
El XXXVIII Campeonato Nacional se recordará por eso, por el triunfo vasco. Un campeonato nacional que, como se escribió en el último artículo, ha cambiado de rumbo. Con lo que se anunció, estaba claro cuál iba a ser el desarrollo del que es el concurso más importante del año. Un dato habla por sí solo. Se metieron 45 anillas en la mañana del 13 de Octubre. ¿Son muchas anillas? Sí, claro. Pero es que si ese lote lo pillan las parejas de hace diez años, no hubieran sido 45, hubieran sido aún muchas más. Eso no puede ser Zaragoza.
¿Qué pasó en Zaragoza? Que al público, que es soberano, pareció gustarle un concurso en el que hubo vacas muy fáciles. Pero mucho, mucho. ¿Se contagiaron de la euforia que reinó en los tendidos de La Misericordia a partir de la entregadísima actuación de los vascos? ¿O es que están cambiando los gustos del aficionado a las anillas? Esta pregunta merece otro artículo, porque hace falta un desarrollo más profundo.
El panorama actual de las parejas, es el que es. Si con ese nivel, se metieron tantas anillas al lote de reses, la cosa está bastante clara. Habrá que tirar de datos, que son los que no tienen discusión. Aunque hay que saber verlos, claro. Ahí van:
2004 - 1´58 anillas/vaca - 6 vacas sin anillar - 12 vacas - 2 hierros
2005 - 0´93 anillas/vaca - 8 vacas sin anillar - 14 vacas - 2 hierros
2006 - 1´50 anillas/vaca - 4 vacas sin anillar - 12 vacas - 2 hierros
2007 - 0´77 anillas/vaca - 7 vacas sin anillar - 13 vacas - 2 hierros
2008 - 0´85 anillas/vaca - 7 vacas sin anillar - 13 vacas - 2 hierros
2009 - 0´83 anillas/vaca - 9 vacas sin anillar - 12 vacas - 2 hierros
2010 - 1´83 anillas/vaca - 3 vacas sin anillar - 12 vacas - 2 hierros
2011 - 1´50 anillas/vaca - 4 vacas sin anillar - 12 vacas - 7 hierros
2012 - 2´42 anillas/vaca - 3 vacas sin anillar - 12 vacas - 5 hierros
2013 - 1´42 anillas/vaca - 3 vacas sin anillar - 12 vacas - 3 hierros
2014 - 2´17 anillas/vaca - 3 vacas sin anillar - 12 vacas - 3 hierros
2015 - 3´67 anillas/vaca - 1 vaca sin anillar - 12 vacas - 5 hierros
2016 - 2´92 anillas/vaca - 1 vaca sin anillar - 12 vacas - 5 hierros
2017 - 2´17 anillas/vaca - 4 vacas sin anillar - 12 vacas - 5 hierros
2018 - 1´36 anillas/vaca - 7 vacas sin anillar - 14 vacas - 1 hierro
2019 - 3´21 anillas/vaca - 2 vacas sin anillar - 14 vacas - 1 hierro
Se puede ver una clara tendencia en la última década a subir el número de anillas. Ahora bien, lo de este 2019 se ha disparado. Máxime, recordando una vez más, el nivel actual de las parejas. Y un dato curioso, el formato por eliminación es el que hace, desde 2012, que se metan más anillas. Resulta que un formato que se decía que pedía una esfuerzo excesivo al recortador, hace que el número de anillas, no solo no mengüe, si no que suba. Hay un año que tiene números más altos que 2019, es 2015. Ese año no pudieron ir las vacas que tenían que ir. Memoria para recordar cómo se tuvo que recomponer ese año el Campeonato Nacional.


Se quisieron ir menos vacas que el pasado año, pero por contra fueron aún más cándidas. Ya el año pasado las hubo, pero no las destaparon. Este año, hubo menos dificultad aún, que ya es decir. Y si bien es cierto que la mayoría se fueron aplaudidas, porque hay que reconocer que Marcén, y tiene su mérito, cómo no, ha conseguido que le rematen prácticamente todas (hay matices, porque las hay que rematan a destiempo sin mucho sentido), tuvieron la suerte de que no se les exigió. Aún así, se reconoce el mérito de que contribuyeron al espectáculo y si hubo euforia en los tendidos, la responsabilidad recae en gran parte en las vacas.
Se entiende que, habiendo el panorama de parejas que hay, llevando vacas complicadas, el espectáculo podría resentirse. Ahora bien, si para el momento actual, las vacas apropiadas son las que son y son de quien son... Eso no habla bien de las reses. Si estamos de acuerdo en que la Nº 206 y la Nº 130, por ejemplo, son muy buenas vacas y la Nº 3 es una grandísima vaca y, la mayoría de las que salieron en Zaragoza, estuvieron lejos de sus hermanas, pues está claro. Lo que se entiende por una vaca buena de verdad (con un amplio abanico de matices), es una cosa muy distinta. En casa de Marcén las hay, pero no tantas como para hacer Zaragoza en solitario. Como ya se dijo el año pasado, es quien más vacas tiene para la cita, pero tiene que competir. Si no hubiera vacas que merezcan ir a la cita en otras casas, se entendería. Pero las hay, y que alguna no se pueda ver en el concurso más importante del año, produce tristeza. Obviamente, el riesgo de la competencia es la comparación.







El triunfo de Ander y Joanes hace recordar a los nombres vascos que los han precedido. Es bueno para las anillas que haya recortadores de Euskadi en el circuito. Es el triunfo de todos los que en aquella tierra, reman a favor de los festejos populares. No han sido muchos, pero sí representativos y recordados. Cómo no acordarse en estos momentos de Jaso y Egoitz, con amplia trayectoria. De Valle, que está en el circuito ahora. De Jauregi, que ganó el único concurso que ha hecho y podría ser un habitual. Y cómo no, los gemelos Ander y Jokin, que son los que más alto llegaron. Abrieron el camino. Ahora, la bandera de Euskadi, la han puesto en lo más alto de las anillas Ander y Joanes.
El recortador vasco, como se tiene que hacer 300 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta para concursar en la mayoría de casos, lo que tiene es, por encima de todo, una gran afición. Aunque no se ha sido justo con ellos y no se les ha tratado bien, ahí siguen. Que duren muchos años.
Hasta aquí la visión de lo sucedió en el Pilar, manteniendo las convicciones de siempre y sin dejarse llevar por euforias. Sin cambiar según el momento. Ahora pido muchas anillas, ahora critico que se metan muchas. Unas veces me apoyo en que es lo que gusta al público, otras veces lo obvio. Las vacas de pocas anillas son las mejores cuando toca, pero si toca lo contrario, se cambia, en función de qué hierro lleven. La coherencia y la credibilidad...