafas de lejos. Que si quieres algo, ven aquí. Pero en bravo y en listo. Vaca para recortarla con el cerebro. A un portento y mandamás actual de las anillas, como Mario, se le resistió muchas veces. No la sabía recortar. El turiasonense no se acoplaba a la difícil embestida y complicado embroque de la de Eulogio. Libró unas cuántas batallas con ella. Pero que no. Hasta que se vieron las caras en la portátil de Andosilla en 2014 y le arrancó una anilla, que valió para ganar. "Planeta" pensaría, por piernas me has metido una, pero por coco, yo no te he dejado que me metas más. 

Foto: Estefanía
Antes, en 2013, fue protagonista de la retirada de Don Manuel Pérez. Le tocó en la final, como ya le había tocado el año pasado junto a Mario, en la temporada que Cuairán estuvo lesionado. El riojano, que tenía la decisión de la retirada tomada hacía tiempo, sabía que era la última vaca que iba a recortar. Llegó a la final gracias a su pareja. Pero en la final... Solo él podía ganar con ella. La cabeza privilegiada hizo que lidiaran a la vaca como había que hacerlo. Ella respondió y le metieron cinco. Estuvieron de lujo los tres. En la última rueda, dos anillas. Campeón Nacional y Anilla de Oro. La retirada soñada. Todo ello, con "Planeta". 

La espina para Eulogio llegaría en el Pilar de 2015. La vaca, que no tuvo la lidia que pedía, hizo algún desmán feo, y fue fuertemente protestada. Aquel año, Eulogio tuvo que echarse el Campeonato Nacional a sus espaldas. Las tres de la final fueron suyas. "Planeta" era la misma y tuvo el mismo comportamiento. Pero aquel día, las circunstancias fueron las que fueron y pasó a los corrales con silbidos. Eulogio, en un gesto que le honra, salió él con el buey a recogerla y aguantó el chaparrón. No quiso dejar sola a una de sus ojitos derechos, la acompañó. Ahora bien, esa espina nunca se la ha podido sacar. Él sabe que la vaca no merecía esa despedida. Le dolió tanto como si se lo hicieran a un hijo y ya no quiso sacarla a ningún concurso más.

Una vaca de ganadero. De esas que se llevan al frente cuando más dura es la batalla. De las que se han tragado las mil y una y con dieciséis años es capaz de poner orden. Capeas duras, calles hostiles y lo que tocara. ¿Anillas? Pues anillas. Qué manera de trabajar pensando y procesando en las calles. Con "Planeta", al fin del mundo. 


Foto: Javi Diest

La historia de "Planeta", es la historia de una vaca especial. Eulogio, sabe lo que le debe a esta vaca. Las habrá más bravas, las habrá más espectaculares, las habrá, en definitiva, mejores. Pero "Planeta", era mucha "Planeta". Y sí, tristemente, era. Porque ayer, y no por ley de vida, Eulogio se quedó sin su "Planeta". La desgracia quiso que, en el encierro de pasada de Cadreita, chocara frontalmente contra otra vaca. Y además la caprichosa casualidad de que fuera contra una hija suya. Ella se quedó en la plaza con ganas de guerra y salió cuando la manada volvía. El resultado fue, la muerte fulminante de ambas. Una gran lástima.

Eulogio, ganadero de los pies a la cabeza, tiene una ganadería, pero sabe que cuando se le dice que es un pastor y tiene un rebaño, es desde el máximo respeto y admiración a su trabajo. Porque es la historia viva de la tauromaquia navarra. Con gran sapiencia de campo, ese bravo y noble pastor navarro que es Eulogio Mateo, a partir de ahora, cuando coja su varica, repasará su rebaño en su corral, quizá acompañado de Miguel, Javi, Dani o alguno de la casa. Mirará a "Tina", "Montaña", "Jardinera", "Nocturna", "Pericola", "Milana II" y las novillas que vienen, y les podrá decir, orgulloso de ellas: Si vosotras y yo, estamos donde estamos y hemos podido pisar las plazas que hemos pisado y vamos a pisar, no olvidéis nunca, que en gran parte es gracias a "Planeta".

Nombrada como la sexta mejor vaca de las últimas doce temporadas, servidor le pidió a Eulogio que le diera una despedida, como merecía la vaca, de las anillas, y que la llevara a Ricla. Que no se quedara con la pitada de Zaragoza. No iba a ir, pero a su dueño le apetecía que hiciera un concurso más. Desgraciadamente, ya no lo podrá hacer.

Serán muchos los que le regalen bonitas palabras. No hay como morirse, para que hablen bien de uno. Pero en 2015, pocos quedaron del lado de la vaca. Menos loas ahora y más defenderla entonces...

Desde ya, entra en el olimpo de vacas de las anillas. Allá están unas cuántas y los concursos son con formato. "Planeta" será una de las tres de la final.

Foto: María Jaria