


Fue en 2008 donde permitió las dos únicas victorias. De cuatreña y ante dos parejas de gran nivel. Y ya en su primera temporada en los concursos, decidieron sus propietarios que debía ser una de las que formara el lote del Pilar. Ahí no estuvo bien, las cosas como son.
En 2009 siguió en su progresión y potenció aún más una de sus principales cualidades. Era rápida como ella sola. Pero como vaca lista que iba a ser, comenzó a hacer cosas feas cuando la batalla de la pareja era escasa.
En 2010 solo estuvo en un concurso, porque Ozcoz veía que la vaca no estaba para salir a las anillas. Le faltaba asentarse.
Fue en 2011 cuando volvió al circuito y lo hizo ya para quedarse. Acabó la temporada a gran nivel y ya mucho más centrada. De haberse hecho la selección de las vacas del Pilar, esperando al concurso de Fuentes de Ebro, hubiera estado en La Misericordia. Aún así, ya se metió entre las 12 mejores de la temporada.
2012 fue su año. Un año inmaculado para la vaca. Estuvo muy fuerte y dejó acciones para el recuerdo. Remates espectaculares. Especialmente el que hizo en Tarazona. Cuando una vaca se tira así en tablas, con ganas de coger, lleva mucho dentro. Fue una de las seleccionadas para la final del Pilar, por el nivel dado. Con todo merecimiento fue la mejor vaca de la temporada.
Y llegó a 2013 en el aire de 2012. Pero con un año más de funcionarle la cabeza, lo que la hacía más complicada aún. Grandes remates también en Segorbe, Calatayud y Borja. Llegó a Zaragoza, saliendo de nuevo en la final del Campeonato Nacional. Era una de las más temidas. Pero ahí acabó su carrera y su vida.
Lo que nunca se recordaba en un Concurso de Recortadores, pasó. En una de las primeras arrancadas, Javier Navascués apuró demasiado para entrar al burladero y la vaca no lo perdonó. Se fue con todo a querer cogerlo y en la cogida se dejó la vida.
Aunque parezca exagerado recurrir al tópico, lo cierto es que murió matando. El ansia de querer coger, la llevó a dejarse la vida partiéndose el cuello en un remate brutal. Alcanzó a su presa y se desplomó sobre la arena.
Ahí acababa la carrera de una de las mejores vacas del panorama actual. Una vaca que reunía grandes virtudes y casi todas ellas potenciadas hasta el extremo. Una vaca que tardará tiempo en olvidarse por todos los aficionados a las anillas. Salen muy pocas a lo largo de la historia que transmitan tanto como transmitía esta Nº 472.

Era una res fuera de lo común. Una vaca que salía a la arena andarina normalmente y que jugaba al despiste. Cuando el recortador se creía a salvo, llegaba un cambio de ritmo como muy pocas vacas en la historia han tenido y recortaba el terreno a velocidad de vértigo. Ese animal de postura encogida, pasaba a ser una locomotora que llegaba con todo hasta el final.
Ahí acababa la carrera de una de las mejores vacas del panorama actual. Una vaca que reunía grandes virtudes y casi todas ellas potenciadas hasta el extremo. Una vaca que tardará tiempo en olvidarse por todos los aficionados a las anillas. Salen muy pocas a lo largo de la historia que transmitan tanto como transmitía esta Nº 472.

Era una res fuera de lo común. Una vaca que salía a la arena andarina normalmente y que jugaba al despiste. Cuando el recortador se creía a salvo, llegaba un cambio de ritmo como muy pocas vacas en la historia han tenido y recortaba el terreno a velocidad de vértigo. Ese animal de postura encogida, pasaba a ser una locomotora que llegaba con todo hasta el final.

Su sello siempre fue lo que sucedía tras el embroque. Si el recortador se quedaba en la cara, el desenlace estaba cantado. La de Ozcoz se iba hasta el final con todo. Quedarán siempre en la memoria remates realmente espectaculares de vaca enrazada de verdad. Quería perseguir a la presa hasta donde fuera necesario aún a sabiendas de los importantes golpes que se daba contra la barrera. Maravillas de la casta. Especialmente se podrán recordar los remates en Tarazona 2012 tras Héctor Colás y en Calatayud 2013 detrás de Mario González.

Con más gloria no puede morir un animal. En el albero que pisan las mejores vacas y en la que es la catedral de las anillas. Una lástima que muriera, pero con su muerte, pasa a convertirse en un animal mítico. Siempre será recordada por lo que fue y por cómo murió. Murió con la bravura y la casta por bandera, como deben morir los animales de lidia. Su última acción fue para hacer presa y la hizo, no le importó dejarse la vida en ello.
Esto fue capaz de hacer en la temporada 2012, un vídeo que resume a la perfección la gran vaca que se ha ido.
Tardará mucho en volver a salir otra vaca como esta. Como homenaje a ella, una propuesta. Ya que en el Campeonato Nacional de Recortadores entran en liza las mejores vacas de la temporada, se podría instaurar el premio a la mejor vaca del festejo y que llevara el nombre de premio "Avispada".