miércoles, 26 de junio de 2019

EL RENACIDO

Con la ausencia del recortador más laureado, de los que siguen en activo, empezaba 2019. Sin pareja, Alejandro Cuairán estaba prácticamente fuera del circuito. Él no quiso continuar, si no era con una pareja de garantías. Consideró que nadie, de los disponibles, encajaba en ese perfil.

Parecía el final de una carrera de ensueño. Se había acabado sin, como se decía en el último artículo, una despedida como merecía alguien que ha ganado diez Anillas de Oro. Es decir, el reconocimiento de las plazas especiales o, como mínimo, una retirada en Zaragoza a la altura de su palmarés.

Alejandro, anímicamente, no estaba para salir. No se esperaba estar sin pareja en 2019. Pero la vida da muchas vueltas y, en una disciplina donde las lesiones están a la orden del día, se le presentó una oportunidad ideal. Morella se lesiona y Roberto le pide que salga con él. ¿Qué ha pasado? Tres concursos, tres victorias, alguna de ellas, apabullante. El renacido.

Ha vuelto el Cuairán de hace dos temporadas, sin tener que matar a ningún oso, como en la película protagonizada por DiCaprio. Ah y sí, el de hace dos. Porque el de 2017 y 2018, salvo excepciones puntuales, fue un Cuairán en clara cuesta abajo. Ahora bien, todavía Cuairán, pese al descenso, está en el top tres del circuito. El bajo rendimiento en esas dos últimas temporadas, hizo que Mario optara por el cambio de pareja. 

Y claro, llegan las dudas. Siempre poniéndonos en el lugar cómodo del que lo ve desde fuera. ¿Acertó Mario? ¿Por qué cambió? Con el Cuairán de los últimos tres concursos, está claro que arrasaría otro año más. Pero, ¿ese Cuairán hubiera aparecido estando con Mario? Parece que no. Ni Mario conseguía motivar a Cuairán, ni Cuairán se motivaba con Mario. No pasa absolutamente nada, estas cosas pasan. Su historia duró cinco años. Cinco años brutales. Debería haber acabado mejor, sí. Pero así es la vida real. No es un guión de película empalagosa. No se pueden forzar las cosas. Hasta ahí llegaron. Dejaron cinco años para la historia. Y si mete la anilla Mario en el primer recorte de la final...

Aún así, Cuairán era la mejor opción para este 2019. De hecho, hasta la lesión iban camino de hacer la mejor temporada de la historia, el año pasado. El Cuairán de las pruebas de vacas en Ejea, la semana del Pilar y el del Campeonato Nacional, estaba para hacer un año más con él. ¿Era la mejor opción salir con Cuairán en 2019, para estar con "Kimera" en 2020? Pues puede que sí, puede que no. Si Mario quería adelantar un año la compenetración con una nueva pareja, tiene su lógica. Solo el tiempo dirá si acertó o erró. Porque el resultado de eso, habrá que verlo con el tiempo. Sentenciar ahora, puede llevar al equívoco. Paciencia.

Lo cierto es que, sin tenerlo previsto, Cuairán herido en su orgullo, ha sacado su mejor versión para decir aquí estoy yo. Y claro que es un recado al turiasonense. Es lo más normal, porque cuando se compite, se busca ganar. Después de lo vivido, si le puede ganar a Mario, mejor. Se quiere dar esos gustazos. Como, si se da el caso, se los dará Mario, cuando gane. Así debe ser. Que se piquen entre ellos, es una grandísima noticia para las anillas.

Pues eso. Que mientras Morella no ha podido estar, Cuairán se ha entretenido en levantar los trofeos en tres concursos. Bueno, no. En Peralta solo pudo levantar el sobre, porque trofeos no había. Ojalá levante más trofeos, porque Cuairán solo seguirá, si tiene opciones reales de ganar. Y cuidado, que nadie quiere que Morella no pueda salir. De eso nada. Que vuelva cuanto antes el de Arguedas. Ojalá Cuairán encuentre otra pareja que le permita luchar por los concursos en este 2019. Y ojalá Mario pueda volver cuanto antes tras su operación, pudiendo salir este mismo año. Los mejores deseos para un referente de las anillas, que va a dejar los concursos cojos, durante su ausencia. Ojalá haya muchas parejas buenas. Cuanta más competencia, mejor para las anillas.

Esos "ojalás", son temerosos porque el panorama de este año es para echarse a temblar. Vamos a ver cómo transcurre la temporada. Si al plantel que hay, que es el que es, se le diezma con lesiones, apañados estamos.